
Rafael Ferrándiz se retiró del Cuerpo de Bomberos de Madrid el 28 de marzo
Rafael Ferrándiz, último jefe de bomberos de Madrid y 41 años de oficio: "El fuego de Alcorcón era evitable, el accidente no”
El recién jubilado jefe de bomberos de Madrid explica que los garajes son considerados sitios de "alto riesgo" para los apagafuegos.
Más información: El vídeo que enseña cómo quedó el garaje de Alcorcón tras el incendio en el que murieron los bomberos Sergio y Jesús
Los últimos días de Rafael Ferrándiz Albendea han sido "raros", dice. Aún no se acostumbra a estar jubilado. Este veterano bombero dijo adiós a más de 4 décadas de servicio. Las catástrofes han sido parte de su vida y su profesión. Incluso en su retiro. Recientemente le sorprendió un nuevo suceso: el incendio de un garaje en Alcorcón, provocado por la batería de un coche eléctrico y en el que murieron dos bomberos, Jesús Aguilar Molero, de 34 años, y Sergio Benavente Rodríguez, de 38.
Cada incendio, explica Ferrándiz, es un accidente que se produce de manera fortuita y rápida. "Se puede prevenir", señala, pero también hay situaciones en las que pasan cosas como una explosión, un derrumbe u otro tipo de accidentes que no son previsibles. "Son cosas que pueden ocurrir en establecimientos y que acaban en un problema", comenta sobre lo sucedido con los bomberos en un garaje de Alcorcón.

Rafael Ferrándiz se jubiló el 28 de marzo de 2025
"El bombero asume muchísimo riesgo. Como trabajan bien, no se producen habitualmente. Pero el riesgo está ahí. Los bomberos dicen que nuestro contrato de trabajo tiene letra pequeña y evidentemente es así”, lamenta Ferrándiz, quien lleva poco menos de dos semanas jubilado.
Este hombre asegura que tendrá muchas historias para contarle a sus nietos. "Parece que fue ayer, pero han pasado 41 años de servicio con vosotros y con los anteriores omberos con los que he tenido el gusto de servir a la ciudad de Madrid", dijo ese 28 de marzo a sus compañeros en su mensaje de despedida que se escuchó en los 13 parques de bomberos de la ciudad.
"Hoy es un día lleno de emociones, de recuerdos, de amistades y que indudablemente voy a echar de menos. Dejo esta ciudad al frente del cuerpo de Bomberos con cariño y sabiendo que va a estar excelentemente protegida por los magníficos compañeros que tengo", decía emocionado y al borde de las lágrimas a través de un walkie-talkie, el mismo que llevó desde 2019 en sus últimos años como jefe de los apagafuegos de Madrid.
👉Así de emotiva ha sido la despedida del Jefe del Cuerpo de Bomberos Madrid, Rafael Ferrándiz, por la emisora. 🎙️
— Emergencias Madrid (@EmergenciasMad) March 28, 2025
👉Unas palabras que se han escuchado desde los 13 parques de bomberos de la ciudad. 👩🏻🚒👨🏻🚒🧯🚒
👉¡Gracias, Rafa, por tus años de dedicación y compromiso! ⤵️ pic.twitter.com/goIXiMIkVf
Han sido 41 años entre el fuego y el humo para él. Estuvo en algunos de los sucesos más duros de la historia reciente de España como el incendio en Almacenes Arias, los atentados del 11M, el colapso del edificio Windsor o la pandemia de la Covid-19. Ni siquiera como jefe del Cuerpo, cargo que asumió en febrero de 2019, se libró de las intervenciones pues también estuvo en el incendio del restaurante Burro Canaglia en enero de este año.
La recuerda como una intervención "terrible" porque se trataba de un restaurante pequeño con algo "extraordinario e inaudito", pues tenía forradas las paredes y el techo con un material combustible, lo cual facilitó que el fuego avanzara rápidamente. Ferrándiz dice que el trabajo fue "muy intenso" para rescatar a las personas sobrevivientes.
En sus años al frente del Cuerpo de Bomberos de Madrid, se encargó de la modificación y la mejora de las condiciones laborales, además de reforzar la planilla y apoyar la formación continua de los trabajadores.
Un niño fascinado
Tiene 65 años y aunque se acaba de jubilar se siente joven todavía, por esa razón no acepta que le llamen "don Rafael".
"Dime Rafa mejor", nos pide.
Rafael Ferrándiz es un madrileño que se describe a sí mismo como "un chaval de barrio". Cuando era niño jugaba en las calles de Lavapiés con sus amigos. "Todavía no había televisión y no había nada más que llamara la atención que ver pasar un coche de bomberos por la calle y le seguíamos", recuerda.
"Me fascinaba ver cómo los bomberos sacaban una escalera con la que subían por la fachada y subían como que fueran artistas de cine", relata Ferrándiz, quien a los 24 años se unió al Cuerpo fascinado con aquella imagen que tenía de niño de los bomberos rescatando personas de algún edificio en llamas. Eran héroes para él. Y él quería ser uno.

