Alberto Yagüe tiene 33 años y perdió su restaurante en un incendio el pasado 10 de junio.

Alberto Yagüe tiene 33 años y perdió su restaurante en un incendio el pasado 10 de junio. Cedida

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Alberto, dueño del restaurante quemado en Ibiza por negarse a dar de comer por 5 €: "Volver a abrir me costará un millón más"

El empresario hostelero no podrá aprovechar este verano y espera reabrir antes de la próxima temporada.

Más información: Dos personas exigieron comer por 5 euros a Alberto en Ibiza, se negó, y le quemaron el bar: "He perdido más de 1 millón"

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Tras perder más de un millón de euros invertidos en su restaurante incinerado en Ibiza, Alberto Yagüe ya está manos a la obra para reabrir cuanto antes. "Dejar el restaurante como estaba costará unos 1.000.000 de euros más", detalla este empresario hostelero a este periódico.

Alberto, de 33 años, tiene claro de que no será sencillo. "Aún no sé si voy a poder abrir. La fecha que nos hemos puesto como objetivo es el Domingo de Ramos de 2026. Es una fecha que no va a ser fácil, pero lo intentaremos", dice con optimismo, aunque por momentos le asalta el dolor de haber perdido su restaurante llamado Sa Sal.

El negocio de Alberto fue convertido en cenizas la madrugada del 10 de junio. Dos clientes, molestos porque no les sirvieron un menú por cinco euros, provocaron un incendio en el lugar que acabó con el restaurante del joven y otros dos locales, según las indagaciones de la Guardia Civil.

Así era el restaurante Sa Sal antes del incendio.

Así era el restaurante Sa Sal antes del incendio. Cedida

Esto le provocó pérdidas de más de 1.000.000 de euros a Alberto, y para reabrir, tendrá que invertir una cantidad similar, indica. Este verano ya no obtendrá ganancias. "Todo lo que es el volumen de negocios y beneficios de esta temporada lo doy por perdido. Nadie me lo va a reponer", lamenta.

Su esperanza está puesta en las empresas de seguros que podrían devolverle una parte de lo que perdió, pero aún no sabe cuánto dinero será ni cuándo le darán una respuesta. De lo que sí está seguro es que no le devolverán el 100 % de lo invertido. "A día de hoy no sé cuánto va a cubrir los seguros y si la cifra no llega para poder abrir, no seré capaz", asegura.

Por otro lado, Alberto explica que ha recibido ayuda de diferentes personas que han conocido su historia a través de reportajes como el de este periódico o que han sido clientes del restaurante, incluso personas del Reino Unido y Argentina. "Una chica que es diseñadora de interiores me dijo que me ayudaría con el diseño, y todo de manera desinteresada", dice.

"Al menos tengo la ventaja de que siendo ingeniero industrial, algo de obra e instalaciones controlo, así que me he puesto manos a la obra ya para organizar la reconstrucción", señala Alberto.

El incendio

La madrugada del 10 de junio, Alberto estaba durmiendo cuando el chef de su restaurante le llamó para avisarle que había un incendio en su local, ubicado en Playa d'en Bossa, Ibiza. Cogió el coche y condujo lo más rápido que pudo. Al llegar, encontró a los bomberos y policías apagando el fuego que en minutos consumió el local completo.

Alberto asegura que no quedó nada de su restaurante.

Alberto asegura que no quedó nada de su restaurante. Cedida

"Hay cosas que han desaparecido porque se han hecho cenizas", describe Alberto, que dos semanas después, aún siente un nudo en la garganta cuando recuerda la imagen de su restaurante en llamas. En ese momento, "entré en estado de 'shock'", describe. "No sabes si estás viviendo una pesadilla o si es real", relata.

Los hechos se remontan a la noche del 9 de junio, cuando un hombre y una mujer llegaron a Sa Sal para cenar por cinco euros. Una camarera y el chef les explicaron que no podían servirles un menú por ese precio, pero estos se molestaron y comenzaron a gritar.

La mujer fue quien adoptó una "actitud agresiva y molesta con las camareras y clientes", detalló la Guardia Civil en un comunicado. Estas dos personas son los presuntos autores del incendio porque después fueron vistos en las cámaras de seguridad y reconocidos por los trabajadores del restaurante.

Se trata de un hombre y una mujer sin hogar que dormían en las playa, cerca del restaurante de Alberto. Según informó la Guardia Civil en un comunicado, eran "personas problemáticas".

"Sobre la 1 de la madrugada cuando todos los locales estaban cerrados, estas dos personas se acercaron al restaurante iniciándose un pequeño incendio, que se apagó por sí solo pasados unos minutos", detalló.

Media hora más tarde, regresaron al lugar para prenderle fuego nuevamente. Esta vez, rociaron la fachada con un producto inflamable que provocó que las llamas se propagaran rápidamente.

Detenidos en Valencia

Los dos sospechosos del incendio detenidos en Valencia

Los dos sospechosos del incendio detenidos en Valencia Guardia Civil

La Guardia Civil detalló que los dos sospechosos abandonaron la isla de Ibiza en un buque con destino a Valencia, pero fueron detenidos a su llegada a esa ciudad a primera hora del lunes 16 de junio.

El Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia dictó prisión provisional sin fianza para los sospechosos, que están siendo investigados por un delito de incendio con riesgo para las personas.

Alberto asegura que no conoce a los presuntos autores del incendio, pero sí sabía que pululaban por la zona. Otros dueños de locales le han dicho que esas dos personas acostumbraban a llegar a otros restaurantes y locales para pedir comida o medicación.

Los trabajadores de Alberto también le han contado que los detenidos llegaban a su local a pedir que les cargaran el móvil y ellos les dejaban cargarlo sin problema.

Por ahora, Alberto ha declarado en contra de ellos, pero las autoridades todavía no le informan sobre cómo avanzan las investigaciones.

Dejarlo como estaba

Más allá de lo que puedan concluir las autoridades con su investigación, Alberto está concentrado en reabrir su local. En medio de eso, "tengo altibajos, pero con la vista puesta en el futuro y en ver las cosas positivas", dice.

En estos días se ha reunido con una empresa de desescombro para tirar todo lo que está incinerado. Tiene que quedar solo la estructura "porque nada se salvó". Todo ese trabajo le llevará por lo menos un mes.

Él espera que su restaurante quede exactamente a como estaba antes del siniestro. "Lo hice hace un año con toda la ilusión y a como estaba es como me gustaba", comenta.