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Karlos Arguiñano vuelve a dejar claro que la cocina tradicional sigue siendo la más reconfortante. En su programa Cocina abierta, el chef vasco de 77 años ha preparado una receta sencilla, económica y perfecta para cualquier día: un pollo guisado con un toque de manzana y caldo casero con jamón.

En esta ocasión, el cocinero más querido de la televisión española ha querido recordar que los guisos de siempre "no necesitan complicaciones, solo buenos ingredientes y un poco de paciencia". Y como suele hacer, ha compartido un truco infalible para lograr un sabor más intenso sin apenas esfuerzo.

Sustituir el agua por caldo con jamón

Mientras cocinaba, Arguiñano insistió en un detalle que cambia por completo el resultado final. "Para que el pollo guisado quede sabroso, pon 400 ml de caldo de jamón en lugar de agua", aseguró con su habitual naturalidad.

El chef explicó que este caldo casero se prepara fácilmente con unos huesos de jamón, un poco de pollo y verduras básicas. "Le da una potencia que el agua nunca puede dar. Y además, aprovechas restos que normalmente se tirarían", añadió.

Este toque, junto con el vino blanco y la mezcla de hierbas aromáticas, transforma un plato humilde en un guiso lleno de matices. Según Arguiñano, "no hace falta gastar mucho, hace falta cocinar con cabeza".

Una receta tradicional con un toque inesperado

Además del caldo, el chef sorprendió con otro ingrediente poco habitual en los guisos salados: una manzana. "Le da dulzor, suaviza la acidez del vino y equilibra el sabor del plato", explicó mientras cortaba la fruta.

El resultado es un guiso más aromático, con una salsa brillante y ligera que combina perfectamente con el pollo. Arguiñano aseguró que "ese punto de fruta hace que hasta los niños se lo coman sin rechistar".

El chef acompañó el guiso con dos boniatos asados como guarnición, una opción más saludable y sabrosa que las patatas fritas, ya que aportan textura dulce y color al plato.

Cocinar como antes, con ingredientes de siempre

El cocinero insistió en que este tipo de platos demuestran la fuerza de la cocina casera. "El pollo guisado es de las comidas que más unen a las familias. Te huele toda la casa y te da ganas de mojar pan", bromeó entre risas.

Para él, el éxito está en respetar los tiempos. El guiso necesita unos 40 minutos a fuego medio-bajo para que el pollo quede tierno y la salsa espese. "Si lo haces con prisa, no sale igual. El secreto es dejarlo que se haga solo, sin tocar demasiado", explicó.

Arguiñano recordó también la importancia de utilizar productos frescos y de temporada. "Dos cebollas buenas, tres ajos y una manzana te solucionan un guiso sin gastar más de lo necesario", comentó mientras añadía las pasas que completan la receta.

Un plato de cuchara

Aunque muchos asocian los guisos al invierno, Arguiñano defiende que "se pueden comer todo el año". Este pollo guisado, ligero y aromático, resulta ideal tanto en un almuerzo familiar como en una cena entre semana.

El vino blanco y el toque afrutado de la manzana le dan frescura, mientras que el caldo con jamón aporta cuerpo sin necesidad de añadir natas ni salsas pesadas. "Es cocina de toda la vida, pero con equilibrio", resumió el chef.

Su recomendación final fue servirlo acompañado de pan o arroz blanco, para aprovechar toda la salsa. "Aquí no se tira nada, que está todo bueno", dijo con su habitual sentido del humor.

Ingredientes del pollo guisado con caldo de jamón

  • 1 pollo troceado (aprox. 1,2 kg)
  • 2 cebollas grandes
  • 3 dientes de ajo
  • 1 manzana reineta o golden
  • 1 puñado de pasas (unos 30 g)
  • 1 vaso de vino blanco (200 ml)
  • 400 ml de caldo de pollo casero con jamón
  • 1 cucharadita de tomillo seco
  • 1 ramita de romero
  • Harina para enharinar el pollo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • 2 boniatos medianos para la guarnición

Paso 1

Dora el pollo. Salpimenta los trozos, pásalos por harina y dóralos en una cazuela con aceite. Retira y reserva.

Paso 2

Haz el sofrito. En la misma cazuela, pocha las cebollas y los ajos durante 10 minutos hasta que estén tiernos.

Paso 3

Añade la manzana y las pasas. Incorpora la manzana troceada y las pasas. Cocina 3 minutos para que se integren los sabores.

Paso 4

Desglasa con vino blanco. Vierte el vino y deja que se evapore el alcohol durante unos 2-3 minutos.

Paso 5

Agrega el caldo y las hierbas. Añade el pollo, el caldo con jamón, el tomillo y el romero. Cocina tapado 40 minutos a fuego medio-bajo.

Paso 6

Asa los boniatos. Mientras tanto, hornea los boniatos enteros a 200 °C durante 35-40 minutos, hasta que estén tiernos.

Paso 7

Rectifica y sirve. Ajusta la sal, retira las hierbas y acompaña el pollo con trozos de boniato asado.