En España, casi uno de cada 10 trabajadores en activo se dedica a actividades relacionadas con la hostelería. Sin embargo, este sector, vital para la economía de nuestro país, sigue escondiendo muchas realidades incómodas en la trastienda.
Salarios bajísimos que derivan en condiciones de vida precarias, jornadas interminables y condiciones laborales que, en la mayoría de los casos, resultan prácticamente incompatibles con la vida personal son el pan de cada día de aquellos que utilizan el delantal como uniforme de trabajo.
Trabajos que son el pilar fundamental sobre el que se sostiene un turismo que cada año bate récords son también los grandes olvidados del sistema. Jornadas de 12-14 horas con apenas unos minutos de descanso para malcomer y, muchas veces, incluso sin un contrato legal, son una realidad en España.
La experiencia de un cocinero como chef privado
El chef Chaná Barrios está al frente de SoCool Private Chef en Palma de Mallorca, un servicio de chefs privados especializados en la organización de todo tipo de eventos.
Su trabajo consiste en diseñar experiencias gastronómicas personalizadas que van desde cenas románticas a la luz de las velas hasta fiestas privadas a bordo de yates o en chalets de lujo.
En un vídeo compartido en su perfil de TikTok, este cocinero ha abierto un buen melón al hablar alto y claro sobre las tarifas que cobra un chef privado en Europa.
En tono tajante ha puesto encima de la mesa la infravaloración de esta modalidad de trabajo, en el que muchos piensan que si pretenden cobrar más, no encontrarán a nadie que pague por su trabajo.
"Si estás cobrando como un camarero con delantal, tenemos que hablar", espeta el chef al arrancar el vídeo. Para Barrios, el precio a pagar por una cena privada no puede compararse con el servicio habitual en un restaurante.
"Una cena privada no es sólo cocinar. Es diseñar un menú a medida, adaptarte a todas las intolerancias, llevar material, cocinar, servir. Cuando todos se van, limpiar, desmontar y volver a casa", explica para resumir en pocas palabras la complejidad y carga de trabajo que supone organizar este tipo de eventos.
El precio que se paga por una experiencia de este tipo
Barrios denuncia que muchos chefs que están empezando a hacerse un hueco en el sector como cocineros privados siguen aceptando condiciones que no reflejan la calidad y el esfuerzo que implica este tipo de servicios.
Según sus palabras, en Europa un chef privado debe cobrar "entre 90 y 150 euros por comensal en cenas privadas". Y en el caso de villas de lujo o eventos de alta gama, los honorarios pueden elevarse considerablemente.
Pero más allá de quedarse en meras cifras, Chaná Barrios insiste en que es necesario un cambio en la manera de ver las cosas. Explica que, en estos casos "lo mejor es que el cliente no paga por técnica. Paga por confianza, exclusividad y paz mental".
En este sentido, el chef destaca que el valor real de una cena privada está en la experiencia global que se ofrece al cliente, desde la selección del producto hasta el último detalle del servicio. "El valor aquí no es igual ingrediente. Es igual a una experiencia completa", insiste.
Además, Barrios es contundente cuando se dirige a los cocineros que están intentando abrirse camino en este tipo de trabajos.
"Si sigues cobrando igual que en un restaurante, vas a acabar igual que en uno", indicando que aceptar tarifas demasiado bajas solo servirá para perpetuar la precariedad de las condiciones en los restaurantes tradicionales.