Ferrándiz se unió al Cuerpo de Bomberos a los 24 años.
Aún recuerda el suceso que más le golpeó emocionalmente, que fue el incendio de los Almacenes Arias, ocurrido el 5 de septiembre de 1987. Ese día, 10 bomberos del Ayuntamiento de Madrid murieron cuando un edificio en llamas se derrumbó sobre ellos. "En aquella época los bomberos mayores decían que rescatar a otro compañero, un bombero, era de lo más duro y es cierto", detalla.
Toda su vida se la pasó prestando servicio en Madrid y en febrero de 2019 se convirtió en el jefe de Cuerpo de Bomberos de la capital. El 2023 fue un año especial para él, porque fue el pregonero de las fiestas de la Virgen de Paloma, una tradición de más de 100 años entre los apagafuegos.
Para él fue "un honor" ser el pregonero de ese año, dice, sobre todo por su vinculación personal con estas fiestas pues su familia es de Lavapiés y se casó en la iglesia de San Pedro, de la Virgen de la Paloma.
Extrañará las intervenciones
Lo que más extrañará de sus días como apagafuegos son "sin duda" las intervenciones. "Todavía estoy en el paso de que ya no soy un bombero y soy un ciudadano normal", dice.
Aunque ya está retirado, no dejará de ser un bombero que se preocupa por su comunidad y por sus compañeros. Por ello es que ha sentido mucho dolor por el incendio en Alcorcón, en el que murieron Sergio y Jesús. "Todo duele porque son vidas, pero cuando el que cae es un compañero tuyo como ha ocurrido ahora en Alcorcón es terrible para todos nosotros", señala.
Ferrándiz no recuerda muy bien a Sergio y Jesús porque eran jóvenes. "Evidentemente no eran de mi generación", pero sí sabe que eran conocidos en el Cuerpo porque eran muy activos. "Los bomberos de Alcorcón y los de Madrid estamos muy próximos", señala. La muerte de ambos "la hemos sentido como miembros de nuestra familia".

En el centro, atrás y de bigote, Rafael Ferrándiz junto a sus compañeros.
Ferrándiz señala que para los bomberos el entrenamiento es constante. Las intervenciones se hacen con poco tiempo y sin estudio previo. "La intervención tiene que ser muy rápida, limpia y muy eficiente", pero también suceden tragedias como la de Sergio y Jesús.
"Siempre ha habido incendios en garajes" como el que asistían Sergio y Jesús, explica Ferrándiz. Lugares cerrados como los parkings están clasificados por los bomberos como sitios de alto riesgo. "Cuando se produce un accidente en un garaje va a ser complicada la intervención".
Ferrándiz no duda en que Sergio y Jesús estaban preparados para obtener los mejores resultados al atender aquel incendio, pero "era un sitio de muy alto riesgo y cualquier eventualidad puede llevar al traste con esa intervención", valora.