Lara Ferreiro, psicóloga.

Lara Ferreiro, psicóloga. Cedida

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Lara Ferreiro, psicóloga, sobre la positividad tóxica y el síndrome del impostor: "La educación en España se basa en la crítica"

La doctora Ferreiro advierte de que el síndrome del impostor y la positividad tóxica pueden derivar en altos niveles de estrés y desgaste profesional.

Más información: Lara Ferreiro, psicóloga, advierte sobre el síndrome posvacacional: "Puede derivar en problemas psicológicos".

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Incluso Shakira se ha sentido una impostora en su carrera profesional. El síndrome del impostor es una sensación que embarga la actitud en un sentimiento de no sentirse suficiente o merecedor de los logros, sobre todo profesionales, aunque también personales.

Este síndrome puede generar inseguridad y falta de confianza en aquellos que lo padecen. El impostorismo conlleva la duda en las habilidades y talentos de uno mismo, sumiendo a los afectados en una experiencia psicológica que transmite la sensación de sentirse un fraude ante el éxito.

Se padece síndrome del impostor cuando se sacrifica el bienestar por el trabajo. Así como cuando se duda de las propias capacidades y se basa la autoestima en las habilidades laborales.

No se trata de un trastorno psiquiátrico reconocido. Sin embargo, la psicóloga Lara Ferreiro asegura que "el 70 % de la población ha experimentado el síndrome del impostor alguna vez en su vida".

La especialista teme que este fenómeno se dé como consecuencia de que, en España, la educación se base en la crítica. Como solución ante esta problemática, Lara Ferreiro aconseja "hablarse bien a uno mismo, tener metas realistas y saber pedir ayuda".

El término 'síndrome del impostor' fue acuñado por primera vez en 1978 por las psicólogas clínicas estadounidenses Pauline R. Clance y Suzanne A. Imes para referirse a mujeres exitosas en el ámbito laboral que se sienten insuficientes a pesar de sus logros.

A este respecto, la divulgadora científica Loreto Barrios establece que el síndrome de la impostora tiene su cuna en el efecto Venus, un fenómeno por el que la mujer se desdibuja en su autovaloración.

Síndrome de la Barbie

La psicóloga Ferreiro refuerza este perfil común de víctima del síndrome del impostor al asegurar que es "más habitual en mujeres" debido a la exigencia que se autoimpone el género femenino y la elevada presión de cumplir los estereotipos.

Además, la experta advierte que este fenómeno puede derivar en atelofobia: la obsesión por alcanzar la perfección en todo momento. Esta fobia es popularmente conocida como 'síndrome de la Barbie', y afecta a "personas con baja autoestima y muy perfeccionistas", informa la doctora Ferreiro.

Lara Ferreiro también es autora del libro ¡Ni un capullo más!: El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta, un manual mediante el que ayuda a las mujeres a trabajar en su amor propio y a desarrollar herramientas para construir relaciones sanas con una misma y con los demás.

A su vez, los conceptos 'síndrome del impostor' y 'síndrome de la Barbie' se relacionan estrechamente con el toxic positivity o positividad tóxica, que consiste en la necesidad de mostrarse siempre feliz ante el resto. Sin embargo, Lara Ferreiro afirma que se trata de una "falsa sensación de la felicidad".

La positividad tóxica provoca la invalidación de toda aquella emoción que no sea la felicidad. Un peligro que puede derivar en una desconexión emocional.

Para prevenir esta situación, la psicóloga Ferreiro advierte de la necesidad de "validar los duelos y aceptar las emociones desagradables". De igual modo, recomienda "evitar comparaciones", más aún con las redes sociales.

En la misma línea se encuentra la nostalgia disfuncional y su consecuente idealización del pasado. La experta asegura que "el 43 % de los españoles sufre nostalgia".

Y asegura que es un sentimiento más reiterado entre "los hombres que no alcanzan el éxito laboral" por la sensación de frustración ante no conseguir sus objetivos.

Triplicación de bajas laborales

Paralelamente, Lara Ferreiro asegura que el miedo al fracaso es "más frecuente en médicos e ingenieros" debido a la alta responsabilidad que conllevan sus profesiones.

Una realidad que puede derivar en el síndrome de burnout o de desgaste profesional como consecuencia de una prolongada exposición al estrés en el trabajo. Un fenómeno que sufren "el 55 % de los españoles, con una triplicación de las bajas laborales por enfermedades mentales", informa.

Vivimos en una sociedad inmersa en la cultura de la productividad. Una sociedad de constantes estímulos a la que no se le ha enseñado a 'no hacer nada'.

Esto se conoce como stresslaxing, y se sufre cuando el momento de relajación conlleva todavía más estrés, derivando en pensamientos negativos y sensación de ansiedad.

La experta advierte que esto supone "una activación del sistema de alerta para producir más", cuando esto "solo debería ocurrir ante el riesgo de muerte". "Estamos colapsados. No hay una cultura de conciliación sana", lamenta la psicóloga Ferreiro.