El chef Pepe Rodríguez.

El chef Pepe Rodríguez.

Actualidad gastronómica

Pepe Rodríguez, chef, niega la entrada a 'influencers' en su restaurante: "El que quiera grabar, que me pague"

El líder de El Bohío califica de "necios" a quienes "se ponen con siete cámaras en la mesa".

Más información: El chef Pepe Rodríguez revela las claves para detectar a un inspector de la Guía Michelin en un restaurante.

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El chef Pepe Rodríguez (57 años, Illescas, Toledo) es ampliamente conocido por ser el propietario del restaurante El Bohío y uno de los jueces principales del popular programa de televisión MasterChef España.

Bajo su dirección, El Bohío obtuvo su primera estrella Michelin en 1999, la cual mantiene desde entonces de manera ininterrumpida.

A lo largo de su carrera, Rodríguez ha recibido otros reconocimientos, como el Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Jefe de Cocina (2010) y el galardón a Empresario del Año por la Asociación Empresarial Toledana (2011).

En 2013, comenzó su faceta televisiva como miembro del jurado de MasterChef España, acompañando a Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera. Aunque confiesa ser tímido y no disfrutar especialmente de la televisión, su presencia ha contribuido a acercar la alta cocina a un público masivo.

El comedor de El Bohío.

El comedor de El Bohío.

El cocinero toledano es un enamorado de su trabajo, y sus clientes, unos enamorados de su cocina manchega contemporánea. Sin embargo, hay algunos comensales que el chef reconoce que prefiere que no visiten su local.

Lo ha contado en el podcast La Escalera Roja, un programa que se define como "random, pero sobre todo divertido y cercano". Allí ha confesado a qué personas no deja entrar en El Bohío.

"Estos que se ponen con siete cámaras en la mesa les tengo prohibido el paso", sentenciaba. Rodríguez los ha calificado de "necios" y defiende que "no se puede hacer un show en un restaurante". "El que quiera grabar, que me pague", ha zanjado.

El miembro de MasterChef ha arremetido visiblemente irritado contra este tipo de público: "Se permiten el lujo de hacer una crítica despiadada o buena, como si supiesen. ¿Cuándo hemos normalizado que un tontolaba que ha comido siete veces seguidas caliente pueda decirle al resto del universo lo que es bueno o malo?".

El cocinero ha explicado que él no puede decir a alguien que no escriba lo que quiera porque es su opinión -"Como hoy tenemos todos libertad y tal...", ha espetado-, pero advierte que no va a dejar que la gente haga "todo ese show".

No obstante, Rodríguez considera que hay ciertos comensales que, a su parecer, "todavía son peores, más necios", que "quieren notoriedad de los likes". "A mí no se me ocurre enseñar la factura de lo que ha costado", critica, un gesto que él considera de mal gusto, "obsceno y grotesco".

"Yo siempre voy a defender al cocinero y al trabajador porque estoy ahí detrás y sé lo que cuesta mantener un restaurante", ha insistido. "Venga usted a comer y déjeme en paz", concluye.