Montaje de José María Basáñez con la vivienda en 2026.

Montaje de José María Basáñez con la vivienda en 2026.

Sociedad

José María Basáñez advierte sobre la subida de la vivienda en 2026: “Un 10% la nueva y un 8% la de segunda mano”

El presidente del Grupo Tecnitasa también apunta a que el incremento en el precio del alquiler estará alrededor del 12%.

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Las claves

José María Basáñez prevé que en 2026 la vivienda nueva suba un 10% y la de segunda mano un 8%.

El desequilibrio entre oferta y demanda, agravado por la inmigración, seguirá presionando los precios al alza en las zonas más demandadas.

Se esperan subidas en el alquiler cercanas al 12% debido a una demanda intensa y una oferta limitada, especialmente en áreas urbanas.

Las grandes ciudades y zonas costeras concentran la mayor presión sobre los precios, mientras que zonas interiores pierden población y tienen menor actividad.

Hay quien espera al mes de enero para hacer las compras que necesita esperando las ansiadas rebajas. Debido al incremento de precios en la vivienda, tanto en la compra como en el alquiler, habrá quien espere que también suceda en este sector.

Sin embargo, las noticias no son buenas. Porque las previsiones apuntan a que en 2026 seguirán los incrementos de precio tanto en la adquisición de vivienda, ya sea nueva o usada, y en el arrendamiento.

“Las previsiones apuntan a incrementos de precios en 2026 cercanos al 10% en vivienda de obra nueva y en torno al 8% en la de segunda mano”, afirma José María Basáñez, presidente de Tecnitasa.

Compraventa

El también presidente de la Asociación Profesional de Sociedades de Valoración (Atasa) tiene muy claro que el mercado residencial español afronta 2026 “marcado por un claro desequilibrio entre oferta y demanda”.

Llegados a este punto conviene recordar que la promoción de vivienda nueva se mantiene en torno a las 100.000 unidades anuales, mientras que la creación de nuevos hogares más que duplica esa cifra. Y esto es así por la inmigración, principalmente.

“Este desfase estructural seguirá presionando los precios, especialmente en las zonas más demandadas”, apunta Basáñez.

Eso sí, el presidente de Tecnitasa matiza que “se espera cierta moderación respecto a los crecimientos de dos dígitos generalizados de años anteriores”. Moderación que no evitará que la tendencia siga siendo claramente alcista, “sobre todo en los mercados más tensionados”.

Alquiler

En el caso de alquiler, el experto no duda en afirmar que “seguirá siendo el segmento más afectado”. ¿Por qué esta afirmación tan rotunda?

“La combinación de una demanda muy intensa y una oferta limitada, desincentivada en parte por la inseguridad jurídica y el marco regulatorio, apunta a subidas próximas al 12%”, sostiene José María Basáñez.

Fruto de este cóctel, el resultado es que algunos hogares con ingresos medios se están viendo empujados a plantearse la compra. No todos, porque otros están recurriendo a soluciones alternativas.

“Ante la falta de vivienda, están creciendo tendencias como el alquiler de habitaciones; fórmulas living como el flex living o el coliving; así como los cambios de uso de oficinas y otros inmuebles terciarios hacia residencial, especialmente en áreas urbanas consolidadas donde el suelo es escaso”, especifica el presidente de Tecnitasa.

Dos velocidades

Si hablamos por territorios, el experto no duda en señalar que el mercado sigue avanzando a dos velocidades. Así, las grandes áreas metropolitanas y las zonas de costa más demandadas —incluidas Andalucía, Levante y los archipiélagos— concentran la mayor presión sobre precios, impulsadas también por la demanda extranjera.

“Mientras que amplias zonas del interior continúan perdiendo población y muestran una actividad mucho más limitada”, especifica.

Con este escenario, José María Basáñez recalca que “no se dan las condiciones de una burbuja inmobiliaria. No hay exceso de oferta ni endeudamiento excesivo, sino una demanda estructuralmente superior a la oferta disponible”.

De ahí que concluya que, “mientras no se corrijan estos desequilibrios, la tensión en el mercado residencial seguirá siendo una de las principales preocupaciones económicas y sociales en 2026”.