Imagen de Miguel Cerrillos, un enfermero español.

Imagen de Miguel Cerrillos, un enfermero español. Cedidas

Sociedad

Miguel (22), enfermero español: "En otros países se reconoce mejor nuestra labor, aquí la situación es sangrante"

El joven trabajador sanitario fue muy sincero a la hora de señalar los grandes problemas del sistema de salud de España.

Más información: Una enfermera española en Noruega, no se corta con su salario: “Aquí cobras como mínimo 3.000 euros al mes”

Publicada
Actualizada

Dedicarse al sector sanitario necesita de bastante vocación por parte de los jóvenes que deciden aventurarse en este mundo. Ya sea por el largo proceso de formación que toma o por las condiciones laborales que presenta el sistema sanitario.

Así, a menudo se ve a médicos, especialistas o enfermeros haciendo frente a estos ambientes laborales como largas jornadas de trabajo, escasez de profesionales, guardias eternas y salarios precarios en comparación al resto de Europa.

Por ello, el enfermero español Miguel Cerrillos fue muy sincero a la hora de señalar a EL ESPAÑOL los diferentes problemas que tiene el sistema sanitario español.

Enfermeros y sus condiciones

El sistema de salud español enfrenta retos importantes que afectan directamente a sus profesionales. Enfermeros y médicos trabajan bajo presión constante, con plantillas insuficientes y jornadas que muchas veces superan lo razonable.

Esta situación genera desgaste físico y emocional, impactando tanto en la calidad del trabajo como en la vida personal de los trabajadores.

La escasez de personal y la sobrecarga laboral se combinan con salarios que muchos consideran insuficientes para la responsabilidad que asumen. Para los enfermeros esto significa una rutina de gran exigencia que pocos jóvenes ven como atractiva para su futuro.

Uno de estos jóvenes es precisamente Miguel Cerrillos, un enfermero de tan solo 22 años originario de Málaga y que ejerce su profesión en Pamplona.

Cerrillos decidió pronunciarse acerca de los grandes problemas que sufre el sistema sanitario español y cómo ve como una necesidad que se invierta en mejorarlos.

"La jornada laboral suele ser intensa y exige una alta capacidad de adaptación", reconoce el enfermero. "El ritmo está marcado por la atención directa a pacientes, la administración de medicación, la realización de procedimientos y la coordinación con el resto del equipo sanitario".

Así, esto provoca que cada día sea una aventura, en la que dependen del volumen de pacientes y la "excesiva" carga administrativa y burocrática afecten directamente a su nivel de exigencia.

"En muchos casos, la falta de personal multiplica la presión y convierte la jornada en una experiencia más de resistencia que de ejercicio profesional pleno", señalaba Miguel a este medio.

Claro, entendiendo la enfermería como una profesión clave dentro del sistema sanitario y considerando todas las condiciones y estudios previos que implica, cualquiera creería que tienen una buena situación económica. Pero nada lejos de ser la realidad.

"El problema va más allá de la enfermería: en este país los salarios llevan años estancados", apuntaba el enfermero a EL ESPAÑOL. "La inflación y el coste de la vida no han dejado de subir, pero los sueldos siguen prácticamente congelados".

Eso sí, en los enfermeros, Miguel sitúa la situación mucho peor: "Para los enfermeros es aún más sangrante. Si miramos a otros países europeos, la diferencia es abismal: allí se reconoce de verdad la responsabilidad y el esfuerzo que conlleva nuestra labor, mientras que en España seguimos con sueldos que no se corresponden con la magnitud del trabajo que hacemos".

"Es un problema estructural y urgente, porque sin una actualización salarial acorde a la realidad, lo único que conseguiremos es que más profesionales se marchen fuera", indicaba el profesional sanitario.

Además, los problemas no llegan solo a los salarios y condiciones de los sanitarios, sino a todo el sistema público de salud.

"Se sostiene sobre el esfuerzo desmedido de sus profesionales", admitía Cerrillos. "Pero estructuralmente está en una situación crítica: las plantillas son insuficientes, las listas de espera se han vuelto interminables y la presión asistencial es insostenible".

El enfermero defendía cómo la sanidad se sigue sosteniendo gracias al "esfuerzo constante" de los profesionales. "No se trata de un modelo saludable ni sostenible. La inversión debería priorizar sectores fundamentales como sanidad y educación, en lugar de destinar recursos a ámbitos secundarios", afirmaba.

Entonces, con una sanidad pública en una situación de deterioro, surge la duda: ¿cómo puede evolucionar el sistema privado ante este problema?

"La sanidad pública sigue siendo el pilar esencial de nuestro sistema, pero está en riesgo de deterioro", contaba Miguel. "La gran diferencia con la privada está en la velocidad de respuesta: la pública no puede competir por falta de recursos y por la insuficiente inversión de los últimos años.

El enfermero confesaba cómo la sanidad pública "corre el riesgo de ceder espacio a la privada". "Y si eso ocurre, se perderá uno de los valores más importantes: la equidad en el acceso a la salud", señalaba el joven.