Acostumbramos a preparar pimientos del piquillo rellenos de todo tipo de ingredientes, pero tenemos menos costumbre de rellenar pimientos verdes, pese a que, la verdad, quedan riquísimos.

Ingredientes

  • Pimientos italianos medianos, 6
  • Zancarrón o morcillo cocido, 400 g
  • Cebolletas, 2
  • Zanahoria, 1
  • Champiñones, 150 g
  • Harina, 1 c. sop.
  • Caldo de carne, 200 ml
  • Un chorrito de nata líquida (opcional)
  • Huevo batido
  • Salsa de tomate
  • Salsa de soja
  • Cebollino picado
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva virgen extra

Para preparar esta receta usaremos al elaborar el relleno la carne que utilizamos para preparar el caldo oscuro de carne que os enseñamos a preparar hace unos días, aunque podéis utilizar cualquier otro resto de carne de un cocido o incluso de un guiso. Y si no, siempre podéis cocer el morcillo o zancarrón con unas verduras y sal durante 1 hora y media en la olla exprés, usar la carne para este relleno  otras preparaciones y el caldo resultante para cualquier otro menester.

Cómo hacer unos sabrosos pimientos verdes rellenos de carne con tomate

01: Comenzamos preparando la farsa para rellenar nuestros pimientos

Picamos las cebolletas y las zanahorias en brunoise. Cocinamos ambos ingredientes en un buen chorro de aceite de oliva poco a poco hasta que se pochen bien y suelten sus azúcares.

Por otra parte, limpiamos los champiñones y los cortamos también en cuadraditos pequeños. Añadimos el champiñón al sofrito y seguimos rehogando poco a poco.

02: Añadimos la carne desmigada, terminamos de preparar el relleno y dejamos enfriar

Desmigamos la carne cocida y la picamos muy finamente. Esta receta es perfecta para aprovechar la carne sobrante de caldos o de cocidos, que estará muy cocidita y, aunque haya soltado sabor en su cocción, todavía es genial aprovechar en este tipo de preparaciones. Si parte de la carne cocida que usemos tiene muchos huesecillos (pollo, manita de cerdo, etc), pondremos atención en retirarlos cuidadosamente para que ninguno vaya a parar a la farsa con la que rellenaremos nuestros pimientos verdes.

Una vez esté bien cocinada la verdura y los champiñones, añadimos la carne cocida y desmigada. Mezclamos bien el zancarrón con la verdura.

Añadimos la harina, la cocinamos un poco para que no nos deje sabor a crudo y añadimos el caldo de carne. Salpimentamos y reducimos hasta que el relleno vuelva a espesar. Cuando adquiera consistencia casi de pasta, añadimos un chorrito de nata líquida para terminar de ligar la farsa y darla un poco más de cremosidad, así como un chorrito de salsa de soja, para darle al relleno de carne un punto más de sabor e intensidad. Mantenemos al fuego un par de minutos más hasta que se integren bien todos los ingredientes. Debe quedar con una textura ligeramente fluida y con cierta viscosidad

Volcamos el relleno a una fuente o a un tupper y dejamos enfriar a temperatura ambiente. A continuación enfriaremos el relleno al menos media hora en el frigorífico para que gane consistencia y nos sea más sencillo rellenar los pimientos verdes. Gracias a la gelatinosidad de utilizar este tipo de carne, como el morcillo o zancarrón, una vez se vuelva a calentar el relleno en el interior de los pimientos, este volverá a ganar en fluidez y quedará muy meloso.

03: Freímos y pelamos los pimientos

Escogemos unos pimientos verdes alargados de tamaño medio-grande, lo más rectos posibles. Para esta receta no es buena opción utilizar pimientos curvados o retorcidos, porque no se freirán uniformemente y nos será muy difícil rellenarlos. Por lo tanto, ara este menester cuanto más regulares mejor.

El siguiente paso es hacer una primera fritura a los pimientos que prácticamente los cocine y, además, nos permita pelarlos con facilidad. Sin embargo, tampoco debemos pasarnos de cocción, porque el pimiento se rompería fácilmente al pelarlo y/o rellenarlo.

