Saber innovar en una receta tradicional que todos saben hacer o mantenerse fiel a la forma de prepararla. Entre las dos posiciones se mueven los nueve mejores locales de Alicante donde disfrutar de unas torrijas. Como extra se incluye otra opción muy cercana a la ciudad que es también muy recomendable para probar uno de los postres que define a la Semana Santa.

Y si hay algo en común que tienen los cocineros que presentan la opción de este dulce hecho con pan empapado en leche y frito es la opción por la materia prima. De las diez propuestas presentadas, una mayoría aplastante de nueve optan por una base dulce, el brioche.

¿Quién es la excepción y qué elige como alternativa? En el Maestral prefieren la toña, un bollo típico alicantino que se considera una variante de la brioche. Lo infusionan con leche aromatizada con cítricos. La marcan con mantequilla y la acompañan con helado de vainilla burbon. Calle De Andalucía, 18.

En esa línea tradicional se manejan en Las Brasas de San Miguel. Su brioche artesanal la bañan durante aproximadamente dos horas y media en una infusión de leche, nata, vainilla, canela, azúcar y cortezas de limón a la que se añade huevo. Hasta ahí siguen la línea tradicional, pero para darle el toque final la hornean y, una vez hecha, la caramelizan con azúcar moreno. Está lista para comer con helado de vainilla y pintada con caramelo liquido. Calle San José, 5.

Con helado y sin él

¿Necesita la torrija acompañarse de helado? Esa es la opción mayoritaria para los restauradores seleccionados en esta lista, que van variando el sabor que consideran mejor combina con su propuesta. En Santabar le dan este postre tiene nombre, Moi, tomado del cocinero que ha creado una opción en la que el brioche mojado en leche, huevos y azúcar se pasa por la plancha con más azúcar. El sabor de helado que escoge es el de miel de azahar. Calle San Diego, 1.

César Anca prefiere llamar a este postre Pan Perdido, así que mejor preguntar bajo este nombre si lo que se busca es una torrija. Pese a ello, opta por la elaboración tradicional: pan brioche mojado en leche con huevo y azúcar. Se fríe en mantequilla, en lugar de usar aceite y lo sirve con helado de mantecado y chocolate caliente. Calle Ojeda, 1.

Este último ingrediente toma el protagonismo en La Bodega de Meyos. De hecho, lo combinan hasta en el nombre: chocotorrija. Y es que su brioche está preparada con chocolate blanco y leche. Aquí la acompañan con helado de turrón, el único sabor que se repite junto al de vainilla. Avenida de La Condomina, 40, 42.

El otro local que prefiere el dulce de Xixona para acompañar es Pocardy. Eso sí, lo que distingue a su propuesta hecha a partir de un brioche bañado en leche fresca es que está infusionada con vainilla, canela y haba tonka. Avenida de Niza, 38.

Las tres últimas opciones en Alicante se alejan más del planteamiento tradicional. En San Telmo apuestan por empapar el brioche con licor de crema de whisky y el sabor de helado que prefieren para rematar la combinación es el de dulce de leche. Calle San Nicolás, 14.

¿Qué hacen de diferente con ellas en Mercadito Santamarine? El brioche que, como remarcan, preparan en su obrador lo empapan en horchata natural y luego lo pasan por la plancha con mantequilla y la terminan caramelizando su superficie. Su intención al estrenarse este año era hacerla "muy de la zona y con sabores muy reconocibles". Calle de la Dorada, 10.

También cerca de la playa, pero en la de Urbanova, está Moments Bar. La infusión de leche con la rama de canela y las pieles de la naranja y el limón se remata con leche condensada, ya con fuego apagado. El toque final es freírlas y luego caramelizar el azúcar con soplete. Paseo Tomás Dura, s/n. 

El extra

Las nueve opciones presentadas se encuentran en el extenso término municipal de Alicante, pero para disfrutar de la última y completar la decena durante la Semana Santa hay que salir de él.

En El Campello se encuentra La Vaquería. La elaboran con brioche de su propio obrador que presentan dorada, crujiente y cremosa, sin helado de acompañamiento. Carretera Benimagrell, 52.