La empresa paga comisiones de electricidad de hasta 40 mil y 50 mil euros en un verano.

La empresa paga comisiones de electricidad de hasta 40 mil y 50 mil euros en un verano.

Sociedad

Un productor de hielo revela la alta rentabilidad de esta industria: "Más o menos está en un 50%"

El empresario reveló que solo, en el año anterior, logró vender cerca de 4 millones de bolsas de hielo.

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Convertir un producto tan cotidiano como el hielo en un negocio rentable parecía improbable. Sin embargo, la historia de de un empresario demuestra lo contrario. En pleno verano, su empresa ha logrado vender millones de bolsas y mantener un margen de rentabilidad de alrededor del 50%, un porcentaje que sorprende por lo alto y que refleja el potencial oculto de esta industria.

La historia y el negocio del hielo

De acuerdo con el emprendedor, todo comenzó en la adolescencia, cuando acompañaba a su padre a repartir hielo comprado en otra empresa. Con apenas 16 o 17 años, descubrió un mercado en el que pocos reparaban. La primera gran inversión llegó con la compra de unas máquinas Scotman que envasaban casi de manera manual.

Con ellas, él y su familia empezaron a fabricar directamente, lo que les permitió crecer al obtener el margen de fabricantes y distribuidores al mismo tiempo, según cuenta al influencer Adrián G. Martin.

Esa primera máquina significó un esfuerzo enorme: una inversión inicial de entre 50.000 y 100.000 euros, financiada con un préstamo respaldado por la casa familiar. Aun con el riesgo, lograron recuperar lo invertido en unos tres o cuatro años.

Desde entonces, el crecimiento ha sido constante gracias a una reinversión brutal: sacrificar gastos personales para comprar camiones, ampliar la fábrica y automatizar procesos que hoy permiten producir hasta 110 toneladas de hielo al día.

Los retos de producir y distribuir hielo

La empresa, llamada Cubito Veloz, se ha enfrentado a obstáculos importantes. Durante la pandemia, la restauración estuvo cerrada y el consumo cayó en picada. Sin embargo, el hielo se mantuvo como un producto esencial en supermercados, lo que les permitió sostener la operación. Hoy, la compañía cuenta con alrededor de 20 empleados, 15 vehículos de distribución y una infraestructura valorada en unos 5 millones de euros.

El negocio, aunque rentable, también es exigente. Cada bolsa de hielo cuesta alrededor de 40 céntimos producirla, considerando tanto costes directos como indirectos, y se vende al consumidor final entre 80 céntimos y 1 euro.

Esto deja un margen cercano al 50%, una cifra elevada, pero que no refleja los altos gastos en electricidad, plástico para envasado y logística. Solo en verano, la factura de electricidad puede alcanzar entre 40.000 y 50.000 euros, mientras que el incremento de precios en envases y el impuesto sobre plásticos han presionado aún más la rentabilidad.

Un negocio de sacrificio y visión de futuro

La distribución es uno de los grandes retos: los vehículos climatizados rondan los 60.000 a 250.000 euros, y a ello se suman congeladores entregados a clientes para mantener el producto en condiciones. Aun así, afirma que la vía más rentable es la venta directa a bares, restaurantes y hoteles, mientras que el mayor volumen proviene de supermercados y distribuidores.

A pesar de las dificultades, el empresario no se arrepiente de haber apostado por este camino. Reconoce que ha sido un negocio sacrificado, en el que ha tenido que dejar de lado aspectos personales para impulsar el crecimiento de la empresa.

Su objetivo ahora es seguir automatizando procesos, especialmente en la carga y descarga, y explorar cómo la inteligencia artificial puede optimizar la operativa. Su historia demuestra que, aunque producir hielo parezca sencillo, detrás de cada bolsa hay estrategia, reinversión y un esfuerzo constante por mantener la cadena de frío intacta.