Solo el 24% de las interrupciones del embarazo en nuestro país utilizan el método farmacológico.

Solo el 24% de las interrupciones del embarazo en nuestro país utilizan el método farmacológico. Cristina Pita

Salud

Radiografía de la píldora abortiva en España: por qué sólo se utiliza en el 24% de los casos

La interrupción del embarazo en la sanidad pública y en la atención primaria aumenta la probabilidad de utilizar métodos farmacológicos.

11 abril, 2023 02:55
Marcos Domínguez Cristina Pita

La revuelta judicial contra la mifepristona en Estados Unidos sorprende al tratarse de un medicamento aprobado hace más de 20 años. En este tiempo, la eficacia y seguridad de la píldora abortiva se ha demostrado ampliamente y son muchos los países donde es la opción preferida para interrumpir el embarazo. Sin embargo, no lo es en España, donde casi la mitad de las comunidades solo la utilizan en menos del 10% de los casos.

Solo el 24% de los abortos realizados en España en 2020 utilizaron la vía farmacológica, según una guía sobre el tema publicada el año pasado por el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, las diferencias autonómicas son extremas: en Extremadura solo el 0,33% de las intervenciones fueron farmacológicas; en Madrid, el 1,58%; en Canarias, el 2,15%.

En cambio, Cantabria, Navarra, Cataluña y Baleares lideran el uso de la mifepristona. La última lo hace con una amplia diferencia: 70,27% frente a la siguiente, Cantabria, que informó de un 66,31% de abortos realizados mediante el método farmacológico.

A nivel nacional, los datos contrastan con los de Francia (país donde se aprobó la mifepristona en 1988), donde el 70% de las interrupciones voluntarias del embarazo siguen el método farmacológico. En Portugal el porcentaje es incluso mayor, del 72,4%, mientras que, en Reino Unido, Inglaterra y Gales alcanzan el 73% (en Escocia es el 49,3% e Irlanda del Norte no proporcion datos).

Incluso en Estados Unidos, país donde asociaciones y jueces ultraconservadores están intentando poner en jaque el derecho al aborto, la utilización de la mifepristona supera el 50%, cuando hace un lustro no llegaba al 40%.

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Aprobada en dicho país el año 2000 (España la autorizó por las mismas fechas), ha sido ahora cuando juez texano Matthew Kacsmaryk ha ordenado la paralización de su administración tras una denuncia de una organización ultraconservadora.

En la sentencia, afirmaba que la FDA aprobó el fármaco de manera ilegal, sin evaluar el impacto negativo que podía tener en la salud de las personas, desde sus efectos psicológicos hasta las consecuencias médicas a largo plazo.

Una contraorden del juez de Washington Thomas Rice ha blindado su presencia en 17 estados que habían demandado protección, todos ellos controlados por demócratas. La Administración Biden dispone de 7 días desde el viernes para apelar la primera sentencia, que buscaba dar el portazo definitivo al aborto en Estados Unidos tras la anulación de la dictamen del caso Roe vs Wade, que protegía a las mujeres que quieren abortar.

"La evidencia de la eficacia y seguridad [de la mifepristona] no tiene vuelta de hoja desde el punto de vista científico: es aplastante, tanto por la propia cantidad de artículos existentes sobre ella como por la experiencia que tenemos", sentencia José Ramón Serrano, portavoz de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.

A largo plazo no se ha visto ningún efecto perjudicial y, respecto al impacto psicológico, el ginecólogo apunta que se debe al propio proceso, no al método de elección para realizarlo, ya sea quirúrgico y farmacológico, por lo que no tiene sentido revocar la autorización de uso.

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Con respecto a nuestro país, el médico achaca el 'retraso' en el uso de la píldora abortiva a la mayor reticencia de las mujeres con "cualquier cosa que tenga que ver con las hormonas". "Por ejemplo, el consumo de la píldora anticonceptiva es muy inferior al de portugueses, franceses e ingleses".

Aborto en la pública o en la privada

Las diferencias regionales, en cambio, vienen dadas por el acceso desde la sanidad pública y, sobre todo, desde la atención primaria. En Murcia, Extremadura, Castilla-La Mancha y Aragón solo es posible acceder al aborto en centros privados. En Andalucía había 16 centros privados por tan solo uno público. Todas estas comunidades tienen bajos porcentajes de utilización de la mifepristona.

