Uno de los pacientes tratados con piel de pescado.

Uno de los pacientes tratados con piel de pescado. Edmar Maciel

Salud Innovación terapéutica

Éste es el banco de piel de pescado para curar las quemaduras en Brasil

  • Su uso reduce en un día la hospitalización del paciente en las quemaduras de segundo grado superficial y en las quemaduras de segundo grado profundo los quemados se van a su casa una media de dos a tres días antes.
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17 agosto, 2017 03:27

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Un inocente artículo de accesorios de moda en un periódico local ha convertido a Brasil en un referente en innovación en tratamiento de quemados. Fue hace seis años. El reportaje hablaba de la delicadeza y resistencia de la piel de tilapia y su idoneidad para los accesorios femeninos.

Marcello Borges, cirujano plástico, leyó en esa publicación que el 99% de la piel de ese pescado acababa en la basura, y tuvo la genial idea de aplicarla a quemados. Se lo comentó a Edmar Maciel, presidente de la ONG del Instituto de Apoyo al Quemado de Brasil. Aquella conversación ha culminado el mes pasado con la inauguración del primer (y único según sus creadores) banco de piel de pescado del mundo. Tienen más de 1.000 unidades de esta piel preparadas para el estudio y aplicación a quemados.

"Ya han sido 110 personas las que nos han demostrado la conveniencia del uso de la piel de pescado. Tiene una gran cantidad de colágeno, es resistente y mantiene la humedad de la piel. Es fácil de obtener y esterilizar" declara a EL ESPAÑOL Edmar Maciel coordinador del proyecto.

Setenta científicos de la Universidad de Ceará, en el Norte de Brasil, llevan más de cuatro años inmersos en este proyecto que ahora culmina con éxito. La piel de pescado reduce en un día la hospitalización del paciente en las quemaduras de segundo grado superficial y en las quemaduras de segundo grado profundo los quemados se van a su casa una media de dos a tres día antes.

En el primer caso el tiempo de internamiento era de 10 días y en el segundo de 18.
"Hemos mejorado la humanización del tratamiento. El paciente tiene menos dolores, lo devolvemos más pronto a su casa, disminuyen los costos y los gastos de hospitalización", dice orgulloso el coordinador de todo el proyecto Edmar Maciel.

El médico cuenta el caso más reciente, un joven de 22 años con el 35% del cuerpo quemado por una explosión de gas butano. Se le aplicaron 40 unidades de piel, es decir 20 tilapias. La piel se adhirió y no hubo que cambiarla durante todo el tratamiento. Diez días después del accidente, estaba en su casa.

Hasta ahora en Brasil se usaba mayoritariamente la sufadiazina de plata. La misma pomada que se usa hace 50 años y que produce profundos dolores al paciente. En Europa y otros lugares se utiliza predominantemente la piel de cerdo, pero esta es mucho más difícil de obtener y viene con más riesgo de contagios.

Después de 34 años curando a quemados, muchos de ellos pacientes que no tienen seguro médico y que acceden a las terapias a través de su ONG,  Edmar Maciel sonríe orgulloso. Ha puesto a Brasil en el mapa de la vanguardia del tratamiento de estos accidentes.

Algunos nutricionistas alertan del consumo de este pescado. En los criaderos no siempre la alimentación que reciben es excelente, y hay un debate abierto acerca de los nutrientes que pasan al organismo humano. 

Maciel es ajeno a esta polémica: "Me encanta la tilapia, su carne es deliciosa". Ya tiene en marcha colaboraciones con otras áreas de medicina. La tilapia ya se ha utilizado en la reconstrucción de una vagina, y tiene colegas otorrinos, urólogos, ginecólogos y dermatólogos preguntándole los secretos de la piel del pescado.