Marin Eugen Sabau con una imagen que difundió horas antes del ataque

Marin Eugen Sabau con una imagen que difundió horas antes del ataque ADN Sindical

Sucesos

El 'pistolero de Tarragona' muere por eutanasia antes de llegar a ser juzgado por sus crímenes.

El pasado diciembre, Marin Eugen Sabau hirió a tres compañeros de la empresa de seguridad en la que trabajaba y a un mosso en sendos tiroteos. En el segundo de ellos acabó tetrapléjico a consecuencia de sus heridas.

23 agosto, 2022 13:17

Marin Eugen Sabau, más conocido como el pistolero de Tarragona, ha recibido este martes la eutanasia en el Hospital Penitenciario de Terrassa. Sabau pidió morir tras quedarse tetrapléjico "con dolor constante y persistente" a raíz de las lesiones sufridas en un tiroteo en la sede de su empresa de seguridad en el que hirió a tres de sus compañeros y a un agente de los Mossos. 

En el enfrentamiento con las fuerzas del orden resultó gravemente herido y, posteriormente, quedó paraplégico a consecuencia de las heridas. Este martes 23 de agosto de 2022, Marin Eugen Sabau no ingresará en prisión por sus crímenes y ha muerto este mediodía tras ser sometido a una eutanasia.

"Voy a salir en las noticias". El pistolero de Tarragona envió un correo electrónico a sus jefes con este mensaje poco antes de irrumpir a tiros en la sede de su empresa seguridad el pasado 14 de diciembre de 2021

"No me queda otra, haré la justicia con mis manos. Las lecciones que se aprenden con sangre no se olvidan pronto. Securitas -la empresa para la que trabajaba- se acordará de mí unos cuantos años", añadía el email. Y vaya si hubo sangre. De las cinco personas a las que señalaba en su escrito, tres terminaron heridas de bala: el supervisor de la oficina, el gerente y la responsable de recursos humanos.

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"Si me acorrala la Policía y tengo rehenes, la cosa acabará mal. [...] No me van a pillar vivo. Me pegaré un tiro en la cabeza. No me da miedo ni la cárcel ni la muerte. No tengo familia y no tengo nada que perder", añadía. Y vaya si acabó mal. La intervención de los Mossos justo en el momento de su huida del lugar del tiroteo acabó con un agente herido. Más tarde, consiguieron rodearle en una masía abandonada, donde los equipos especiales descartaron cualquier tipo de negociación.

La intervención de los Grupos de Intervención Especial de los Mossos (GIE) acabó en un tiroteo cruzado en el que Marin Eugen Sabau resultó gravemente herido. A raíz de aquel día, el pistolero de Tarragona sufre una tetraplejia irreversible como consecuencia de una fractura vertebral con lesión medular. Además, sufrió fracturas en los brazos y en una pierna, que hubo que amputarle.

Ingresado en el hospital penitenciario de Terrassa y aún pendiente de juicio, Eugen Sabau solicitó en el juzgado de instrucción número 5 de Tarragona someterse a la eutanasia. El equipo médico del hospital expuso el caso en sesión clínica y aceptó que el pistolero iniciará el procedimiento. Lo que también se inició en paralelo fue una guerra jurídica por parte de los familiares de las víctimas para que, en caso de sentencia condenatoria, pudiera cumplirla íntegramenete.

Momento del traslado médico del pistolero de Tarragona tras su enfrentamiento con los Mossos.

Momento del traslado médico del pistolero de Tarragona tras su enfrentamiento con los Mossos. Europa Press

A finales de julio, los recursos presentados por las víctimas fueron denegados, ya que, según la Audiencia de Tarragona "debe preponderarse el derecho a la dignidad y a la integridad física y moral del investigado frente al derecho a la tutela judicial efectiva de los denunciantes", pese al "dolor" y "daño físico" que ha causado en las "víctimas".

Su estado le "origina sufrimientos físicos y psíquicos constantes e insoportables sin posibilidad de alivio, con un pronóstico de vida limitado, en un contexto de fragilidad progresiva", explica el auto. También recuerda que la Comisión de Evaluación y Garantías autorizó la eutanasia y aplazarla por un juicio supondría "una intolerable afectación a su dignidad y a su integridad física y moral, inherentes a la persona".

La Comisión que autorizó la eutanasia tuvo en cuenta que es tetrapléjico, precisa asistencia continuada y no puede recibir sedantes para el dolor a pesar de su estado. La eutanasia se ha paralizado en dos ocasiones por los recursos de dos de las víctimas, una de ellas el agente de los Mossos d'Esquadra tiroteado, representado por los servicios jurídicos del sindicato USPAC al que pertenece.

"Riesgo de fuga"

La última hora del caso se produjo apenas 24 horas antes de que se le practique la eutanasia. Su abogado, Gerard Amigó, solicitó al juzgado la libertad condicional de su cliente para que este pudiera pasar sus últimas horas de vida en un hospital público al que podrían acceder sus familiares para darle el último adiós.

La magistrada, sin embargo, rechazó tal extremo puesto que, si bien el riesgo de reiteración delictiva o de atentar contra la integridad de las víctimas se ha visto reducido enormemente por la grave situación médica del investigado, el riesgo de fuga es elevado. Es más, la jueza asegura que el hecho de que Marin Eugen Sabau pase a un hospital ordinario sin vigilancia policial de ningún tipo “donde cualquier familiar o amigo pueda acceder fácilmente”, aumenta el riesgo de fuga, ya que podrían facilitarle la huida.

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Aunque “el futuro que puede esperarle es cuanto menos sombrío”, la jueza recuerda que, en caso de renunciar a la muerte asistida, sería condenado a una elevada pena de prisión por los delitos de homicidio en grado de tentativa, lo que permite presumir un riesgo de fuga muy elevado. Además, recuerda que durante estos meses el investigado nunca ha manifestado arrepentimiento por los hechos por los que fue detenido ni ha pedido perdón a las víctimas.

La magistrada insiste en que se le permitirá despedirse de sus familiares y allegados. “El contacto con la familia está garantizado por el centro penitenciario”, aclara. Por otro lado, el hecho de acordar la libertad del investigado no alteraría sustancialmente su actual situación, dado que pasaría de estar ingresado en el Hospital Penitenciario de Terrassa a estar ingresado en otro hospital ordinario donde recibiría las mismas prestaciones y cuidados sanitarios.