Añadimos un dedo de aceite de oliva a una sartén y la llevamos al fuego, a una intensidad media. Echamos los pimientos verdes y tapamos con una tapa, para pringar lo menos posible la cocina (al freír pimientos el aceite salta mogollón) y para que se ablande un poco más rápido el pimiento mientras lo freímos. Vamos dando la vuelta a los pimientos y variando la intensidad del fuego para que cojan color por todos los lados y se cocinen sin llegar a quemarse. Cuando veamos que el pimiento está prácticamente tierno pero todavía mantiene un mínimo de consistencia, es el momento de retirarlos, ya que así el pimiento terminará de hacerse mientras lo dejamos sudar y lo rebozamos, y así evitaremos que, al cocinarlo demasiado, se rompa por completo al manipularlo. Reservamos el aceite para rebozar los pimientos verdes posteriormente.

Sacamos los pimientos a un bol o un recipiente profundo y lo tapamos con un film, de manera que quede herméticamente cerrado. El calor residual que mantiene el pimiento creará vapor, que se condensará en el film transparente y hará que el pimiento verde sude y nos facilite pelarlo. Dejamos sudar los pimientos por lo menos unos 20 o 30 minutos.

Pasado ese tiempo quitamos el film y comenzamos a pelar nuestros pimientos verdes que todavía permanecerán tibios. Pasamos la yema de los dedos desde arriba a abajo con cuidado, para no romper la carne del pimiento y retirando las tiras de piel que saldrán fácilmente. Si queréis os podéis ayudar de papel de cocina, material que os facilitará aún más la tarea, aunque ya os digo que sale con mucha facilidad. Con el pimiento pelado, cortamos la parte superior del pedúnculo y retiramos las semillas del interior. Reservamos los pimientos verdes perfectamente pelados y limpios.

04: Rellenamos los pimientos verdes y los rebozamos

Hay dos maneras de rellenar los pimientos. La primera es la de toda la vida, rellenarlos por la abertura superior con la ayuda de una cucharilla y haciendo que el relleno vaya ocupando el fondo con la ayuda de la otra mano. Como el pimiento verde es más alargado que un pimiento del piquillo, tendréis que tener un poco más de paciencia en ir aplastando poco a poco y con cierto cuidado la farsa hacia el fondo, para que todo el pimiento quede relleno por igual.

Por otra parte, y como os vamos a rebozar a continuación, podemos hacerles una raja vertical para abrirlos, rellenarlos y cerrarlos, ya que al rebozarlos volveremos a cubrirles con una capa que impedirá que el relleno salga del pimiento. Este método también es útil si se os ha roto un poco algún pimiento al pelarlo o rellenarlo o porque lo hayáis cocinado un poco de más.

Podeís rebozar vuestros pimientos como toda la vida, pasándolos por harina y luego por huevo o pasándolos únicamente por huevo, como yo haré en esta ocasión. Si los rebozáis únicamente pasándolos por huevo, la capa de rebozado será muy ligera y quedarán más finos, mientras que si los pasáis por harina antes, el pimiento cogerá mejor el huevo y el rebozado será más contundente. Queda a vuestra elección cómo rebozar vuestros pimientos verdes rellenos, aunque quizás si los habéis abierto para rellenarlos sea más seguro rebozarlos también con harina. Pese a todo, en el caso de rebozar pimientos rotos o abiertos lo más importante es posar los pimientos sobre la sartén por la parte abierta cuando nos dispongamos a rebozarlos, para que cuaje y cierre la abertura rápidamente y no se nos salga el relleno debido a la acción del calor.

05: Guisamos los pimientos en la salsa unos minutos y servimos

Sacamos los pimientos verdes rellenos y rebozados directamente sobre una buena salsa de tomate y dejamos que se empapen en ella un par de minutos. Servimos bien calientes, con un poco de cebollino picado por encima.

Resultado final

 

Un plato sencillo y muy sabroso que nos permite aprovechar restos de otras recetas y comer increíblemente bien por muy poco dinero.

Si tenéis que rellenar una gran cantidad de pimientos verdes, un buen método es rellenarlos con la ayuda de una manga pastelera. Eso sí, entonces lo deberéis hacer sin que el relleno esté frío para que tenga cierta fluidez que permita que el relleno salga de la manga sin problemas y os facilite realmente el proceso.