Ángel Víctor Torres con un amigo en la San Silvestre de Las Palmas de Gran Canaria.

Ángel Víctor Torres con un amigo en la San Silvestre de Las Palmas de Gran Canaria.

Reportajes

Ángel Víctor Torres, el 'runner' y nieto de republicanos asediado por la trama de las mascarillas

Altos cargos de confianza del expresidente canario aparecen vinculados al 'caso Koldo' y a otra trama anterior conocida como 'el caso mascarillas'.

18 marzo, 2024 02:21

En su discurso de investidura como presidente de Canarias el 11 de julio de 2019, Ángel Víctor Torres (Arucas, Las Palmas, 1966) hizo gala de sus orígenes humildes en el barrio de La Goleta de su localidad natal y de sus familiares represaliados por el franquismo. Cuando llegó el momento de hablar del compromiso de su recién estrenado Gobierno contra la corrupción, lo hizo desde el lugar común:

"Señorías, no podemos hablar de una Canarias nueva sin hacer referencia a conceptos como el buen gobierno, la lucha contra la corrupción o la calidad democrática: es este el último Eje del gobierno que como Presidente propongo para Canarias", dijo. A renglón seguido, Ángel Víctor habló de la importancia de incorporar "valores y reglas de actuación" sobre "las decisiones y conducta de los miembros del Gobierno de Canarias y altos cargos de la administración pública".

Esta parte del discurso pasó sin pena ni gloria, como aquella a la que hay que hacer mención obligada desde cualquier tribuna política. En Canarias, a Ángel Víctor no se le conocían vinculaciones con grandes empresarios ni grupos de poder. Tampoco tenía enemigos declarados ni un pasado sospechoso, sino todo lo contrario: la trayectoria de este doctor en Filología y maestro de Secundaria, ahora ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, siempre fue, en apariencia, impecable.

Ángel Víctor Torres abraza a su padre, Bonifacio Torres, el día de su investidura como presidente de Canarias.

Ángel Víctor Torres abraza a su padre, Bonifacio Torres, el día de su investidura como presidente de Canarias.

Por ello, quienes le conocen en las islas, no caben en su asombro ante las revelaciones que, a diferentes niveles, vinculan a su Gobierno en la trama corrupta de adquisición de mascarillas conocida como el 'caso Koldo'. Sólo unos meses después de aquel discurso, entre abril y mayo de 2020, el Servicio Canario de Salud (SCS) adjudicó cuatro contratos por 9,8 millones de euros a la empresa que investiga la Audiencia Nacional, Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas SL. 

Los contratos se firmaron, supuestamente, a instancias del Ministerio de Transporte que dirigía José Luis Ábalos, y en el que Koldo García Izaguirre ejercía de ejecutor. Quien entonces estaba a la cabeza del SCS es la mano derecha de Ángel Víctor y su actual jefe de Gabinete, Antonio Olivera.

Como mal precedente, de forma paralela a la firma de los contratos con la trama de Koldo, el SCS también se vio involucrado en otro caso de corrupción por el cobro de comisiones en la compra de mascarillas, pero más grave si cabe: el Ejecutivo canario desembolsó 4 millones de euros por unas mascarillas que nunca llegaron. 

El llamado 'caso mascarillas' salió a la luz en 2022, y uno de los imputados, Conrado Domínguez, terminó por dimitir. Domínguez era el director del Comité de Gestión de Emergencias Sanitarias del SCS en las mismas fechas en las que el organismo contrató con la empresa del 'caso Koldo'. Es más, dentro del SCS, este Comité era el responsable de la adquisición de material sanitario por la vía de urgencia.

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De aquel primer caso, Ángel Víctor salió indemne, con una contundente condena a la corrupción. Ahora que la Fiscalía Europea investiga los contratos del 'caso Koldo' en Canarias por un presunto delito de malversación, el ministro sigue la misma estrategia: la de desvincularse de lo que hicieran, supuestamente a escondidas, sus altos cargos.

Pero a medida que trascienden detalles de la investigación, las sospechas de su implicación o, al menos, de que sabía qué se cocía, van en aumento. Según consta en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en las conversaciones de WhatsApp de algunos de los investigados se menciona, al menos dos veces, a Ángel Víctor en el contexto de los contratos: la primera, como "al de Canarias", a quien el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, había dado el "ok". La segunda, porque uno de los investigados "manda un pantallazo de una conversación con Ángel Víctor Torres".

Represión franquista

Hasta 2019, un año antes de que Ángel Víctor ascendiera al poder, el actual ministro tuvo una discreta carrera política. Nació en Arucas, un municipio de Las Palmas de 37.000 habitantes. En concreto, en el barrio de La Goleta. Allí, hace más de medio siglo, familias de clase trabajadora levantaron con sus propias manos sus casas. La de Ángel Víctor no fue una excepción.

