El pasado 28 de abril se estrenó 'La flor y nata', una nueva entrega de Chef's Table, que coincide con el X aniversario de la plataforma Netflix y que repasa la historia y trayectoria de cuatro figuras emblemáticas que han dejado una huella indeleble en la gastronomía mundial: Jamie Oliver, José Andrés, Thomas Keller y Alice Waters.

El segundo episodio de 'Legends', como se titula la docu-serie en inglés, sirve para humanizar y acercar al cocinero —para muchos convertido en héroe— que es el asturiano José Andrés, una de las figuras más influyentes de la cocina contemporánea, no solo por si trabajo tras los fogones, sino el que realiza al frente de la ONG World Central Kitchen, desde la que reparte comida a aquellos que se atraviesan por crisis climáticas (como ha ocurrido recientemente con la DANA de Valencia) o humanitarias (como el conflicto entre Gaza e Israel).

En su periplo, que Netflix resume en 51 minutos, recorre destinos como su Asturias natal, Barcelona, ciudad que le acogió de estudiante y Cádiz, desde donde zarpa el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, al que el chef se subió para cocinar en una de sus travesías. En la misma provincia, uno de los escenarios más significativos, que ya mostró anteriormente el cocinero durante la docu-serie José Andrés y familia en España, es Sanlúcar de Barrameda y, en concreto, un bar con sabor a historia y tradición: Casa Balbino.

Fundado a comienzos del siglo XX por Balbino Izquierdo Aldea, el establecimiento comenzó como una tienda de ultramarinos que fue evolucionando hasta convertirse en uno de los bares más emblemáticos de Andalucía. Hoy en día, Casa Balbino es una institución en Sanlúcar, famosa por sus tortillitas de camarón, consideradas por muchos como las mejores de toda la provincia.

Estas tortillitas, finas, crujientes y elaboradas con camarones frescos pescados en las aguas del Guadalquivir, se han convertido en el símbolo de una cocina profundamente arraigada en la tradición local. Su receta, sencilla pero precisa, ha sido perfeccionada durante décadas y representa el alma de la gastronomía sanluqueña.

Entre imágenes intercaladas que muestran momentos de disfrute en una barra, se ve cómo el asturiano esboza una sonrisa tras verlas llegar en manos de un camarero. Acto seguido, tras coger una para admirar su perfecto color dorado, procede a su degustación. No es lo único a lo que le hinca el diente el cocinero, también hay pescaíto frito y otro tapeo clásico con el que José Andrés pone el foco en los sabores de bares humildes y familiares como Casa Balbino que han marcado su manera de entender la cocina.

Casa Balbino ofrece, además de su icónica tortillita, una amplia variedad de tapas frías y calientes, guisos caseros, marisco fresco y pescados fritos. Su decoración, que combina fotografías antiguas de Sanlúcar con detalles taurinos, contribuye a crear un ambiente que invita a quedarse, a disfrutar sin prisas y a saborear la historia.

La presencia de este bar gaditano en una serie como Chef’s Table supone, una vez más, un reconocimiento internacional al valor de la cocina tradicional española. Lugares como Casa Balbino, nacidos del esfuerzo familiar y la pasión por el producto local, demuestran que la excelencia gastronómica también se encuentra lejos de los focos y los manteles largos.