Castilla y León se enfrenta a una situación bastante compleja en las próximas semanas ante una tendencia clara de aumento de contagios. Ante tal tesitura, la Junta de Castilla y León ha impuesto medidas restrictivas para reducir el contacto social en restaurantes, grandes superficies y centros deportivos de toda la Comunidad hasta el 26 de enero inicialmente, ya que según los expertos son fuentes donde se producen los contagios.

Una evolución “vertiginoso” de la situación, como ha calificado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que obliga a ser muy rápidos y ágiles en la escalada ante el crecimiento exponencial de los casos.  De ahí que la titular de Sanidad, una vez más, haya hecho un llamamiento a la población al autoconfinamiento o confinamiento inteligente, es decir, a quedarse en casa y salir solo para casos excepcionales, para lo imprescindible, limitando la actividad social para tratar de frenar la expansión del virus.

“Estamos muy preocupados por la velocidad de los contagios, es muy superior a la segunda ola y estamos empeorando muy rápidamente, pido máxima cautela a todos los ciudadanos”, ha pedido Casado.

La consejera de Sanidad ha indicado que el gobierno regional es consciente del impacto que tienen estas medidas no sanitarias, pero también de la validez que han tenido en la anterior ola para controlar los contagios.