Hay cosas que son universales y que no cambian por muy moderno que se vuelva el mundo. Cuando somos niños, en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento de la historia, el mejor momento del día es la hora del recreo, esos 30 minutos en mitad de la mañana para jugar con los demás niños, para ver al niño o niña de otra clase que te gusta más que los demás, para correr tras el balón soñando que algún día serás como tu futbolista favorito…

Pero el tiempo pasa, nos hacemos mayores y un buen día caemos en la cuenta de que sin saber ni como lo hemos perdido. Estamos demasiado ocupados haciendo cosas que creemos importantes, algunas incluso hasta nos hacen felices, pero siempre nos falta tiempo.

La importancia de disfrutar del recreo

¿De verdad? ¿Es realmente cierto que no podemos dedicar ni media hora al día a disfrutar como niños? Yo creo que no, hace unos cuantos años, en una época de esas en las que el trabajo nos desbordaba, un compañero me planteó algo que ilustra muy bien lo que os quiero decir, me dijo que me parase a pensar que si el presidente de los Estados Unidos que debe ser un hombre ocupadísimo porque tiene una responsabilidad enorme se puede permitir salir a correr una hora diaria, nosotros no tendríamos que ser menos y creo que tenía razón.

Y el otro día, en uno de mis “recreos” navegando por la red me llamó la atención un vídeo de un anuncio de Babybel en el que unos niños se quejan de que sus padres están demasiado ocupados y de que no lo pasan bien porque en su trabajo no hay recreo. Por eso un día les invitan al suyo y ya os podéis imaginar lo bien que se lo pasan todos.

Es simple, todos necesitamos nuestra hora del recreo, para disfrutar de la merienda sin prisas, para disfrutar del sol, para ser sociales, para ser nosotros mismos y no dejar escapar nunca a ese niño feliz que todos llevamos dentro. Porque con la que nos está cayendo vivimos tan preocupados por el futuro que nos estamos olvidando de disfrutar del presente y más grave aún, algo que a menudo veo en conocidos que tienen hijos, que muchos niños de hoy se están criando prácticamente solos o con la compañía de la videoconsola más moderna.

Definitivamente, hay que recuperar la hora del recreo.

Imagen| www.eslahoradelrecreo.com