Publicada

La comida congelada o en bote es un salvavidas de emergencia que muchos utilizamos más de lo que nos gustaría (pero, ¡ay!, a veces no queda más remedio). Sin embargo, legumbres de bote como los garbanzos o las lentejas (entre otras) apenas tienen diferencias nutricionales con las crudas, según demostró el Informe sobre Legumbres, Nutrición y Salud que elaboró la Fundación Española de la Nutrición junto con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan).

Así pues, ¡hinchémonos tranquilamente a comer legumbres en conserva! (Aunque siempre hay que tener en cuenta que el contenido en sal de estas elaboraciones puede ser elevado, por lo que conviene fijarse bien antes de comprar y comparar marcas).

Una vez abierta la veda para llenarse los carrillos de legumbres precocinadas sin remordimientos, cabe preguntarse qué podemos hacer cuando no consumimos todo el contenido del bote. ¿Cómo guardamos las sobras de estas legumbres para que no se echen a perder y duren el mayor tiempo posible en la nevera?

El truco para que las legumbres de bote duren más en la nevera

Aitor Sánchez García, dietista-nutricionista y tecnólogo alimentario, compartió hace un tiempo un vídeo en el que ofrecía unos consejos para conservar bien las legumbres de bote. En muchas ocasiones, las personas tienen la costumbre de añadir agua al bote para tratar que aguanten mejor, pero, tal y como advierte Aitor, no es en absoluto buena idea. "Eso las convierte en más atacables por microorganismos, que pueden proliferar de una manera mucho más sencilla si se diluyen todos los nutrientes que ya tienen las lentejas", aclara.