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¿Te imaginas una tortilla que al abrirla esté tan cremosa que parezca una fondue? Con esa comparación describía el cocinero Rafael Antonín la cremosidad de una tortilla de patata cuya receta ha compartido en su cuenta de Instagram.

El chef Rafa, más conocido en las redes sociales como @rafuel55, cuenta con casi un millón de seguidores en Instagram, 926.000 en el momento de escribir este artículo, y más de 10.000 publicaciones a sus espaldas.

Sin duda, unas cifras de récord para alguien que ni es cocinero profesional ni tiene un restaurante, solo una enorme pasión por la cocina y una asombrosa facilidad para comunicarla.

El truco más fácil para hacer una tortilla de patatas cremosa

En la línea de todas las recetas que suele publicar este veterano cocinero amateur, su receta de tortilla de patatas cremosa es uno de esos trucos que hay que conocer.

El resultado es una tortilla perfecta para sorprender a todos si un día tenemos invitados a cenar y solo necesitamos unos cuantos trozos de algún queso muy fundente como puede ser un brie, un camembert o similar.

Al cuajarse la tortilla, los trozos de queso ocultos en su interior se funden mezclándose con el huevo y la patata, de manera que, al dar un corte a la tortilla, la mezcla fluye desbordante como si de una fondue se tratase. Toda una sorpresa para el que solo espere encontrarse lo de siempre.

La solución es perfecta para todos aquellos que no son amigos de las tortillas que parecen hormigón fraguado, pero les da repelús la tortilla poco hecha.

Con este método, el huevo se puede cuajar lo suficiente para no tener aspecto de huevo crudo, pero la tortilla estará igualmente cremosa gracias al queso.

Ingredientes para hacer una tortilla de patatas cremosísima

  • Patatas Mona Lisa, 600 g
  • Cebolla, 50 g (1/2 ud)
  • Huevo, 3 - 4 ud (según tamaño, o 3 huevos y 2 yemas)
  • Sal, al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra, al gusto
  • Queso tipo brie, 100 g

Paso 1

Pelamos las patatas y las cortamos en láminas finas o como tengamos costumbre de hacerlo para tortilla. Picamos también la media cebolla en juliana fina.

Paso 2

En una sartén con aceite de oliva virgen extra, pochamos las patatas junto con la cebolla a fuego medio-bajo.

Paso 3

Cuando estén blanditas, podemos subir el fuego un par de minutos para que se tuesten algunas patatas, esto le dará un toque interesante a la tortilla.

Paso 4

Escurrimos bien las patatas y la cebolla del exceso de aceite. Mezclamos con los huevos batidos y añadimos una pizca de sal.

Paso 5

Calentamos una sartén antiadherente con unas gotas de aceite y echamos la mitad de la mezcla.

Paso 6

Colocamos trozos de queso brie en el centro de la mezcla, y cubrimos con el resto.

Paso 7

Tapamos la sartén y cocinamos a fuego medio-bajo durante unos minutos, hasta que la parte inferior haya cuajado y se despegue por los bordes.

Paso 8

Le damos la vuelta a la tortilla con ayuda de un plato o una tapa y cocinamos por el otro lado hasta que esté dorada.

Paso 9

Dejamos reposar durante uno o dos minutos antes de cortarla y servirla.

Las mejores variedades de patata para hacer una tortilla

Elegir el tipo de patata correcto es la clave para conseguir hacer una buena tortilla. Si no acertamos en eso, podemos acabar con un desastre difícil de remediar.

No todas las patatas se comportan igual, unas contienen mucho almidón y tienden a deshacerse con la fritura; otras, apenas lo contienen y mantienen mejor su estructura, pero no se ligan bien con el huevo.

Si lo que queremos es una tortilla que quede melosa y bien ligada, tenemos que buscar un equilibrio.

Una de las variedades que más recomiendan los cocineros profesionales y que es la misma que utiliza Rafuel, es la patata Monalisa. Es una variedad con una textura firme, pero algo harinosa. Por eso al pocharla, se ablanda, pero no llega a romperse del todo.

Su gran ventaja es que es una patata que absorbe bien el huevo, creando una mezcla bien ligada que al cuajarse nos dará la tortilla cremosa que estamos buscando.

Otra variedad que emplean muchos chefs es la patata Kennebec, de carne blanca y textura muy fina que permite hacer láminas que se ablandan en el aceite sin perder la forma. Es una de las más usadas en las tortillas gallegas.

La variedad Agria es utilizada también por algunos cocineros cuando buscan una textura algo más firme, pues es una variedad con muy bajo contenido en almidón, perfecta para freír porque es con las que se consigue la mejor textura crujiente.

En cambio, están totalmente desaconsejadas las patatas nuevas o excesivamente cerosas, como las patatas rojas o las patatas baby, pues su contenido en almidón es tan bajo que el resultado sería una tortilla en la que parece que las patatas van por un lado y el huevo por otro.