En la primera edición, Cerezo se llevó el premio a la tarta de queso más fea de la historia, aunque según cuentan, de sabor estaba riquísima. En ediciones posteriores, platos como el “León come gamba” o la “Bomba de sangre” se hicieron virales por las duras críticas recibidas por el jurado, pero ha tenido que llegar la quinta edición para descubrir el peor plato de la historia de Masterchef.

Reconozcamos que no es fácil improvisar una receta cuando solo tienes unos minutos para pensarla y elegir los ingredientes que necesitarás para prepararla. El tiempo limitado para cocinar también juega en contra y, por supuesto, el exceso de osadía cuando uno de los concursantes intenta innovar puede ser el peor de los verdugos.

La historia tras el peor plato de Masterchef

Era el segundo programa de la quinta edición y la primera prueba de cocinado individual en plató. El objetivo de la misma, cocinar un plato con ingredientes de libre elección pero con el único requisito de que el coste de los ingredientes utilizados no podía exceder los 10 euros. En esta ocasión, dadas las características especiales de la prueba, disponían de 5 minutos para hacer la compra en vez de los 3 habituales y los productos del súper tenían el precio marcado, eso sí, debían elegir los ingredientes sumando precios mentalmente.

Pasarse de los 10 euros en la compra, aunque no eximía de la realización de la prueba, sí tenía como castigo un delantal negro que les situaría directamente en la prueba de eliminación. Motivo extra de presión a la hora de comprar.

Hubo de todo, desde José Luis, que con poco más de siete euros consiguió un puesto de capitán para la prueba por equipos hasta Edurne que, sin darse cuenta, casi dobló el presupuesto asignado.

Para animar la prueba, el programa contó con la presencia del jovencísimo chef Javier Aranda que, para dar ejemplo, realizó la prueba a la par que los concursantes.

Manzana asada con espuma de gazpacho y huevo poché relleno

Finalizada la prueba, los jueces eligen seis de los platos elaborados dentro del presupuesto y, uno a uno, van pasando por el atril,… un pisto con una rica merluza, un buen arroz de marisco, un carpaccio con tanta pimienta que casi mata a Pepe Rodríguez… Y en último lugar, el turno de Paloma, su plato, una manzana asada con espuma de gazpacho y huevo poché.

Caras de circunstancia, poca intención de meter la cuchara, un intento de Jordi de quitar un poco de hierro al asunto con un paso al frente cuchara en mano dispuesto a probar algo que, a priori, no tenía las de de ser un plato ganador y críticas muy duras cuando el chef dio la vuelta a la cazuelita y pudimos ver todo el contenido del plato.

¿Cómo arreglaría yo el peor plato de Masterchef?

Porque no es que la manzana verde, el gazpacho y el huevo no se lleven bien, todo lo contrario, en Cocinillas hace mucho tiempo os dejamos una receta que los combina a la perfección y que nos sirve para explicar cómo arreglar el pequeño desastre de Paloma.

En esta ocasión, la cazuelita la usamos para colocar unos cubitos de hielo que nos mantenga fría una base de verduras bien troceadas y aliñadas.

Podríamos darle un toque más sofisticado si en vez de servir el huevo duro troceado colocamos un huevo cocido a baja temperatura sobre las verduras ya que en los 45 minutos de la prueba daba tiempo de sobra. Finalmente, en el momento de presentar el plato, lo terminaríamos vertiendo sobre las verduras y el huevo, el gazpacho muy bien triturado y, de ser necesario, colado a través de un chino para que la textura fuese lo más fina posible.

Estoy segura de que después de la sobredosis de pimienta en el carpaccio, Pepe habría rebañado el vaso de esta versión de gazpacho de manzana. ¿Qué opináis vosotros?