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El cachopo es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía asturiana. Un plato contundente, sabroso y con identidad propia. Tradicionalmente, se prepara con dos filetes de ternera rellenos de jamón serrano o cecina y queso, empanados y fritos hasta alcanzar ese característico crujiente. Sin embargo, en Casa Gelu, un restaurante asturiano ubicado en Avilés, este clásico tiene su propia versión.

En este peculiar local avilesino, este clásico asturiano rompe moldes con una versión sin rebozado que ha causado más de una polémica. El influencer gastronómico, Pablo Cabezali, conocido en redes como Cenando con Pablo, visitó el local y compartió su experiencia en uno de sus vídeos de YouTube."Tienes que venir con la mente abierta, no sabes lo que te vas a encontrar, pero comer se come bien", resume en el vídeo.

Más allá de la comida, el restaurante es toda una experiencia nada más se entra por la puerta: camisetas del Real Oviedo decoran las paredes, carteles como "No hay wifi pero sí hay sidra" y el calendario del año incluye un montaje del dueño junto a Isabel Díaz Ayuso y Santiago Abascal. "Es un sitio con controversia y el restaurante más peculiar de todo Asturias", asegura Cabezali.

El trato, eso sí, convence desde el principio. "Los camareros cantan los fuera de carta y te indican los precios al momento. Te escancian la sidra y todas las mesas nos han dicho que vamos a comer muy bien", relata el youtuber.

Entre los platos que prueba Cabezali destacan las almejas al ajillo (35 euros), que calificó como "muy buenas", el virrey (también 35 euros) y el postre tradicional rebautizado como brazo de payo, una versión del bizcocho enrollado y relleno de crema, por 5 euros. También probó un helado de mojito, elegido por el propio dueño del local, que describió como "muy fresco".

Pero la gran controversia llegó con el cachopo. "Pero si no está empanado ni nada", se quejaba Cabezali al recibir el plato. La respuesta del camarero fue rotunda:

"Esto es un cachopo de verdad, lo que te dan por ahí es metralla rebozada. No caballero, no está rebozado, eso es cuando lo quieren engañar o envenenar. Cuando el cachopo es como debe ser, está relleno y con carne. Si lo rebozan, bueno no es. El cachopo es así", sentencia.

En cuanto al dueño y pese a que al comienzo del vídeo esperaban encontrarse con un propietario más excéntrico aún, Gelu se mostró algo más comedido de lo habitual. Aún así, no faltaron los chascarrillos y comentarios de dudoso gusto que confirmaron la fama del local.

"Un sitio divertido, pero tienes que venir con la mente abierta. No sabes lo que te vas a encontrar y su propietario es un auténtico espectáculo en el local", concluía Cabezali.