A la izquierda, Israel Rueda; a la derecha, Aurora Cantero. Estudiantes universitarios del Programa Campus Rural.

A la izquierda, Israel Rueda; a la derecha, Aurora Cantero. Estudiantes universitarios del Programa Campus Rural. Cedida

Reportajes

Extremadura paga 1.000 € al mes a 20 estudiantes para irse de 'Erasmus rural': así viven y trabajan los 'becarios de pueblo'

Estas prácticas tienen como objetivo frenar el éxodo rural, una iniciativa en la que han participado 20 estudiantes de la Universidad de Extremadura.

Más información: El vacío de la España rural y la Guardia Civil: Castilla-La Mancha, la región con menos agentes por km2.

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El Programa Campus Rural ofrece prácticas remuneradas de hasta 1.000 € a los estudiantes universitarios para que se formen en zonas rurales con el objetivo de contribuir a la repoblación de la España vaciada. La Universidad de Extremadura fue una de las primeras en unirse a esta iniciativa en 2022, y ya lleva cuatro veranos ofertando plazas.

Se trata de una iniciativa desarrollada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en colaboración con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. En esta participan 750 estudiantes universitarios de 44 centros educativos de toda España.

Concretamente, este 2025 en Extremadura han participado 20 estudiantes de Grado y Máster de la UEx. Con una oferta de 10 plazas para estudiantes de Ciencias Sociales, Jurídicas y Humanidades, y otras 10 para estudiantes de Ciencias, Salud e Ingenierías. Asimismo, 10 de las plazas han sido ofertadas en la provincia de Cáceres y, las otras 10, en Badajoz.

La inscripción se realizó en el plazo entre el 6 y el 17 de mayo, a la que se presentaron más de 80 empresas. Y la selección se llevó a cabo entre el 23 de mayo y el 4 de junio. De cara a la próxima edición, la fecha aún no está fijada, pero los plazos de inscripción serán en torno a los meses de abril y mayo del próximo 2026.

El técnico encargado de gestionar el Servicio de Prácticas y Empleo (SEYPE) de la Universidad de Extremadura es Pablo Benito Fernández. En conversación con EL ESPAÑOL, cuenta que los criterios que siguen para la selección de empresas siguen un sistema de puntuación: "Cuanto más pequeña sea la empresa y menos habitantes tenga la localidad en la que se encuentra, se le otorga una mayor puntuación".

Además, corrobora que "algunas ofrecen alojamiento al estudiante, algo que el programa valora positivamente en la selección; de igual modo que si le ayudan a encontrar alojamiento en un rango de 20 km".

Previamente a la aprobación de las prácticas se celebró una sesión formativa impartida por Diana Calleja y José Eduardo Rivero, orientadores del SEPYE. A través de esta formación se ofrecieron herramientas y estrategias a los estudiantes a fin de que pudiesen "aprovechar al máximo su experiencia de prácticas en el medio rural". También se llevan a cabo "seguimientos mensuales para solucionar las posibles dudas o problemáticas que puedan surgir".

Frenar el éxodo rural

El proyecto Campus Rural consiste en la oferta de prácticas remuneradas a estudiantes universitarios de Grado y Máster en zonas rurales con problemas de despoblación con el objetivo de "contribuir al reequilibrio territorial y apoyar a los municipios que afrontan el reto demográfico del éxodo rural", informa Pablo Benito. "Permite que los estudiantes puedan tener su experiencia de prácticas en un entorno rural, y que sea algo diferente para ellos", ratifica.

Consisten en un periodo de "tres meses de prácticas extracurriculares en los meses de verano", entre el 1 de julio y el 30 de septiembre. Aunque se pueden alargar hasta el 14 de noviembre. Estas se llevan a cabo en los meses estivales "para que no afecte a los estudiantes en sus estudios durante el periodo escolar", cuenta Pablo.

Para cursar estas prácticas "no es necesario que los estudiantes ya hayan realizado las prácticas curriculares". No obstante, sí lo es que "tengan completado el 50 % de sus estudios", así como que todavía "no tengan cerrado su expediente académico", indica el técnico del SEYPE.

Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicados en la Revista de la Seguridad Social, un total de 1.600.540 estudiantes realizaron prácticas formativas no remuneradas en 2024. Por ello, esta es una oportunidad muy llamativa para los estudiantes universitarios: "La remuneración llama mucho la atención porque no suele ser habitual".

