Se podría decir que casi podemos cruzar España de croqueta en croqueta. Una elaboración icónica ligada a la tradición que en cada región adquiere un peso y una particularidad distinta, llevando en su interior un poquito del ADN que la caracteriza. 

Así ocurre con tres destinos que hoy, tomando de excusa el Día de la Croqueta, están más conectados y se pueden recorrer en busca de sus mejores propuestas. A Madrid, Valencia y Barcelona les separan escasas horas y billetes de tren desde 9€, los que ofrece OUIGO, poniendo el viaje más fácil. 

¿Dónde comer las mejores croquetas de Madrid, Valencia y Barcelona?

Barcelona

La Ciudad Condal suele desprender un aroma a pollo asado que viene impregnado en su patrimonio culinario. Ese pollo rustido que se convierte en el alma de muchas croquetas que se elaboran en sus tabernas, bodegas y restaurantes. Pero no son las únicas. 

Croqueta y Presumida

Catacroquet (C. de los Almogávares, 211)

Este moderno restaurante barcelonés es un lugar imprescindible para los verdaderos amantes de las croquetas. Con una carta creativa dividida entre "lo croquetable" y "lo no croquetable", ofrece opciones diferentes como la auténtica croqueta de chipirones en su tinta, de foie con manzana o la de queso de cabra con mermelada de tomate. ¿Una recomendación? Animarse con las menos convencionales, como la de foie con manzana, y así explorar nuevas y deliciosas variaciones de este clásico español.

Leku (C. de Joan Güell, 189)

El chef Sergi Amo ha convertido a Leku en un templo culinario en Barcelona, destacando la croqueta como la tapa reina. Su enfoque en la calidad se refleja en especialidades como la croqueta de rabo de buey o de setas. El secreto radica en una bechamel breve y cremosa que realza el guiso de rabo de buey, cocido a fuego lento durante cuatro horas, y en la preparación de la masa 24 horas antes. Este meticuloso proceso garantiza una experiencia gastronómica excepcional con cada bocado.

Madrid

De su faceta más castiza brotan inumerables rincones que rinden tributo a la reina de las tapas. Templos históricos conviven con desafiantes que se lanzan a lo creativo. 

Solo de Croquetas

Casa Julio (C. de la Madera, 37)

Esta taberna castiza en el céntrico barrio de Justicia en Madrid destaca por ofrecer algunas de las mejores croquetas de la ciudad, generando auténtica pasión entre sus clientes -incluido algún celebrity, como Bono de la banda de música U2, cuya visita está inmortalizada en una de las paredes del bar-. Su variada carta incluye desde la clásica croqueta de jamón, queso azul o picadillo, hasta opciones más inusuales como croquetas de morcilla con membrillo, de espinacas, pasas y queso gorgonzola, de bonito, huevo y cebolla, o croquetas de setas y puerros. 

Solo de croquetas (Av. De la Reina Victoria 15)

El sitio más famoso de la zona de Cuatro Caminos, apreciado por los madrileños, dedicado exclusivamente a los amantes de las croquetas. Con una amplia variedad de opciones dulces y saladas, este restaurante permite incluso comprar o regalar suscripciones mensuales para disfrutar de sus preciados bocados. También es inclusivo, ofreciendo opciones para aquellos con intolerancias alimentarias como la lactosa, celíacos o veganos, con una carta adaptada a todas las necesidades. Cuentan con el menú CRO-CATA BÁSICA, que ofrece una degustación de ocho croquetas por persona, y una bebida a elegir. 

Cotorrita Bar (C. Santa Engracia 33)

Cotorrita, ubicado cerca de la Plaza de Olavide, es otro lugar muy céntrico que destaca por su oferta variada de tapas. Fundado por Andoni Goicoechea, presidente de GOIKO, y Fernando, ex ejecutivo de multinacionales, su plato estrella es la croqueta de langostino o carrilleras, solo apta para paladares que buscan sabores intensos y una textura perfectamente crujiente.

Valencia

La despensa del mar que baña la ciudad nutre parte del recetario 'croquetero' que se reparte en muchos de sus locales. 

9. Croquetea - Valencia

La Kroqueta (C. Explorador Andrés 2, Bajo)

Este local de comida para llevar está especializado exclusivamente en croquetas caseras, ofreciendo una impresionante selección de más de 30 variedades. Merece la pena darse el paseo para hincarle el diente a algunas de sus opciones más innovadoras, como las de wagyu, fideuá o lentejas. 

La Pilareta (Carrer del Moro Zeit, 13)

La Pilareta, un bar histórico fundado en 1917 en Valencia, es conocido por sus tapas tradicionales, especialmente las clóchinas, mejillones típicos de la zona. Ubicado en el barrio del Carmen, cerca de la Lonja de la Seda, promete un ambiente acogedor, además de auténtico. Entre sus recomendaciones, como no podía ser de otra forma, están las croquetas de mejillones o clóchinas. Un paseo por el corazón de la ciudad puede mejorar con una parada en este rincón con historia y rendirse a los pies de la auténtica cocina valenciana.

Croquetea (C.Sueca, 6)

Este pequeño local valenciano, como su nombre indica, se especializa en croquetas. Las suyas, advierten, son ecológicas y caseras, hechas a mano. Su carta abarca desde las clásicas de jamón y cocido hasta opciones que le dan un giro al guion como las de berenjena y parmesano, chile chipotle o pato y salsa hoisin, entre otras. Tradición y creatividad fundidas en unas croquetas de alta calidad y rico sabor. 

Súbete al tren de la 'croqueta', que el viaje sea suave y ligero como una lograda bechamel y la recompensa crujiente y sabrosa, donde haya sustancia que morder.

Uno de los vagones de OUIGO