Eric Ponce, emprendedor (captura).

Eric Ponce, emprendedor (captura). YouTube

Sociedad

Eric Ponce, emprendedor, no se corta sobre la hostelería: "El problema no es pagar facturas, es aguantar clientes pesados"

La hostelería promete independencia y rentabilidad, pero detrás hay sacrificios y un reto constante: lidiar con clientes que ponen a prueba la paciencia.

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La hostelería es vista por muchas personas como una opción fácil y rentable para emprender en España, pero a pesar de lo que pueda parecer en un principio, muchos propietarios de bares no siempre coinciden con este pensamiento.

A pesar de que estos negocios son asociados con la ilusión de tener un local propio y disfrutar de cierta autonomía, la realidad es que detrás de ella se esconde mucho trabajo, sacrificios personales, una enorme competencia y una elevada presión económica que muchos desconocen.

Al respecto de lo que supone trabajar en este sector como emprendedor, se ha pronunciado el emprendedor Eric Ponce, quien ha querido zanjar de una vez por todas algunos de los mitos más extendidos sobre la hostelería, y lo ha hecho a través de entrevistas con varios propietarios.

La hostelería es un negocio muy exigente

Un hostelero catalán aseguró al creador de contenido que uno de los factores que hacen que sea muy complicado triunfar en el sector es el aspecto económico, comenzando por el desembolso que se debe hacer para comenzar.

En su caso, tuvo que hacer una inversión inicial de entre 50.000 y 100.000 euros, en lo que se incluye desde el traspaso del local hasta la reforma total del establecimiento, aunque quiso matizar que en su caso el coste final se elevó por tener que hacer todo desde cero.

Además, este hostelero recalcó que el proceso le fue más sencillo porque el ayuntamiento lo facilitó hace dos décadas, pero advierte a posibles nuevos emprendedores de que hoy en día no se puede hacer lo mismo por la falta de respaldo por parte de las instituciones.

Por ello, aconsejó a todos aquellos interesados en montar un bar o restaurante que busquen el traspaso de licencias antiguas que les faciliten todo el proceso de emprendimiento, además de poder reducir los costes.

No obstante, no solo es una cuestión de dinero, ya que adentrarse en un sector como el hostelero lleva asociada una gran exigencia, y es que la rutina del día a día tiene exigentes retos que tienen que ver con su gestión interna.

El hostelero ha explicado a Eric Ponce que el verdadero problema son los clientes y no tanto los números, porque es muy importante tener mucha calma, pues, aunque hay clientes muy majos, en torno a un 10-15% hacen que haya que mantener la templanza y saber cómo gestionarlo.

Todo lo anterior, sumado a que se deben enfrentar a una jornada laboral sin horarios y al hecho de tener que abordar diferentes funciones dentro del local, lo lleva a que se trate de un tipo de negocio de muy alta exigencia, sobre todo cuando no se tienen empleados.

La gran competencia dificulta el negocio

En la entrevista, el hostelero dejó claro a Eric Ponce que tienen un gran obstáculo en la feroz competencia y la presión por los precios, sobre todo tras la llegada de nuevos propietarios de origen asiático, que derriban los precios y hace que en algunos casos sea imposible competir.

"Si quedan españoles, no sé, quedarán quince o veinte de los doscientos y pico de bares que hay", explicó en referencia a la localidad barcelonesa de Sant Feliu, que es en la que trabaja, al mismo tiempo que explicó el modelo de negocio de estos nuevos propietarios.

Recalca que estos dan prioridad al trabajo continuo y la disponibilidad, de forma que abren los 7 días de la semana, los 365 días del año, haciendo así una dedicación continuada que los hace ser grandes rivales dentro del sector.

En cuanto a la viabilidad económica, asegura que el resultado para cualquier emprendedor hostelero está lleno de incertidumbre ante el desplome de los márgenes por una competencia de precios que considera insostenible.

La situación es tan complicada que él mismo asegura que no repetiría la experiencia, y en su caso en particular lo sabe de primera mano, ya que tuvo que abandonar su idea de abrir otro establecimiento en Barcelona.

Asimismo, explica que este sector ha hecho que haya tenido que hacer grandes esfuerzos, hasta el punto de dejar a su familia de lado y perderse la infancia de sus hijos, lo que refleja los muchos sacrificios que hay que realizar para sacar adelante un bar actualmente.

La hostelería es un negocio complicado

En definitiva, el mundo de la hostelería es realmente complicado y en muchas ocasiones los negocios acaban sucumbiendo y fracasando al no poder encontrar sus propietarios la rentabilidad necesaria para poder continuar con su proyecto hacia adelante.

Uno de los mayores errores que se cometen es la falta de planificación a la hora de obtener clientes, un problema que es cada vez mayor en ciudades como Madrid o Barcelona, en las que existe tal cantidad de oferta y grandes grupos de hostelería que dificultan la labor de los negocios más pequeños y familiares.

Según las estadísticas, el 60% de los restaurantes no logran superar el primer año de vida, un porcentaje realmente preocupante al tratarse de una tasa de fracaso que plantea una serie de desafíos y cuestiones importantes en la industria de la restauración.

En muchos de estos casos el fracaso viene dado por una mala planificación y gestión deficiente, pero también por una competencia acelerada y demanda fluctuante y por problemas financieros y falta de capital. Igualmente, hay casos en los que son la mala elección de ubicación y de concepto los culpables.