Montaje con una imagen de Merche y de una imagen de archivo de una turista en Madrid.

Montaje con una imagen de Merche y de una imagen de archivo de una turista en Madrid. Europa Press

Sociedad

Merche, 30 años viviendo en Madrid: "Nos están expulsando del centro, quieren convertir mi casa en un piso turístico"

La propietaria señaló cómo todas las viviendas cercanas a las suyas se han convertido en pisos turísticos.

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Las claves

España atraviesa una grave crisis inmobiliaria, agravada por el auge de los pisos turísticos en grandes ciudades como Madrid y Barcelona.

Merche, vecina del centro de Madrid desde hace casi 30 años, denuncia la presión para vender su casa a inversores que buscan convertirla en vivienda turística.

El número de pisos turísticos en España ha crecido de 270.000 en 2020 a cerca de 400.000 en 2025, lo que incrementa los precios y dificulta el acceso a la vivienda.

El Ayuntamiento de Madrid ha endurecido la regulación de los pisos turísticos, imponiendo suspensiones de licencias, sanciones severas y vetando estas viviendas en edificios residenciales del centro.

España vive una grave crisis inmobiliaria que ha provocado una subida incontrolable en los precios de la vivienda tanto en alquiler como en venta motivada por la falta de oferta.

Una de las causas de esto es el auge de los pisos turísticos en las grandes ciudades, una opción de alquiler de corta estancia con la que inversores y propietarios ven incrementados sus ingresos.

Se estima que en España hay alrededor de 400.000 viviendas de uso turístico registradas. Sin embargo, el piso de Merche, una vecina de Madrid no forma parte de esa cifra: ella se ha negado a vender su hogar a los inversores, a pesar de la presión turística.

Hogares o pisos turísticos

España enfrenta desde hace años un serio problema de acceso a la vivienda. Los precios de compra y alquiler han crecido de manera constante, especialmente en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, dificultando que muchas familias puedan encontrar un hogar asequible.

Además, la escasez de vivienda protegida y la especulación inmobiliaria han intensificado la presión sobre el mercado residencial, generando desigualdad y desplazamientos de vecinos tradicionales hacia la periferia.

En este contexto, el turismo juega un papel clave. Es uno de los pilares de la economía española, representando un porcentaje significativo del PIB y del empleo nacional. Cada año, millones de visitantes llegan al país atraídos por su clima, patrimonio cultural y gastronómico.

No obstante, este auge turístico también tiene efectos secundarios en el mercado de la vivienda, especialmente en zonas urbanas y centros históricos.

Precisamente es el caso de Merche, una mujer que lleva casi 30 años viviendo en el centro de Madrid. "Siempre estuve bien y ahora no. Abajo hay un piso turístico, en la casa de al lado también... Estoy súper contenta", aseguraba a tono irónico en el programa Fuera de cobertura.

"Los turistas me han caído bien toda la vida. España ha vivido del turismo siempre", afirmaba la propietaria. "Pero ahora, es que nos están expulsando".

En los últimos años, el alquiler turístico ha experimentado un crecimiento notable en nuestro país. En los últimos 5 años, el número de pisos turísticos ha pasado de unas 270.000 viviendas en 2020 a cerca de 400.000 en 2025.

Esta evolución se entiende aún más con el dato de que en 2024, 94 millones de turistas internacionales llegaron a España, máximo histórico hasta el momento.

Además, con una vivienda turística, se estima que un propietario puede llegar a ingresar entre un 40% y un 200% más de ingresos brutos en comparación a un alquiler de larga duración, en función de la ocupación y la zona del inmueble.

"Quería un sitio normal para vivir, no un parque temático", indicaba Merche. "Recibo un montón de ofertas, algunas para convertirlo en piso turístico".

A pesar de ello, esta vecina tiene claro que de su hogar no la mueve nadie: "Al final me quedo aquí. Hasta en Getafe hay pisos turísticos. ¡Es una locura!".

Con el objetivo de garantizar espacios para los residentes y para los turistas, el Ayuntamiento de Madrid pasó una regulación más estricta de los pisos turísticos, con suspensión de licencias, fuertes sanciones y un nuevo Plan RESIDE que veta las viviendas turísticas en edificios residenciales del centro.

Las sanciones por operar sin licencia pueden llegar hasta los 100.001 euros en caso de reincidencia.