Imagen de Gerard, el dentista español, y una imagen generada por IA de un dentista trabajando en Islandia.

Imagen de Gerard, el dentista español, y una imagen generada por IA de un dentista trabajando en Islandia. Cedida/ChatGPT

Sociedad

Un dentista español que trabajó en Islandia, sin filtros: "Allí era autónomo y no había tasas, no tienes que pagar por trabajar"

Gerard es un odontólogo español que durante su experiencia laboral en Islandia, descubrió su sistema y estilo de vida.

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Cada año se ven numerosos españoles que deciden emigrar en busca de unas mejores oportunidades con las que puedan crecer tanto personal como laboralmente. Uno de los sectores más atraídos por estas prácticas son precisamente los del sector sanitario y sus respectivas especialidades.

De ese modo, entre 2025 y 2024, profesiones como médico perdieron 395 trabajadores, enfermería unos 2.350 profesionales y dentistas más de 1.000 profesionales.

Estas cifras revelan una realidad que no acaba de convencer al sistema sanitario. Uno de ellos es Gerard, un dentista español que hace años decidió aventurarse a ejercer su profesión en Islandia y descubrió la gran diferencia que tiene en su estilo de vida comparado a España.

Dentista en Islandia

España lleva años enfrentando una creciente salida de profesionales sanitarios. Enfermeros, médicos y especialistas acaban optando por dejar el país en busca de nuevas oportunidades.

Los motivos son diversos: mejores salarios en otros países europeos, contratos más estables y condiciones laborales menos precarias.

Además, muchos buscan una calidad de vida superior, lejos del estrés y las limitaciones del sistema español. La fuga de talento sanitario se ha convertido en un fenómeno difícil de ignorar.

Así, Gerard se vio en una situación similar cuando años atrás optó por marcharse a Islandia a trabajar como dentista. El profesional odontólogo no estaba muy convencido con el sistema en España y veía la necesidad de crecer.

Por esa razón, cuando a su mujer le llegó una oportunidad laboral, Gerard vio su momento. Decidió vender su clínica dental y se marcharon juntos hacia Islandia. Allí el dentista ejerció su profesión como autónomo en una clínica dental.

Si bien la llegada fue bastante fría y les costó un poco adaptarse al estilo de vida islandés, al poco tiempo se dieron cuenta de lo mucho que ganaban en materia salarial y fiscal así como en su poder adquisitivo.

"La gente me suele decir que en Islandia todo es mucho más caro, y sí. Todo es mucho más caro en Islandia, el alquiler está por las nubes...pero a final de mes me quedaba mucho más dinero que aquí en España", reconocía Gerard a EL ESPAÑOL.

El dentista aprovechó la escasez de profesionales odontólogos en Islandia para atraer clientes con facilidad en la clínica en la que trabajaba: "A final de mes podía ahorrar unos 3.000 euros, que es mucho más de lo que se cobra ahora mismo en España".

Esto se trasladaba a la manera de adaptarse al costo de vida en el país nórdico. "Iba al supermercado o al restaurante y no miraba los precios, me podía permitir no mirar los precios. Aquí en España cuando alguien va a Islandia dicen que es muy caro, que no han podido ir al restaurante... Sí, dos pizzas te cuestan 50 euros pero cobras tanto que te da igual", apuntaba.

Gerard era claro: "El nivel de vida es bastante más alto. Piensa que un sueldo medio de un cajero está por unos 2.700 euros al mes limpios. La gente puede vivir muy bien".

Además, eso se trasladaba también a la carga fiscal del país y cómo defiende que allí si pagaba los impuestos con tranquilidad y orgullo.

"Pagaba un 37% de impuestos del total de lo que cobraba, de ahí no pagaba tasa de autónomo. Evidentemente no tienes que pagar por trabajar. Aquí en España estoy pagando 400 y pico euros al día uno solo por dejarme trabajar. Allí no", indicaba el profesional sanitario.

En España existe la cuota de autónomo, un impuesto que deben pagar a la Seguridad Social los trabajadores por cuenta propia. Esta tasa se paga al 50% de la base mínima de cotización en los primeros 18 meses, mientras que asciende al 75% en los 18 meses siguientes.

Esta cuota suele generar bastante críticas entre autónomos, que lo ven como una presión fiscal que les asfixia cada mes. No obstante, aunque en Islandia no existe dicha tasa, sí hay una gran carga fiscal, solo que su justificación genera menos críticas.

"Pagas el 37% por lo que trabajas, y de ahí un porcentaje muy alto se iba directamente a mi pensión", afirmaba. "Entonces es una carga fiscal parecida a España, pero se pagan los impuestos más a gusto que aquí, que se pagan para alimentar el gran sistema de funcionarios que hay, que supera a los autónomos y es insostenible. Las cosas allí se hacen mucho mejor que en España".