La investigación realizada por Unicef, Red.es, la Universidad de Santiago de Compostela y el Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática parte de 100.000 encuestas a niños y jóvenes sobre su salud y bienestar emocional.

La investigación realizada por Unicef, Red.es, la Universidad de Santiago de Compostela y el Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática parte de 100.000 encuestas a niños y jóvenes sobre su salud y bienestar emocional. EFE

Reportajes

El 6,5 % de los jóvenes de España ha intentado suicidarse: en la última semana 1 de cada 4 reconoce temblores o tristeza

La investigación fue realizada por Unicef, Red.es, la Universidad de Santiago y el Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática.

Más información: Cuando la mente humana se encuentra con los algoritmos: luces y sombras de la IA en el ámbito de la psicología.

David García
Publicada

La radiografía de la salud mental de la población juvenil española dibuja un panorama preocupante. Según una investigación de Unicef, Red.es, la Universidad de Santiago de Compostela y el Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática, un 7,4% de los estudiantes de entre 12 a 20 años presenta un riesgo suicida elevado y un 6,5% ha intentado quitarse la vida.

Este dato trasciende la mera estadística cuando se advierte que, en el caso de ellas, la prevalencia de este riesgo se eleva hasta el 10,1%, comparado con el 4,3% de los varones.

Los problemas de salud mental no se limitan al impulso de quitarse la vida. El análisis pone de manifiesto que aproximadamente uno de cada siete estudiantes experimenta síntomas clínicos de ansiedad (13,7%), mientras que una proporción similar padece manifestaciones depresivas (13,1%).

Algo más del 9% adicional refiere experimentar malestares de carácter somático.

En la última semana, en torno a uno de cada cuatro chavales reconoce haber sentido nerviosismo o temblores, haber perdido el interés por las cosas, tener sentimientos de tristeza y sentirse tenso o alterado; más del 15 % ha sentido que no vale nada, sin esperanza en el futuro, y ha tenido miedo y dolores en el pecho.

Un hallazgo transversal del informe señala que la convivencia familiar no siempre actúa como factor de protección. El análisis identifica que en ocho de cada diez hogares ha ocurrido, al menos una vez durante el año previo, alguna forma de violencia filio-parental.

Lo relevante es que estos episodios no son excepcionales. Para muchas familias, la confrontación entre padres e hijos constituye un patrón recurrente, una normalidad que erosiona la capacidad del hogar de hacer las veces de espacio de seguridad emocional para el adolescente.

En aproximadamente uno de cada 15 casos, los empujones, los gritos, los insultos o las discusiones de alta intensidad se repiten con una frecuencia que supera las cinco ocasiones cada año.

Las chicas tienden a ejercer violencia de naturaleza psicológica y verbal, mientras que los chicos recurren con mayor frecuencia a la dimensión física.

Siete de cada diez discutieron de forma airada con sus padres y casi la mitad les gritaron, mientras que un 13 % les insultó y un 5 % les empujaron o pegaron. Los estudiantes, no obstante, valoran la relación con sus progenitores con 8,82 puntos, un 7,5 con el profesorado y un 7,8 con sus compañeros.

Las chicas, con mayor malestar emocional

En el análisis de la salud de los niños y jóvenes, el informe señala que el riesgo suicida es más del doble en el caso de las chicas que de los chicos (10,1 % y 4,3 %).

Uno de cada cinco encuestados ha pensado en quitarse la vida y un 9 % ha planificado cómo quitarse la vida; el 6,5 %, lo ha intentado. Respecto a pensamientos de muerte, el 21,7 % ha sentido que la vida no merece la pena y el 16,7 % asegura que ha deseado estar muerto.

Las chicas muestran mayor porcentaje de satisfacción baja con su vida actual y también los estudiantes de FP. En el tránsito de Primaria a ESO pasa de un 9,2 % a un 21,1 %.

Además, la calidad de vida media se sitúa en un 7,24 (para chicas 6,96 y chicos 7,53) y por nivel educativo: el promedio es mayor en Primaria (7,93) y el menor, en Bachillerato (6,59) y FP (6,72).

El nivel de malestar emocional (sentimientos y síntomas que generan incomodidad psicológica y dificultan el bienestar cotidiano) se situaría en el 14,2 % (mayor entre las chicas que entre los chicos 18,7 % y 9,3 %), en Bachillerato (18,7 %) y FP (19,1 %).