En un entorno verde y tranquilo del concejo asturiano de Las Regueras nos encontramos con Puerma, un pequeño núcleo rural salpicado de prados y caserías bucólicas.
Puerma, con unos 26 habitantes repartidos en 14 viviendas según los últimos datos, es el destino perfecto para desconectar de todo en estas próximas fiestas y reconectar con la naturaleza y con uno mismo.
También es el sitio ideal para comer estupendo a muy buen precio, pues tiene uno de esos restaurantes de antes que cada vez escasean más. Se trata de Casa Florinda, que con los años se ha ganado la fama de ser uno de los mejores sitios de Asturias para disfrutar de una fabada de verdad junto a una cocina casera abundante y honesta.
No es un restaurante de postureo, sino una casa de comidas de toda la vida donde se va a lo que importa: comer fenomenal y sentirse como en casa.
El negocio familiar, especializado en cocina tradicional asturiana, abrió sus puertas en 1963 y su filosofía se mantiene intacta desde entonces: recetas de siempre, guisos hechos con calma y raciones generosas, en un ambiente sencillo y acogedor.
Es un lugar al que se llega en coche con facilidad; cuenta con aparcamiento en las inmediaciones y suele ser un alto muy habitual para quienes hacen rutas por la zona central de Asturias o etapas del Camino Primitivo.
El exterior de Casa Florinda.
Como decíamos, la fabada de Casa Florinda es el plato más famoso del local y uno de los motivos principales por los que muchos se desvían hasta Puerma. Varias reseñas la califican directamente como "la mejor fabada de Asturias" o la mejor que han probado nunca.
Pero aunque la fabada acapara los titulares, no está sola. En Casa Florinda también son muy apreciados el pote de berzas, la carne guisada con patatas fritas, las carrilleras estofadas, el lechazo y el entrecot.
El capítulo de postres mantiene el mismo nivel gracias a su flan de queso, su tarta de almendra, el arroz con leche, el brazo de gitano y el requesón.
Son postres sencillos, pero muy caseros, que completan el menú con ese toque dulce tradicional. Muchos comensales destacan que se nota que están hechos en la propia casa y que no vienen de fábrica.
Otro de los grandes atractivos de Casa Florinda es su excelente relación calidad‑precio. Ofrecen menú del día muy económico, rondando los 12 euros por persona, que suele incluir primer plato, segundo, postre, bebida y pan de hogaza..
Varias opiniones resumen la experiencia con frases del estilo "se come como en casa, pero mejor", reflejando un equilibrio entre cocina casera y profesionalidad en sala.
