Con las vacaciones de verano, todo el mundo se lanza a la búsqueda de la mejor playa, el mejor chiringuito, o el rinconcito con la mejor relación calidad-precio.

Desgraciadamente, por comodidad o desconocimiento, la mayoría tendemos a terminar en los mismos sitios masificados de siempre.

El ejemplo por antonomasia de ese turismo masivo y devorador es Benidorm, llamado a veces "la Nueva York del Mediterráneo" (salvando bastante las distancias, claro).

Sin embargo, a sólo 15 kilómetros de allí, enclavado en el sereno valle de Tárbena, al pie de la majestuosa Peña de Oro, se encuentra Bolulla, un pequeño pueblo alicantino que muy poca gente conoce.

Con apenas 486 habitantes, Bolulla es mucho más que un destino turístico de montaña. Es una localidad que guarda celosamente algunas de las delicias culinarias de la Marina Baja.

¿Qué comer en Bolulla?

Entre las joyas gastronómicas de Bolulla destaca el arròs amb fesols blancs i card (arroz con alubias blancas y cardo), considerado uno de los platos más emblemáticos del lugar.

Se trata de un plato contundente que combina el arroz bomba con alubias blancas, cardos frescos, y una variedad de carnes que incluyen cerdo, pollo y cordero, todo ello sazonado con azafrán y cocinado lentamente en grandes calderos.

El arròs amb fesols i naps es una variante igualmente apreciada que incluye nabos junto a las alubias, y que se prepara tradicionalmente en ocasiones especiales.

Este plato, que requiere más de tres horas de cocción, se considera uno de los más representativos de la gastronomía valenciana de interior.

Por otra parte, el cuit amb pilotes (cocido con pelotas) es otro de los platos insignia de Bolulla. Este contundente guiso combina garbanzos, verduras de temporada como cardos, nabos, zanahorias y patatas, con una selección de carnes que incluye gallina, cerdo y ternera.

Lo que hace especial a este plato son las "pilotes" o pelotas, unas albóndigas grandes elaboradas con carne picada, pan remojado, huevo, especias y hierbas aromáticas, envueltas en hojas de col.

El restaurante del que más se habla

El Bar L'Era, establecimiento de Bolulla con vistas al mar y a la montaña, es conocido por su excelente preparación de este plato, con una receta transmitida de generación en generación. Otra de sus especialidades es el arroz meloso con pulpo de la bahía de Altea.

Abierto en 1997, está centrado en cocina mediterránea y española, y destaca por sus tapas, arroces y carnes, servidos en un ambiente familiar que refleja la esencia del pueblo.

Los comensales elogian a menudo la calidad de sus platos tradicionales, especialmente las empanadillas típicas de Bolulla rellenas de espinacas.

"Sin duda, bares de los que ya no quedan. Calidad, cantidad y buen precio", sentencia una de las reseñas que pueden leerse en su página web.