
Limones cortados por la mitad.
Los siete alimentos que recomiendan los nutricionistas en España para 'destaponar' las arterias de forma natural
Modificar la alimentación puede marcar una gran diferencia cuando se busca reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea.
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Cuando el médico pronuncia la frase "tienes las arterias obstruidas", la preocupación se instala de inmediato. Años de comidas ricas en mantequilla, frituras y azúcares pasan factura, y el riesgo de un infarto empieza a hacerse tangible.
Sin embargo, no todo está perdido: modificar la alimentación puede marcar una gran diferencia. Aunque cualquier estrategia debe consultarse con un profesional de la salud, varios nutricionistas insisten en que determinados alimentos pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea.
El ajo, un antihéroe silencioso en la cocina
Más allá de su sabor potente, el ajo esconde propiedades terapéuticas que lo convierten en un aliado cardiovascular. La dietista Catherine Gervacio explica que este alimento actúa como anticoagulante natural y ayuda a reducir la presión arterial gracias a su contenido en alicina, un compuesto sulfurado que se libera al machacarlo o picarlo. Su consumo diario, ya sea crudo o cocinado, puede ser una estrategia sencilla para mantener limpias las arterias.
Cúrcuma: la especia dorada que protege las arterias
La cúrcuma no solo aporta color a las recetas, también contiene curcumina, una molécula con efectos antiinflamatorios y antioxidantes ampliamente estudiados. La experta recomienda tomarla en forma de infusión después de las comidas, y potenciar su absorción con una pizca de pimienta negra y una grasa saludable como el aceite de coco. Estudios como el publicado en Phytotherapy Research han documentado su capacidad para prevenir la formación de placa en las arterias.
Natto: el fermento japonés que limpia por dentro
El natto, un alimento tradicional japonés elaborado con soja fermentada, contiene una enzima llamada nattokinasa, que ha demostrado disolver la fibrina, una proteína implicada en la coagulación.
Michelle Routhenstein, dietista especializada en cardiología preventiva, subraya que esta acción ayuda a prevenir la acumulación de placa arterial. Aunque su sabor fuerte puede ser un reto para los no iniciados, su potencial terapéutico es significativo.
Verduras de hoja verde, la mejor medicina vegetal
Espinacas, col rizada, lechuga romana o bok choy comparten un alto contenido en nitratos naturales. Estos compuestos favorecen la dilatación de los vasos sanguíneos y contribuyen a reducir la presión arterial. Gervacio recomienda incluir una porción de hojas verdes en cada comida. Un metaanálisis en The American Journal of Clinical Nutrition encontró que un mayor consumo de nitratos vegetales se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Té verde: beneficios vasculares
El té verde, además de ser una alternativa más suave a la cafeína del café, puede mejorar la función endotelial, es decir, la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse adecuadamente.
Aunque la investigación continúa, estudios como el de Journal of Biological Chemistry sugieren que los polifenoles del té verde tienen efectos protectores sobre el sistema vascular. Idealmente, se recomienda consumirlo por la mañana.
Aceite de oliva virgen extra: oro líquido para el corazón
La grasa estrella de la dieta mediterránea también protege las arterias. El aceite de oliva virgen extra, rico en ácidos grasos monoinsaturados, ayuda a reducir el colesterol LDL (el malo) y aumentar el HDL (el bueno).
Gervacio aconseja usarlo tanto para cocinar como para aderezar ensaladas o verduras. La PREDIMED, una de las investigaciones más sólidas en nutrición cardiovascular, encontró una reducción significativa del riesgo de eventos cardíacos entre quienes lo consumían habitualmente.
Limón: pequeño cítrico, gran escudo vascular
Además de ser una fuente rica en vitamina C, el limón contiene hesperidina, un flavonoide con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Esta sustancia protege las células del daño oxidativo y ayuda a preservar la salud de los vasos sanguíneos. Según Routhenstein, su consumo regular puede contribuir a evitar la formación de placas en las arterias. Exprimir medio limón en agua tibia por la mañana podría ser un gesto preventivo sencillo.
Aunque estos alimentos tienen respaldo científico y aportan beneficios reales, no sustituyen a los tratamientos médicos ni a los cambios de estilo de vida más amplios. Controlar el estrés, hacer ejercicio y evitar el tabaco son pilares igualmente fundamentales para cuidar el sistema cardiovascular.
Los nutricionistas coinciden: no hace falta esperar a tener un diagnóstico para empezar a comer mejor. Incluir estos alimentos de forma regular puede actuar como medida preventiva, especialmente en personas con antecedentes familiares de problemas cardiovasculares.