El jornalero y un agricultor creado con IA.

El jornalero y un agricultor creado con IA. Montaje.

Sociedad

Un agricultor, sin rodeos sobre la escasez de mano de obra: "Quiero competir con jóvenes, no con fondos de inversión"

El joven no ha dudado en mostrar la dura realidad a la que se enfrenta el sector de la agricultura en el día a día.

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El campo español atraviesa una verdadera crisis con la falta de relevo generacional. Cada año, según la Encuesta de Población Activa (EPA), se pierden alrededor de 18.000 afiliados a la Seguridad Social en el sector agrícola.

Esto no es solo un número, sino que se traduce en parcelas sin cuidar, cultivos sin cosechar y un futuro incierto para un sector que se pone contra las cuerdas.

"Antes, si no valías para estudiar, dedícate al campo o ve a trabajar al campo", recuerda un agricultor entrevistado por El campo es nuestro.

Esta frase, casi de otra época, todavía refleja la mentalidad de muchos profesionales del sector: el trabajo duro y la pasión por la tierra siguen siendo esenciales para prosperar.

Pero la realidad ha cambiado. Hoy, atraer a jóvenes al campo es un desafío doble: no solo por la dureza física que representa, sino por la percepción cultural que rodea al trabajo agrícola.

Muchos prefieren la comodidad de la ciudad o sectores con más proyección profesional y salarios más estables.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la edad media de los trabajadores agrícolas supera los 50 años, lo que convierte el relevo generacional en una urgencia.

"Creo que ha cambiado mucho la forma de ver el negocio del campo", asegura el agricultor. "Deberíamos intentar atraer a más compañeros, porque al final, prefiero tener competencia con chicos jóvenes que con fondos de inversión", añade.

Tal y como explica, los agricultores no quieren competir con gigantes financieros que compren hectáreas. 

Quieren competir con talento joven, con quienes compartan la pasión por la tierra y el oficio. "Con ellos no tengo nada que competir", afirma.

Según el joven agricultor, el problema va más allá del relevo generacional. Programas como los de la Unión Europea buscan incentivar a los jóvenes a incorporarse al campo, ofreciendo subvenciones, formación y apoyo técnico.

"Si no hay gente, en unos años será peor"

Daniel no ha sido el único que ha dado un paso al frente para denunciar lo que pasa en el campo. Hace apenas unos meses, Mireia Córdoba, viticultora, levantaba la voz con la misma preocupación.

"Si no encontramos gente ahora, en unos años será mucho peor", advertía ante las cámaras de Antena 3.

La misma queja la comparte un jornalero, que no dudó en contar la dura realidad que se vive a pie de tierra.

"La gente no quiere trabajar. Tú llamas a un joven para venir al campo y parece que lo estás molestando", confesaba en redes sociales.

"Cuando la gente de 50 años para arriba se vaya retirando, no habrá ni quien te eche gasoil", lamentaba otro agricultor.

Los expertos coinciden en el diagnóstico: sin relevo generacional, el riesgo es evidente. No habrá manos suficientes para recoger las cosechas, y con ello, peligrará la sostenibilidad de un sector tan importante como lo es el campo en España.