Imagen de Leandro y una imagen de archivo de un bar.

Imagen de Leandro y una imagen de archivo de un bar. Pexels

Sociedad

Leandro, el abogado argentino que decidió abrir un bar en España: "Era la manera perfecta de conocer la cultura de aquí"

A pesar de sus estudios de abogacía, Leandro llegó a España a cumplir su sueño de joven: abrir un bar que sirva como punto de encuentro social.

Más información: Arán y Noé (21 y 24 años), dueños de un restaurante: "Tenemos un menú degustación de 75 €; el beneficio son 15 €"

Publicada

Las claves

Leandro, abogado argentino, decidió mudarse a Barcelona y abrir un bar para integrarse y conocer mejor la cultura española.

Los bares en España tienen un papel central como puntos de encuentro social y cultural, con aproximadamente un bar por cada 175 habitantes.

Leandro eligió la hostelería para cumplir un sueño de juventud y acercarse a la sociedad local, aprendiendo costumbres y hábitos del día a día.

Su experiencia en el bar le permitió conectar con clientes, entender la vida española y disfrutar de una nueva etapa profesional en Badalona.

La hostelería es un sector que requiere de bastante vocación. Al fin y al cabo requiere de un gran esfuerzo físico y económico que a veces no se llega a recuperar.

Sin embargo, más allá del aspecto emprendedor y económico que tiene este sector, en España tiene un gran factor social. Los bares sirven como punto de encuentro.

Así, Leandro, un inmigrante de origen argentino, no tardó en ver eso cuando se mudó a Barcelona en busca de mejores oportunidades.

Un sueño: poner un bar

Los bares ocupan un lugar central en la vida social y cultural de España, funcionando no solo como lugares de ocio y consumo, sino también como puntos de encuentro comunitario.

Según distintos análisis recientes, el país cuenta con entre 163.000 y algo más de 180.000 bares activos, mientras que algunos elevan la cifra hasta alrededor de 184.000, lo que equivale aproximadamente a un bar por cada 175 habitantes.

Esta presencia masiva refleja la relevancia del sector dentro de la economía y la vida cotidiana, convirtiendo a los bares en un elemento emblemático de la cultura española.

De hecho, esta pasión y afición por los bares en España es lo que atrajo a Leandro para abrir el suyo propio.

"El bar me parecía el lugar de encuentro para conocer más la cultura de acá", aseguraba el emprendedor argentino en redes sociales (@Pastor Comunica). "Me di cuenta que casi 2 años acá, el 99% de mis vínculos eran argentinos. Entonces dije vamos a entrar a la sociedad de verdad".

Leandro contó cómo en el día a día en el bar pudo aprender de la sociedad española: "Aprendí cómo se desayuna acá, que se come más tarde, que se desayuna más fuerte, que los viejitos siempre toman un vasito de vino y se van caminando...y yo digo: Claro, con razón. Lo hicieron toda la vida".

"Y me gusta, me gusta ver a la gente contenta. No soy pibe de noche, ya estoy grande", reflexionaba.

No obstante, la afición de Leandro por la hostelería es algo que tiene desde joven, mucho antes de hacerse abogado.

"En su momento, cuando era más adolescente, cuando tenía 18 o 19 años, me gustaba divertirme y todos los etcéteras posibles legales, todos, eh", rememoraba. "Quería un barcito como un lugar de encuentro. Siempre me gustó tener algo que la gente pueda venir y pasarla bien pero nunca me animé".

Por ello, cuando decidió el paso de dejar su Argentina natal por Badalona, se dio cuenta de que era momento de buscar nuevas oportunidades.

"A mí me gusta mucho el fútbol, estudié derecho deportivo, quise empezar a hacer algo de ahí", indicaba. "Al principio escribía noticias, porque me encanta, para un diario de acá, así como un hobby porque me gusta escribir".

Pero después de un tiempo colaborando el medio descubrió que eso no le llenaba. Además, ya había hecho su primer año en España y consideraba que era momento de decidir su profesión.

"Bueno, ¿qué puedo hacer?" No tengo oficio lamentablemente", apuntaba. "Periodista, abogado...con las manos soy un desastre, salgo para escribir y no me pidas que agarre un martillo porque hago cagadas. Y nada, dije, me voy a sacar las ganas".

De ese modo, después de pensarlo detenidamente, decidió retomar su sueño de poner un bar junto a un socio argentino: "Pensándolo dije: ¿Y si me saco la espina del bar? Nada y ahí surgió, es como si me saco la espina a ver qué pasa viajando a otro país".

Y vaya que no se equivocó. Leandro disfruta del día a día en su bar en Badalona, donde atiende a sus clientes, conoce de sus vidas y se acerca a la cultura española.