Según ha reseñado él mismo en varias ocasiones, sus abuelos y sus tíos abuelos eran republicanos, y fueron duramente represaliados por el franquismo. Algunos de sus amigos, de hecho, fueron ejecutados y enterrados en fosas comunes de la zona, especialmente reprimida por el régimen. Sería este pasado el que, en parte, determinaría su carrera política y el que años más tarde le daría las credenciales para convertirse en ministro de Memoria Democrática.

Ángel Víctor Torres jugando un partido de fútbol.

Ángel Víctor Torres jugando un partido de fútbol. Instagram

Pese a estos antecedentes, su padre, Bonifacio Torres, siempre presente en su vida, decidió matricularlo en un colegio de curas después de que falleciera su madre cuando apenas era un niño. Bonifacio, a quien llamaban 'Fafo', quiso darle una buena educación, convencido de que llegaría "muy lejos", según dijo en una entrevista a la cadena Cope en 2019, un día después de que su hijo fuera investido presidente. En aquella ocasión, también auguró que lo vería convertirse en ministro, como finalmente sucedería en el verano de 2023.

En La Goleta, Ángel Víctor creció rodeado de su pandilla de amigos, con quienes jugaba a pelota en las calles del barrio. Son Suso, Sebi, Marcos, Luis Carlos, Germán y Antonio Luis. Con ellos mantiene la amistad hasta el día de hoy. El grupo tenía como tradición viajar una vez al año a la península.

Su afición por el fútbol continuó, se pasó al fútbol sala y, cuando las condiciones físicas se lo impidieron, se aficionó al 'running', con el sueño en el horizonte de correr una maratón. "Siempre ha sido muy deportista", explica a EL ESPAÑOL una persona de su entorno en Canarias, que comenta que, antes de trasladarse a Madrid cuando Pedro Sánchez le llamó para integrarse en su gobierno, lo veía correr por Arucas.

Ya en política y en puestos de responsabilidad, Ángel Víctor no desaprovechaba cualquier ocasión que se le presentara para echar un partido. Fue con ese talante campechano y cercano que entró en política en 1999, como concejal de la oposición de su pueblo. De forma paralela, siguió ejerciendo como profesor de Secundaria en el Instituto de Arucas.

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Porque, al igual que en el deporte, Ángel Víctor se empeñó en los estudios: se licenció en Filología Hispánica en la Universidad de la Laguna de Las Palmas, se doctoró en la misma materia y luego sacó la oposición a maestro. En Arucas, la suya era una vida sin pretensiones ni grandes ambiciones: también se dedicó a pintar y escribió un libro de relatos, titulado "Retales de un tiempo difuso", publicado en 1990, cuando tenía 24 años.

Antes de asumir el cargo de presidente autonómico y de trasladarse a Madrid, residía en una finca del pago rural de El Zumacal, a 10 kilómetros de Arucas, con su mujer, la psicóloga Ivana Hernández, y el hijo de ambos, Miguel, que ahora tiene 9 años. Ángel Víctor se casó en noviembre de 2019, pocos meses después de ser elegido presidente regional. Tenía 53 años.

"Muy político"

Tras su entrada en el Ayuntamiento de Arucas como concejal en 1999, Ángel Víctor pasó a los dos años a ser el portavoz socialista de la localidad. Otros dos años más tarde, en 2003, encabezó las listas del PSOE a la alcaldía y salió elegido. Conservó el puesto un mandato, hasta 2007. En las elecciones municipales de 2011 volvió a salir elegido como alcalde, cargo que mantuvo hasta 2015. 

Entre medias, en 2009 y antes de su segundo mandato en Arucas, tuvo su primera toma de contacto con la política nacional, cuando sustituyó en el Congreso de los Diputados a Juan Fernando López Aguilar. En 2015 se presentó como cabeza de lista del PSOE al Cabildo de Gran Canaria y, después de pactar con Nueva Canaria, fue nombrado vicepresidente primero y consejero de Obras Públicas, Infraestructura y Deportes del ente regional.

Ángel Víctor Torres (izquierda) en su etapa como alcalde de Arucas.

Ángel Víctor Torres (izquierda) en su etapa como alcalde de Arucas.

Quienes le conocen en Canarias describen en él un carácter "afable", "serio" y "poco amigo de meterse en problemas". "Su carrera siempre fue limpia y normal. Es un buen tipo, nadie le ha regalado nada y ha llegado adonde ha llegado por su seriedad y por habérselo ganado él solo", dicen. 

Pero, al mismo tiempo, estas fuentes describen que "es muy político, en la peor acepción de la palabra". "Siempre te dice lo que quieres escuchar y, si luego no le interesa, no moverá un dedo por ti", señalan.

