Con el calor que está haciendo estos días incluso el fan número uno de las infusiones se lo piensa dos veces antes de beberse un té. Aunque no tienes porqué renunciar a tu pequeño placer si aprender a preparar té helado en casa. Está tan rico que no se me ocurre mejor forma de mantenerse hidratado en verano.

Ingredientes

  • 300 ml de agua caliente.
  • 700 ml de agua fría.
  • 4 o 5 bolsas de té negro.
  • 1 limón.
  • 100 ml de Miel o 90 g de azúcar.

Cómo preparar té helado en casa

Preparar té helado en casa resulta es como hacer cualquier otro té, la única diferencia es que se enfría y se le añade un toque de limón. Aunque si tienes algo de prisa (y quieres que el té se enfríe antes) puedes seguir estos pasos.

1. Infusionamos el té y la piel de limón

Foto por Asier G. Morato

Infusionamos 4 o 5 bolsas de té negro (dependiendo de la intensidad que nos guste o su tamaño) y dos tiras de piel de limón en 300 ml de agua según la temperatura y tiempo que se indique en la caja. Es importante que las tiras de limón no tengan parte blanca o acabará amargando la bebida.

Una vez infusionado, retiramos las bolsas de té y la piel de limón.

2. Añadimos el resto del agua fría y unas rodajas de limón

Foto por Asier G. Morato

Cuando haya terminado de infusionar tendremos un concentrado de té caliente que después rebajaremos y enfriaremos al mismo tiempo añadiéndole los 700 ml de agua fría restantes. De esta forma conseguimos un litro de té y no tenemos que esperar tanto tiempo para que se enfríe.

A continuación, cortamos unas cuántas rodajas de limón y las añadimos a una jarra junto con el té y el azúcar o la miel. Después lo guardamos en la nevera durante un par de horas para que se quede bien fresquito.

Si tienes prisa por enfriarlo también puedes añadir algunos cubitos de hielo o meter la jarra al congelador con antelación. Si vas a añadir muchos hielos resta la parte equivalente de agua fría para evitar que quede aguado.

Añádele frutas para darle tu toque personal

Foto por Asier G. Morato

Con estos dos pasos se consigue un delicioso té helado, pero si quieres darle tu toque personal y hacer que esté aún más rico prueba a añadirle trozos de fruta. Piña, manzana, naranja, melocotón, albaricoque, fresas, frutos del bosque… La lista de opciones es inmensa. Incluso puedes usar hierbas aromatizantes (mientras infusionas) como la menta o el romero.

Dependiendo de la combinación de frutas que quieras usar puedes prescindir el limón. Sea como fuere, tampoco te pases echando fruta o vas a acabar con una macedonia en vez de un té helado.

Prueba y dinos cuál es tu combinación preferida en los comentarios.