No solo ahora que estamos en plena temporada de setas, sino durante todo el año. Gracias a las setas de cultivo, este alimento es de los que siempre suelen estar presentes en la sección de frutas y verduras de nuestro supermercado habitual.

Pero tanto los humildes champiñones, las cada vez más populares setas de ostra o los ejemplares más codiciados de boletus o amanitas cesáreas, tienen algo en común y es lo delicadas que son y lo rápido que se estropean una vez que dejan de formar parte de la tierra en la que nacieron.

Es posible que, si se trata de unos cuantos níscalos o alguna macrolepiota recolectada en un paseo por el bosque, no sea necesaria mucha conservación porque seguramente acaben formando parte de la cena ese mismo día. Pero si has vuelto a casa con una buena cesta de setas variadas o si no te queda más remedio y tienes que comprar las setas en el supermercado, lo que vamos a contarte ahora te interesa, pues te vamos a enseñar cómo guardar las setas en la nevera para que aguanten bien durante al menos una semana o incluso algún día más.

Cómo guardar las setas en la nevera para que duren más

Puede resultar curioso, pero la misma humedad que hace que broten las setas, es su principal enemigo después de arrancarlas de la tierra, por eso debemos guardar las setas en la nevera protegidas de la luz y la humedad y, a continuación, os contamos cómo hacerlo.

1: Elegir bien las setas

Ni qué decir tiene que, si lo que queremos conservar son setas compradas en el supermercado, debemos asegurarnos de comprarlas bien frescas, que no estén rotas, no estén mustias, no tengan moho en la superficie ni presenten alteraciones en el color. Quiero decir, por ejemplo, que si compras champiñones, lo mejor es que compres los más blancos que puedas encontrar.

2: Limpiarlas adecuadamente

En el caso de setas cogidas en el campo, habrá que retirar bien la tierra con ayuda de un cepillo y repasarlas con un paño ligeramente humedecido hasta eliminar toda la suciedad, pero jamás las lavaremos bajo el grifo. Si lo hacemos, las setas absorberán agua que luego soltarán al cocinarla y perderán mucho sabor.

En el caso de setas compradas en el supermercado, será mucho más fácil porque no suelen venir con tierra, así que bastará con repasarlas bien con un trapo húmedo.

3: Guardar las setas en la nevera

Lo ideal es guardar las setas en una bolsa de papel opaca, que impida el paso de la luz y que evite la condensación en el interior. Son perfectas las bolsas que usan ahora muchas panaderías para el pan.

Siempre debes evitar guardar las setas en la nevera dentro de la bandeja de plástico envuelta en film en las que normalmente te la encuentras en el supermercado.

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Si no tienes una bolsa de papel a mano, también conseguirás buenos resultados forrando un táper con papel absorbente y colocando las setas en capas separadas por hojas de papel, de manera similar a la que vimos para conservar las hojas de ensalada.

Una vez tengamos las setas bien protegidas de la humedad, solo nos quedará dejar nuestra bolsa o nuestro táper “empapelado” en la parte baja de la nevera para ir sacando las setas según las necesitemos.

Guardar las setas en la nevera correctamente es muy sencillo y, conseguiremos que nuestras setas aguanten muchos más días en buenas condiciones.

Si aún así, te has hecho con una cantidad de setas enorme y necesitas conservarlas durante más tiempo, también hay maneras de hacerlo. bien sean conservas, escabeches, etc. Te lo contamos con todo detalle en esta entrada dedicada a las setas de otoño.

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