Una mezcla de frutos secos.

Una mezcla de frutos secos. iStock

Nutrición

El fruto seco que aconsejan los médicos en España para el corazón, pero que esconde un veneno

Uno de los frutos secos más populares en nuestro país puede resultar extremadamente tóxico para el ser humano si no se consume como debe.

18 abril, 2024 10:08

Los frutos secos son un grupo de alimentos a los que no solemos conceder la importancia que realmente tienen. Aunque están repletos de nutrientes muy importantes y se asocian con la pérdida de peso corporal, sólo nos fijamos en su elevada cantidad de calorías. Esto en parte se debe a que es más frecuente encontrarlos fritos en aceites, con un exceso de sal, de azúcar o, incluso, de miel y chocolate. Los mejores frutos secos que podemos comer son los que se venden al natural, es decir, evitando el procesamiento.

De todas formas, que un fruto seco se encuentre al natural no siempre es un sinónimo de que se venda crudo. Es lo que sucede con los anacardos que, por mucho que los veamos muy blancos, siempre han sido tostados. Esto se debe a que los anacardos crudos son tóxicos para los humanos, contienen una sustancia conocida como urushiol. Se trata, concretamente, de un aceite que produce el árbol de los anacardos y que se relaciona con reacciones en la piel que pueden llegar a ser muy graves si la dosis es alta.

"En los árboles maduros de los anacardos crecen unas drupas con forma de pera de color amarillo o rojo llamadas manzanas del anacardo. El anacardo en sí crece dentro de una cáscara gris al final de esos frutos", explica el portal estadounidense Healthline. "Estos anacardos, todavía en su cáscara, se separan del fruto y pueden ser secados al sol, dependiendo del proceso que siga quien los produzca. Estos anacardos siguen estando crudos y no se venden por el riesgo de exposición al urushiol".

Eliminar el veneno

Para que lleguen a los supermercados, los anacardos se deben tostar a fuego fuerte mientras siguen en su cáscara, después se secan y se pelan. Este proceso garantiza que no quedan restos de urushiol que puedan dañar a los consumidores. En este momento, se considera que los anacardos están al natural, por lo que los productores pueden tostarlos por segunda vez si quieren venderlos bajo el sello de tostados. De hecho, en algunos casos los anacardos llegan a tostarse dos veces antes de ser vendidos como ‘al natural’.

Es decir, que a pesar de ello, los anacardos que encontramos en el supermercado son totalmente seguros y muy saludables. La ración diaria recomendada de anacardos ronda los 30 gramos, lo que supone cerca de 190 kilocalorías. Si bien es cierto que son un bocado muy calórico, al ser ricos en proteínas y en fibra, tienen la capacidad de reducir la sensación de hambre en gran medida. En concreto, hasta un 18% de su composición está formado por proteínas y un 4% de fibra alimentaria.

[Soy médico y jamás recomendaría este fruto seco del 'súper' en España a mis pacientes]

Sin embargo, uno de los puntos fuertes de los anacardos es la protección que brinda al corazón y la salud cardiovascular. Y esto se debe a que casi la mitad de su composición está compuesta por grasas y la inmensa mayoría de ellas —un 42%— son consideradas grasas cardiosaludables. "Las dietas ricas en frutos secos han demostrado de manera constante ser beneficiosas para la salud cardiovascular. Los anacardos parecen aportar efectos beneficiosos para reducir la presión sanguínea, los triglicéridos y el colesterol", explican desde Healthline.

No es un fruto seco

De todas formas, estos frutos secos con forma de riñón también han demostrado tener otros muchos beneficios y algunos de los cuales se deben a su amplia variedad de minerales. En concreto, los anacardos son ricos en cobre, en magnesio y en manganeso, que, según Healthline, son nutrientes muy importantes para la producción de energía, la salud cerebral, el sistema inmunitario y el mantenimiento de los huesos. Además, también contienen carotenoides y polifenoles, que son antioxidantes y combaten la inflamación.

Aunque todos conocemos a los anacardos como un fruto seco más, su clasificación real es complicada. En realidad, botánicamente un anacardo es una semilla, que se desarrolla justo al final de la manzana del anacardo, que a su vez es una drupa. Sin embargo, de los anacardos se ha dicho que son legumbres, pero tampoco es cierto, según Healthline. Las legumbres también son semillas comestibles, pero suelen crecer varias en una vaina, como pasa con los cacahuetes, que también se suelen confundir con frutos secos. El anacardo está dentro de una cáscara dura dentro de una drupa y, por tanto, es una semilla, aunque sus valores nutricionales lo asemejan más a los frutos secos.