El pesto es, sin duda, una de las salsas para pasta italianas más famosas. Aunque en su receta original no faltan la albahaca ni tampoco los piñones en esta ocasión buscamos dos sustitutos perfectos que hacen una salsa verde maravillosa llena de nutrientes y perfecta para que todos en casa coman vegetales que en otros formatos no consumirían.

Ingredientes

  • Dientes de ajo, 1 u
  • Kale o col rizada, 200 g
  • Queso parmesano, 30 g
  • Aceite de oliva virgen extra, 30 g
  • Pistachos pelados, 2 cucharadas
  • Tallarines frescos, 350 g
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Limón, 1 u

Este pesto de kale - o nuestra col rizada de siempre - también se puede conservar de un día para otro pero no se recomienda guardarlo mucho más porque podría llegar a oxidarse y perder su verde potente que conseguimos gracias a escaldar la verdura. 

Paso 1

Limpiar muy bien el kale o col rizada y retirar las partes más gruesas de los tallos, lo único que deseamos es quedarnos con las hojas y partes tiernas. Calentar en una olla abundante agua hasta que rompa a hervir, añadir sal y escaldar el kale durante 30 segundos hasta que coja un color verde brillante. Transcurrido ese tiempo pasar rápidamente a un baño María invertido: agua con hielo y sal. Para que se enfríe completamente. Escurrir muy bien. 

Paso 2

En una batidora o en un vaso batidor colocar las hojas de kale con una cucharada de agua, los pistachos, el ajo y el parmesano y triturar muy bien. Cuando ya tengamos una pasta densa añadir el aceite de oliva virgen extra y dejar que emulsione. Si ha quedado muy denso podríamos añadir un poco más de agua hasta conseguir la textura deseada. Poner a punto de sal y pimienta negra y reservar. 

Paso 3

Hervir la pasta fresca en abundante agua con sal durante tres minutos, escurrir bien y condimentar abundantemente con el pesto de kale para terminar por encima con un poco de ralladura de limón. 

Trucos y sugerencias

Se puede utilizar pasta de cualquier tipo y forma. También es perfectamente posible hacerlo con pasta seca y pasta corta, sólo habrá que ajustar los tiempos de cocción, de hecho la pasta seca es la más recomendable para salsas como el pesto pues tiene una mayor adhesión. Podríamos eliminar perfectamente los pistachos si no quisiéramos frutos secos y también podríamos emplear los clásicos piñones, almendras o incluso nueces.

Para terminar, si se desea, estos tallarines al pesto de kale podríamos rematarlos con una cucharada de requesón fresco o ricotta salata, al gusto de cada uno. Y si no tuviéramos kale, otra opción válida son las siempre socorridas espinacas siguiendo las mismas pautas de cocción que en esta receta.