En cambio, Baleares notificó en 2021 siete centros públicos que realizaron abortos por tres privados: en Navarra, seis públicos y un privado. Cataluña tiene 68 públicos por 15 privados. "En cuanto se oferta desde la pública, el 90% de las mujeres elige el método farmacológico", apunta Serrano.

De hecho, Cataluña y algunas islas de Baleares son pioneras en ofrecer este servicio desde la atención primaria, algo fundamental para mejorar el acceso. "Es muy cómodo ir al ambulatorio, que tu médico de toda la vida te asesore, te controle y tengas un punto de referencia", explica el portavoz de la SEGO. En Cataluña, además, se ha ampliado el uso de la píldora hasta las 14 semanas de embarazo, cuando lo normal es que se aplique en las primeras ocho.

Un estudio del año pasado de ACAI, la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción voluntaria del embarazo, apuntaba que el 85,74% de las mujeres que acudieron a centros privados optaba por el método instrumental. La rapidez y seguridad del procedimiento era la principal razón, seguida de lejos por el miedo al dolor. En cambio, las mujeres que optaban por el uso de medicamentos alegaban el miedo a la intervención como principal razón, además de ser menos agresivo y traumático que la cirugía.

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Serrano opina que las clínicas privadas prefieren la intervención quirúrgica porque se realiza "en una sola tarde", frente al uso de medicamentos que requiere de tres o cuatro visitas rutinarias al médico.

En la primera, que es común a todos los métodos, el objetivo es informar sobre los procedimientos. En la segunda se ingiere la mifepristona de forma oral en consulta y se dan indicaciones pertinentes para la toma de un segundo medicamento, el misoprostol, que debe administrarse (de forma bucal o vaginal) entre las 24 y las 48 horas siguientes. Este puede tomarse en consulta o de forma domiciliaria. La siguiente visita se realiza entre los 15 y los 21 días siguientes a la última, para realizar un seguimiento.

Medicamentos esenciales

Tanto el método quirúrgico como el farmacológico son seguros y eficaces, si bien el primero es más complejo y, al tener que usar instalaciones hospitalarias, más caro. Por eso, Serrano conmina a fomentar el aborto farmacológico, "que es muy seguro y eficaz pero no se oferta".

Una revisión, publicada en 2015, sobre el aborto farmacológico durante el primer trimestre del embarazo, concluía que la eficacia se situaba entre el 96,12% y el 97,43%, con una tasa de efectos secundarios importantes de solo el 0,2%.

"Se puede afirmar que, en general, las mujeres están satisfechas con el aborto farmacológico, con tasas de satisfacción que rondan el 94%", apuntaban sus autores, liderados por Iñaki Lete, del Hospital de Araba en Vitoria.

En ella recordaban que la OMS recomienda la desmedicalización del aborto "en la medida de lo posible", La mifepristona y el misoprostol están incluidos en su lista de medicamentos esenciales, lo que implica que tienen que estar disponibles en todo momento, en cantidades suficientes y a precios asequibles.

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Mientras que el aborto quirúrgico se asocia a la inmediatez de sus resultados, el farmacológico tiene como ventaja la "participación de la mujer, una mayor autonomía e intimidad, la sencillez y la percepción de menor invasión". Pese a ello, la necesidad de evaluaciones periódicas y la percepción negativa que las pacientes puedener tener del protocolo a seguir figuran como barreras a su aceptación.

Hace dos años, la Dirección General de Salud Pública sacó a consulta una modificación del decreto que regula la interrupción voluntaria del embarazo que tenía como objetivo fomentar el uso de la mifepristona, un método "más económico, dado que el bajo coste de los fármacos empleados, junto con la simplicidad de las instalaciones requeridas, reducen el coste total de los procedimientos a un tercio de los quirúrgicos". Sin embargo, la consulta fue retirada de la web del Ministerio de Sanidad un par de días después sin dar más explicaciones.

Por eso, el portavoz de la SEGO urge a cambiar la situación del método farmacológico en España. "Es fundamental que la sanidad española asuma desde la atención primaria esta atención. La ley obliga a ofrecerlo y la experiencia que hay es buenísima. La atención tiene que ser simple, integral y sin barreras".