
Ni frotar con estropajo ni usar bicarbonato: el sencillo truco para limpiar la grasa de la freidora de aire sin esfuerzo iStock
Ni frotar con estropajo ni usar bicarbonato: el sencillo truco para limpiar la grasa de la freidora de aire sin esfuerzo
Un electrodoméstico que nos ha cambiado la forma de cocinar muchos platos y que es más fácil de limpiar si usas este sencillo truco.
Más información: 10 recetas en freidora de aire, cocina fácil y rápida para todos
La freidora de aire ha venido para quedarse. En la última década ha ganado una gran popularidad debido a su capacidad para ofrecer una alternativa más saludable a la fritura tradicional. Este pequeño electrodoméstico permite cocinar con muy poco o ningún aceite, lo que reduce significativamente el contenido calórico y graso de los platos que se preparan en él, sin renunciar a la textura crujiente que tanto gusta a muchos consumidores.
Otro motivo clave del éxito de la freidora de aire es su funcionamiento sencillo e intuitivo, algo que facilita su uso incluso para personas con poca experiencia en la cocina. Además, los tiempos de cocción necesarios suelen ser más cortos que en los métodos tradicionales, ventaja muy valorada por quienes llevan un ritmo de vida acelerado y necesitan preparar comidas de forma eficiente.
Pero más allá de los motivos gastronómicos y nutricionales, la airfryer también destaca por lo fácil que resulta su limpieza, ya que muchas de sus piezas son aptas para lavavajillas o pueden fregarse fácilmente en el fregadero como si fueran una sartén convencional.
El truco para que la limpieza de la freidora sea superfácil
El refranero español tiene un refrán que dice que "no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia" y uno de los trucos más eficaces para limpiar la grasa de la freidora de aire va precisamente de eso, de realizar un pequeño paso antes de empezar a cocinar para que apenas se ensucie durante el cocinado. Consiste en colocar papel de hornear o papel de aluminio en contacto con el fondo de la cesta exterior, siempre debajo de la rejilla, para que el papel no obstruya la circulación de aire ni se desplace por efecto de ésta.
Esto ayuda a recoger las grasas y salsas que se van escurriendo durante la cocción y evita que se adhieran a la superficie de la freidora, facilitando su limpieza. En cuanto a la rejilla que, en algunas freidoras es una simple rejilla y en otras es una cesta interior con el fondo ranurado, es conveniente rociarla con aceite en espray antes de cocinar, de la misma manera que haríamos con una sartén antes de cocinar algo a la plancha. Esto evitará que los alimentos más delicados se peguen dejando residuos incrustados.
También podría utilizarse el papel que se vende para freidora de aire, que no es más que papel de horno recortado con la forma de la cesta y con una serie de agujeros que permiten el paso del aire o podría usarse papel de horno normal siempre y cuando hagamos unos cortes o algunos agujeros nosotros mismos, pues si lo ponemos tal cual, estaríamos poniendo una barrera al flujo de aire caliente que es lo que hace que los alimentos se doren.
Una vez terminada la cocción, para que la limpieza sea muchísimo más fácil y no nos toque rascar a fondo con el estropajo, resulta muy práctico limpiar la freidora mientras aún está templada, pero no caliente, ya que en ese momento la grasa y los residuos todavía no se han solidificado completamente y bastará con un simple enjabonado con el jabón de lavar los platos frotando con la esponja y un aclarado con agua caliente.
Si, por lo que sea, se ha acumulado suciedad más resistente porque no nos ha dado tiempo a fregarla estando aún templada, se puede dejar la cesta en remojo con agua caliente y un poco de jabón de lavar los platos o quitagrasas durante unos minutos antes de fregarla. En todos los casos, es fundamental evitar el uso de utensilios abrasivos que puedan dañar el recubrimiento antiadherente de la cesta.
Limpiar el ventilador de la freidora de aire
La zona superior de la freidora de aire debe limpiarse aproximadamente cada 4 a 5 usos o después de preparar alimentos especialmente grasos o que salpiquen mucho, como alitas o muslitos de pollo. Aunque esta parte, en general, no requiere una limpieza tan frecuente como la rejilla o la cesta exterior, mantener esta área libre de suciedad es fundamental para asegurar un buen funcionamiento del aparato y evitar olores o humos durante la cocción.
La limpieza de esta zona de la freidora de aire, donde se encuentran el ventilador y la resistencia, debe realizarse con especial cuidado, ya que se trata de una zona sensible al agua y a los productos abrasivos. Para hacerlo correctamente, primero debemos asegurarnos de que esté completamente desconectada y fría. Luego, con un paño ligeramente humedecido o una esponja suave apenas mojada, podemos limpiar cuidadosamente los restos de grasa o alimentos que se hayan acumulado en esa zona.
Si hay suciedad difícil de quitar, podemos ayudarnos con un cepillo de dientes viejo con cerdas suaves o un bastoncillo de algodón humedecido en una mezcla de agua templada con unas gotas de detergente suave. Es importante no rociar directamente ningún líquido sobre el ventilador ni sobre la resistencia para evitar dañar los componentes eléctricos. Una vez limpia, debemos secar la zona con un paño seco y suave antes de volver a utilizar la freidora.
En ningún caso pondremos a funcionar la freidora con agua en la cesta para que el vapor funda la grasa y sea más fácil de retirar, pues las freidoras de aire no están diseñadas para funcionar con líquidos y los vapores podrían dañar la resistencia. Estos pequeños hábitos ayudan a mantener la freidora en buen estado durante más tiempo y hacen que su mantenimiento sea mucho más sencillo.