El presentador Roberto Brasero.

El presentador Roberto Brasero.

Meteorología

Roberto Brasero, meteorólogo, no se corta y contesta a los que le acusan de manipular: "Luego el 'rebaño' somos los demás"

El hombre del tiempo habla alto y claro para responder a los mensajes negacionistas que afirman que los colores de los mapas meteorológicos manipulan.

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P. F.
Publicada

Es el soniquete de cada verano en las redes sociales: los mensajes negacionistas del cambio climático toman las redes asegurando que no es cierto que las temperaturas estén aumentando año a año -spoiler: los datos confirman que sí lo es- sino que se trata de un montaje. El pérfido plan consistiría en cambiar los colores de los mapas meteorológicos para dar, según esta teoría de la conspiración, una sensación de alarma.

Tal y como sostiene esta particular teoría, las temperaturas son las mismas que hace años, pero ahora se adjudican colores como el rojo a máximas que antes llevaban colores más atemperados. Esto haría que los espectadores, denominados despectivamente "rebaño" por los afines a teorías que abarcan desde los chemtrails a la presunta inexistencia de los pájaros, se asustasen con más facilidad.

Uno de los ejemplos de esta presunta manipulación es una imagen contrapuesta de Roberto Brasero, hombre del tiempo de Antena 3, con varios años de distancia en el tiempo. En la primera, se ve que el color rojo se adjudica a una temperatura de 44 ºC, pero en la imagen más moderna, también se aplica a regiones con 42 ºC. Esto sería suficiente prueba a ojos de los conspiracionistas.

El propio Brasero ha contestado a las acusaciones, y lo ha hecho con una tremenda retranca. Para empezar, recordando que el post ya circula desde 2022, momento en el que desmintió manipulación alguna. "Desde entonces cae todos los veranos: porque crea la duda, es polémico, genera comentarios y el algoritmo debe promocionarlo... y luego resulta que el 'rebaño' somos los demás", se mofa del seguidismo de los negacionistas.

Efectivamente, ya en 2022 Brasero destapó que la manipulación -la "trampa" en palabras de Brasero- estaba en el propio mensaje acusatorio, porque comparaba dos tipos de mapas diferentes. El primero era una previsión de temperaturas máximas, mientras que el segundo era un mapa de avisos de riesgo emitidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Aemet tiene tres niveles de aviso según el riesgo leve, moderado o intenso, por distintos motivos que abarcan desde el calor a los fenómenos meteorológicos (viento fuerte, granizo, oleaje). El máximo aviso meteorológico es el de color rojo, que se establece con los fenómenos climatológicos más extremos. Es decir, cuando los ciudadanos, los hogares y los establecimientos están en grave peligro.

Por tanto, los criterios no son iguales según la CC.AA.: las temperaturas altas no suponen el mismo riesgo en una región tradicionalmente acostumbrada y adaptada a la aridez, y del mismo modo, la misma cantidad de lluvia puede ser más peligrosa en zonas proclives a la torrencialidad.

Así, Brasero explicaba las diferencias en el mapa de avisos según lo que establece el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteoalerta). "42º aparece en naranja en Andalucía (p. ej) y en rojo en Orense, porque para Orense los 42º ES AVISO ROJO ¡y para Andalucía solo es NARANJA!. El riesgo depende también de los sitios!!", estallaba el hombre del tiempo.

¿Y en cuanto al otro mapa? Supuestamente es el del verano de 2017, una época, según los difusores de desinformación, en la que esos 42 ºC se consideraban "normales" y "no hablábamos de ola de calor...". Brasero zanja: "Pues no es así". Según la documentación que adjunta, hubo cinco olas de calor ese año, contabilizando 25 días, lo que en aquél momento solo era superado por 2015 con 29 días.

La realidad es que las olas de calor no son solo cada vez más frecuentes en España, sino que empiezan cada vez antes. Dea las nueve que han comenzado en julio, hasta siete de ellas han tenido lugar en el presente siglo. Y su intensidad podría cuadriplicarse en nuestro país para 2050.