Pedro Mezcua, @impulsadordesuperacion en TikTok.

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Sociedad

Pedro Mezcua, influencer motivacional: "Soy okupa y vivo en la casa de un banco, me habéis tocado los cojones"

Pedro Mezcua se declara okupa y responde a las críticas por vivir en una casa propiedad de un banco, poniendo en cuestión los juicios rápidos que recibe.

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Pedro Mezcua, conocido en redes sociales por su contenido de superación personal, ha causado polémica con unas declaraciones sobre su situación vital.

En uno de sus vídeos más comentados, Pedro afirma sin rodeos: "Soy okupa y vivo en la casa de un banco, pero me habéis tocado los cojones".

Esta frase refleja su actitud desafiante ante las críticas que ha recibido tanto en redes sociales como fuera de ellas, dejando claro que no piensa callarse.

"Búscate un trabajo"

Mezcua se define como okupa y justifica su situación como una consecuencia de las dificultades económicas actuales.

Rechaza con dureza los comentarios que le exigen que "se busque un trabajo", y responde con ironía: "La típica frase de 'búscate un trabajo, bro'. Búscatelo tú, hermano".

Su discurso, cargado de indignación, refleja un malestar hacia los juicios rápidos que, según él, predominan en la sociedad actual.

En sus publicaciones, Mezcua menciona a otros personajes conocidos que, según dice, también pasaron por situaciones similares antes de alcanzar cierta estabilidad.

Muestra en su vídeo, por ejemplo, al rapero 'El Jincho': "He estado okupa tres años". También alude a Javi Redbeck: "Hay gente que tiene que pasar por una quiebra económica para después poder vivir en abundancia económica".

Viviendo 7 años en una casa que no es suya, estas menciones buscan dar contexto a su elección de vida, aunque no pretenden ser una justificación para todos.

A lo largo de su discurso, insiste en una crítica a lo que considera una sociedad insensible y apresurada a la hora de juzgar: "Tenéis que aprender a no juzgar en 30 segundos. Tenéis que aprender a escuchar y a empatizar con los demás".

Para Mezcua, existe una falta de humanidad en la forma en que muchos reaccionan ante realidades diferentes a la propia.

También lanza una pregunta retórica que deja entrever su visión crítica: "¿Cómo es posible que haya tanta gente sumisa y ciega en este mundo?".

Su caso ha generado debate. Algunos critican su estilo y tono agresivo, mientras que otros lo ven como una voz que refleja las frustraciones de jóvenes que enfrentan altos precios de vivienda, empleos inestables y poco acceso a recursos básicos.

La figura del okupa, asociada históricamente a movimientos contraculturales, ha llegado también al ámbito digital, donde puede ser objeto de debate, apoyo o crítica pública.

El discurso de Mezcua aborda temas como la rápida condena que suelen generar las redes sociales y las tensiones entre lo legal, lo ético y lo necesario.

No se busca validar ni defender su postura, sino simplemente señalar que detrás de cada caso existen contextos sociales, económicos y culturales que a menudo quedan fuera del foco principal.

Así, esta figura suscita una conversación compleja en un momento en que las redes muestran tanto éxitos como realidades difíciles que a veces se pasan por alto.