Las prácticas extracurriculares de la Universidad de Extremadura "son remuneradas, se conceden 1.000 € brutos mensuales por estudiante. Una cantidad de dinero financiada, en su mayoría, por el MITECO, y, en otra parte, por la UEx", informa Pablo Benito a EL ESPAÑOL.

Sin embargo, la posibilidad de contratación tras el periodo de prácticas es muy inusual, ya que "son localidades pequeñas, y no están capacitados para ofrecer un contrato laboral". "Aunque intentamos enlazarlo con otros programas de prácticas como Extremadura es Futuro", cuenta el técnico del SEYPE.

Verano en el pueblo

Uno de los principales motivos por los que los estudiantes eligen esta opción es "la cercanía, porque son empresas muy pequeñas". Cuenta Pablo que "pasar el verano en una localidad rural en la que hacer vida con la gente del pueblo es algo que llama mucho la atención de los jóvenes".

Asimismo, desde la Universidad de Extremadura pretenden que los estudiantes "descubran algo que quizá no se hubiesen planteado y vean una oportunidad trabajando en el mundo rural". Lo que a su vez contribuye al Plan 130 Medidas frente al Reto Demográfico del Gobierno, que lucha contra la despoblación.

El Programa Campus Rural ofrece "diversidad de plazas". Las ofertas más demandadas por el alumnado son "administración y gestión de empresas, y turismo; también veterinaria". Igualmente se ofertan prácticas de otros ámbitos como "periodismo, profesorado, fisioterapia...". Por el contrario, "encontrar empresas de ingeniería es más complicado", confiesa el técnico de SEYPE, aunque el programa también presenta opciones para este ámbito.

Aurora Cantero (2001, Badajoz) es una apasionada por la química física y la naturaleza. Realizó sus prácticas del grado de Química en la empresa Ambling Ingeniería y Servicios S.L., en la localidad de Alcuéscar (Cáceres).

Aurora Cantero, estudiante de Química.

Aurora Cantero, estudiante de Química. Cedida

En conversación con EL ESPAÑOL, Aurora cuenta que se dedica a "temas de gestión, a llevar controles sobre los procesos de servicio de agua". "Soy la encargada de asegurarme que todo va bien y, si pasa algo, soy quien da la voz de alarma".

La joven extremeña conoció esta oportunidad al ver en su bandeja de entrada un correo de la Universidad de Extremadura: "Me pareció una forma estupenda de adentrarme en el ambiente laboral". Aurora firmó su primer contrato laboral con unas altas expectativas que no la han defraudado: "Estas prácticas me gustan mucho porque me han dado la oportunidad de vivir en un pueblo, sin este programa no habría podido vivir la experiencia", dice.

"Vivimos en el pueblo en el que trabajamos. Me gusta ir a los bares y restaurantes de aquí, pasear por sus calles, participar del consumo local del pueblo...", afirma Aurora Cantero. "Esta oportunidad me ha permitido abrir la mente sobre la España rural, que está abandonada, cuando en realidad es un sitio en el que también hay oportunidades de trabajo".

Otro caso es el de Israel Rueda (2001, Badajoz), estudiante de ADE y Derecho de la Universidad de Extremadura. Israel vive en Esparragosa de la Serena (Badajoz), un pequeño pueblo de apenas 1.000 habitantes en el que se ha criado.

Israel Rueda, estudiante de ADE y Derecho.

Israel Rueda, estudiante de ADE y Derecho. Cedida

El Programa Campus Rural ha permitido al joven hacer sus prácticas en la localidad en la que ha pasado su infancia: "Quise aprovechar mis mañanas libres en verano". Israel fue contratado por la empresa Belman, S.L., dedicada al sector inmobiliario y de seguros. "Me encargo de llevar la documentación, y he aprendido bastante con las prácticas", cuenta el estudiante.

"Es una gran oportunidad porque en los pueblos hay mucha despoblación. Hay pocas oportunidades de trabajo, pero la gente lucha por quedarse", asegura Israel Rueda. "Hay una despoblación a ritmos desorbitados, y estas prácticas permiten conocer el cómo se vive en el pueblo".

En definitiva, las prácticas rurales suponen, no sólo una revitalización de los pueblos de la España vaciada, sino también una transformación de la experiencia universitaria.