El endocrino Francisco Óscar Rosero (RedMásTV)

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Salud

Francisco Rosero, endocrino, advierte a España: "No tomes nunca el café en ayunas. Bebe antes un vaso de agua"

La toma de café en ayunas o incluso como única forma de "desayuno" es algo muy común en países como España. Sin embargo, no sería la mejor opción.

Más información: Por qué no debes tomar nunca el café con el estómago vacío: el aviso de los nutricionistas

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El café es una de las bebidas más conocidas, consumidas y estudiadas, con el permiso del agua y de infusiones como el conocido té verde. De hecho, no son pocos los que usan el café, solo o con algún acompañamiento, como forma de desayuno sin añadir ningún otro alimento. Pero, aparte de esto, es muy común consumir café en ayunas sin haber tomado ningún alimento o bebida previamente. Y esto podría ser un error.

Así lo explica el Dr. Rosero, conocido endocrinólogo y divulgador, en uno de sus últimos videos en las redes sociales: no sería desaconsejable consumir café por las mañanas, pero sí sería adecuado no tomarlo en ayunas. Como mínimo, habría que tomar un vaso de agua previamente.

El Dr. Rosero empieza su intervención alertándonos de que la toma de café en ayunas no debería ser una costumbre común, y que es muy fácil de modificar: "No te tomes el café en ayunas. Recuerda esto: siempre antes de tomar el café, debes tomar un vaso con agua. ¿Por qué es importante esta acción? Llevas más de ocho horas durmiendo sin tomar nada. Tu cuerpo se levanta deshidratado".

Rosero explica que, tras esta deshidratación nocturna, la toma de café de forma directa no sería la mejor forma de activar nuestro organismo, especialmente nuestro sistema digestivo y nuestro cerebro. En dicho aspecto, el agua sí sería una mejor forma de activarnos y rehidratarnos, dado que el café puede empeorar dicha deshidratación.

Por otro lado, aunque Rosero no lo comenta en esta ocasión, existe evidencia de que el café puede estimular la secreción de cortisol matinal. Dicha secreción ya ocurre de forma natural dentro del ritmo cirdadiano del cortisol pero, aunque no es algo que se produzca en todo el mundo, la toma de café en ayunas de forma directa puede exacerbar dicho pico de cortisol natural, dando lugar a nerviosismo y taquicardias en determinadas personas.

Por otro lado, cuando tomamos agua, según explica Rosero, vamos a diluir los ácidos gástricos previamente a la toma de café. Así, cuando tomamos el café, este será menos irritante que si lo tomamos de forma directa. El café, incluso en su formato descafeinado, puede estimular la secreción del ácido clorhídrico estomacal. Si hay alimentos, estos pueden paliar dicha secreción; sin embargo, con el café en ayunas, pueden producirse síntomas de ardor y molestias gástricas, dado que no hay ningún otro alimento 'absorbiendo' dicho jugo gástrico.

Además, si tomamos el café caliente en ayunas, es posible sufrir una irritación tanto de la mucosa oral como de la esofágica, dado que no ha habido una "preparación" previa de dicha mucosa, la cual puede encontrarse deshidratada por el paso de toda una noche. De nuevo, existirá más sensibilidad en unas personas que en otras para acabar sufriendo dichos síntomas.

Pero, además de todas las advertencias del Dr. Rosero, también se sabe que en algunos casos la toma de café en ayunas puede llegar a provocar picos transitorios de insulina, a pesar de que esta bebida sin otros añadidos apenas contiene calorías. Esto, a su vez, produciría una reducción de glucemia o azúcar sanguíneo de forma paradójica, dando lugar a una hipoglucemia reactiva en ciertas personas. De nuevo, la toma de agua previa puede reducir esta respuesta; y si tomamos alimento, mejor si cabe.

Finalmente, se sabe que la cafeína tiene un efecto diurético, leve pero conocido. Dicho efecto puede estar más exacerbado tras el paso de toda la noche y la mencionada deshidratación. En este caso, la toma de agua colaboraría en evitar un posible desequilibrio electrolítico, algo más importante si cabe en aquellas personas propensas a sufrir cálculos renales o piedras en el riñón, o aquellos que sufren un exceso de ácido úrico sanguíneo.