Refrescos de cola

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Actualidad gastronómica

El refresco palestino que boicotea a Coca-Cola y ya se vende en 15 países: "No somos una gran empresa"

Mohamed y Ahmad Hassoun lanzaron la bebida en 2024 como protesta contra Estados Unidos por apoyar a Israel en su guerra contra Gaza.

Más información: El polémico 'tuit' del líder de una reconocida lista gastronómica: "Un millón de gazatíes por cada israelí".

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Vas a un bar y quieres beber algo que no lleve alcohol. Te ofrecen Coca Cola, Fanta, Sprite, Nestea, agua embotellada Bonaqua, Aquarius o zumos Minute Maid. Parecen bebidas diferentes, pero todas tienen algo en común: pertenecen a la misma empresa, a Coca Cola.

Pese a su omnipresencia, las ventas del gigante de las bebidas azucaradas han sufrido caídas en países como Egipto, Indonesia, Arabia Saudita o Pakistán, tal y como expone este artículo del Financial Times.

Los hermanos palestinos Mohamed y Ahmad Hassoun son, en parte, responsables de ese desplome. En marzo de 2024, juntos lanzaron Palestine Cola, un refresco que nace para boicotear a las marcas que consideran cómplices de la guerra de Israel contra Gaza.

Coca Cola ha sido acusada de beneficiarse de los asentamientos israelíes ilegales a través de su fábrica situada en Atarot, en la Cisjordania que se considera ocupada (aunque la ONU no la ha incluido en su lista de empresas con actividades en asentamientos ilegales). Además, se trata de una compañía estadounidense, país que vende armamento militar a Israel.

Por estas razones, muchos consumidores de diversas partes del mundo han decidido dejar de comprar la famosa bebida carbonatada, evitando así dar visibilidad y beneficios a una marca que presuntamente apoya de manera indirecta las políticas israelíes.

Una bebida con propósito

Palestine Cola fue creada en Malmö (Suecia) bajo la empresa Safad Food AB, quien asegura que "el 100% de los beneficios" se donan a proyectos humanitarios en Palestina a través de la Fundación Safad (apoyo a orfanatos, proyectos de vivienda para desplazados, reconstrucción de infraestructura civil, etc.).

Sin embargo, existe cierta polémica sobre la transparencia de esas donaciones y se debate sobre si es realmente activismo genuino u oportunismo.

Aun así, según datos de la empresa, su éxito ha sido mayúsculo: en la primera semana del lanzamiento vendieron un millón de latas y los primeros cinco meses, 16 millones.

La marca ha logrado una distribución internacional y está presente en más de 15 países, incluyendo España, Alemania, Reino Unido, Francia, países escandinavos, Bélgica y Países Bajos.

Su propósito es llegar a 200 países, aunque no se identifican con una multinacional: "No somos una gran empresa: somos un proyecto consciente que apoya directamente a personas afectadas por la ocupación y la injusticia".

Mohamed y Ahmad, cuya familia originaria de Safed (Israel) fue expulsada de la ciudad durante la Nakba de 1948, son un ejemplo más de cómo la gastronomía se relaciona con la política y cómo los consumidores no son sólo espectadores pasivos de los hechos sociales, sino que pueden influir directa o indirectamente en ellos.

Por el momento, Palestine Cola ha cumplido, al menos, uno de sus objetivos principales: mantener viva la conversación sobre Palestina en el escenario global.