El conocido nutricionista y colaborador habitual del programa Más Vale Tarde de La Sexta, Pablo Ojeda, no ha tenido dudas a la hora de compartir sus trucos para poder disfrutar al máximo del gazpacho sin molestias digestivas.
Este plato andaluz, que es tan popular durante los meses del verano y un básico de la dieta mediterránea, puede llegar a generar cierta acidez o incluso provocar molestias digestivas en personas sensibles por la presencia de ingredientes como la cebolla, el ajo o el pepino.
Afortunadamente, hay más opciones que simplemente resignarse a lidiar con estas molestias, sino que el experto ofrece un sencillo recurso que usa en su cocina para evitarlos: “Le echo comino al gazpacho para que no se repita nunca”.
De esta manera se puede disfrutar aún más de esta receta tradicional elaborada con tomate, pepino, pimienta, vinagre, aceite de oliva, sal y pan. Su frescura, sumada a su aporte nutricional, ha hecho que sea un plato fundamental para combatir el calor.
Pese a ello, al combinar diferentes ingredientes crudos, sobre todo el ajo, hay quienes sufren digestiones pesadas o flujo, con lo que ello supone para generar cierto malestar estomacal.
Un clásico para la salud digestiva
A lo largo de su intervención en televisión, Pablo Ojeda quiso compartir un gazpacho con sandía, una variante que se convierte en una alternativa más ligera a las versiones que podemos encontrar en los supermercados.
Al referirse al ajo, que es un ingrediente que, aunque potencia el sabor, a veces repite, dio a conocer un sencillo método que permite suavizar sus efectos en el estómago, consiguiendo de esta manera disfrutar de un mayor bienestar.
Su técnica se basa en confitar el ajo en unos 30 ml de aceite de oliva a fuego muy bajo durante 20-25 minutos. El resultado es el de un aceite aromatizado que conserva el sabor característico sin provocar ningún tipo de molestia digestiva.
No obstante, Ojeda indica que “a mucha gente el ajo no le gusta”, y se puede aplicar una fórmula muy sencilla, que consiste en que el aceite que le echa al gazpacho, lo echa en un recipiente, luego se mete el ajo y finalmente se le da “un buen calentón”.
De esta manera busca que el ajo le dé el sabor al aceite y luego este aceite sea el que se va a utilizar para la preparación, y sin tener que añadir el ajo. No obstante, en su caso, el nutricionista mantiene el ajo de la receta y lo incorpora a la batidora.
A continuación, insiste en que le echa comino al gazpacho para que no repita, aprovechándose así de una especia aromática que es utilizada desde hace siglos en cocinas de todo el mundo, y que destaca especialmente por sus aplicaciones medicinales.
De forma tradicional, el comino ha sido utilizado como remedio natural para mejorar la digestión, así como para la prevención de molestias intestinales. Uno de sus principales efectos es su acción carminativa, que ayuda a reducir la acumulación de gases y a aliviar la sensación de hinchazón.
Es por ello por lo que se recomienda agregar algunos granos de comino a platos elaborados con legumbres, como son los garbanzos, las lentejas o las judías, pero también para una receta tradicional como el gazpacho andaluz.
Trucos para un gazpacho ligero
El gazpacho es uno de los platos estrella del verano que se suele degustar para refrescarnos e hidratarnos. Si quieres consumirlo a diario, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones básicas para conseguir un plato más ligero y saludable.
En su forma más tradicional, el gazpacho tiene un alto contenido acuoso y una amplia variedad de vitaminas y minerales que ayudan a la hidratación del organismo. Aunque se pueden mantener los ingredientes principales, hay algunas modificaciones que se pueden realizar.
Para empezar, para conseguir un gazpacho de mayor calidad nutricional, saciante y ligero, se aconseja evitar el pan de la receta, que puede ser una fuente de harinas refinadas. Asimismo, se puede incrementar el poder saciante sumando fuentes de proteína (yogur, queso fresco batido…).
Otra opción para incrementar el contenido proteico del gazpacho es acompañarlo de pescados o mariscos, o bien optar por carnes frescas y magras, gracias a los cuales podremos estar más cerca de poder disfrutar de un plato más completo y nutritivo.
Por otro lado, sería interesante agregar fuentes de fibra, pudiendo recurrir para ello a frutos secos, semillas o bastones de verduras frescas que permitan acompañar el plato sin incrementar el aporte energético del mismo.
Con estos consejos se podrá disfrutar de un gazpacho más sano y ligero, siendo en cualquier caso siempre preferible optar por un plato casero. Sin embargo, si no tienes tiempo (o ganas) y prefieres comprarlo, hay algunas pautas a tener en cuenta para buscar el más sano.
En este caso, ten en cuenta la receta original del gazpacho y buscar aquel que tenga los mismos ingredientes y en una proporción adecuada. Por lo tanto, en el supermercado tendrás que comprobar la lista de ingredientes y observar el orden en el que aparecen.
Ese orden indica la colocación en la que se encuentran integrados en el producto. El objetivo es buscar aquel que, en los primeros lugares, no aparezca el aceite, sino que esté el agua y las verduras usadas para la preparación.
Entre los últimos ingredientes debería estar el aceite, priorizando el aceite de oliva virgen, vinagre y sal.