Su peso político no se manifestó hasta 2017, cuando apoyó a Pedro Sánchez como candidato a las primarias del PSOE en mayo de aquel año. Apenas dos meses después, venció a Patricia Hernández –la candidata de Susana Díaz– y a Juan Fernando López Aguilar en las primarias del PSOE en Canarias y ascendió a secretario general del partido en las islas.

Al mismo tiempo, la secretaría de Organización del partido a escala nacional había pasado a manos de José Luis Ábalos, con quien Ángel Víctor comenzó a acercar posiciones cada vez que el político valenciano viajaba a Canarias, acompañado siempre de su sombra, Koldo García.

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"Ábalos viajaba mucho a Canarias y ya despachaba con él en esa época. Después, Ábalos fue determinante para catapultar a Ángel Víctor como candidato a la presidencia autonómica. Ya en el Ministerio de Transporte, y con Ángel Víctor como presidente de Canarias, ambos mantuvieron una relación institucional", explican estas fuentes.

En las elecciones de mayo de 2019, ganó con mayoría de los votos y número de escaños, y fue proclamado presidente del Gobierno de Canarias con el apoyo de Nueva Canarias, Sí Podemos y Agrupación Socialista Gomera. La entente se conoció como 'el pacto de las flores', por la instantánea de los líderes de cada partido sobre el reloj floral de Santa Cruz de Tenerife.

En el camino a la cima, Ángel Víctor se apoyó, sobre todo, en el exdiputado nacional y secretario de la agrupación del PSOE de Las Palmas, Sebastián 'Chano' Franquis. Se trata, aún a día de hoy, de la agrupación socialista más fuerte del partido en la isla. En su círculo de confianza también incluyó a Antonio Olivera, quien se convirtió en su mano derecha a lo largo de su presidencia y en el ministerio.

Conrado y Antonio

El primaveral ascenso al poder de Ángel Víctor se vio puesto a prueba muy pronto, en agosto de 2019, con un masivo incendio forestal en Gran Canaria que arrasó 9.541 hectáreas. Poco después, en enero de 2020, saltó la alerta por el primer caso de Covid-19 en España: fue, en concreto, un turista alemán que pasaba sus vacaciones en La Gomera.

Despachando en el ministerio de Transporte con José Luis Ábalos. Al fondo a la derecha está Conrado Domínguez, exdirector del SCS.

Despachando en el ministerio de Transporte con José Luis Ábalos. Al fondo a la derecha está Conrado Domínguez, exdirector del SCS.

Mientras en la península se veía la pandemia como una amenaza lejana, en Canarias, el Gobierno de Ángel Víctor comenzó la gestión de la crisis un mes antes que el resto de comunidades. Fue también en las islas donde se decretó el primer confinamiento, en un hotel de Tenerife.

Para enfrentarse a la pandemia, Ángel Víctor tomó decisiones drásticas: a finales de marzo de 2020, cesó a la cúpula de Sanidad y nombró director del Servicio Canario de Salud a su mano derecha, Antonio Olivera. Hasta el nombramiento, Olivera había ejercido como viceconsejero de la Presidencia, puesto que asumió nada más ser elegido Ángel Víctor.

Al mismo tiempo, el presidente canario creó el Comité de Gestión de Emergencias Sanitarias, un organismo específico del SCS para hacer frente a la crisis. Nombró director a Conrado Domínguez, que ya había sido director del SCS en la legislatura anterior, con Coalición Canaria en el Gobierno Regional.

Ambos, Olivera como director del SCS, y Domínguez como director del Comité, fueron los máximos responsables en Canarias de la adquisición de material sanitario en los primeros meses de la Covid-19. Al menos Domínguez estuvo imputado en el 'caso Mascarillas'. Olivera, por su parte, aparece mencionado en la investigación de la UCO sobre el 'caso Koldo': uno de los empresarios de la trama le contactó en septiembre de 2020, y le mencionó a Koldo García Izaguirre como carta de presentación, lo cual da a entender que había tratado previamente con él.

[La Audiencia de Cuentas canaria ve nulos contratos del gobierno de Torres con la trama de Koldo por 9,8M]

En esa fecha, septiembre de 2020, Olivera dejó la dirección interina del SCS para regresar a su puesto en Presidencia al lado de Ángel Víctor. Entonces, Domínguez se hizo cargo de nuevo del SCS como director. En noviembre de 2022, después de sus implicaciones en el 'caso mascarillas', dimitió forzado por Ángel Víctor.

"Es parte de su carácter. Queda bien con todo el mundo pero cuando no le vas bien, te deja caer… Cuando se ve acorralado, ataca a la yugular y va a matar", describen las fuentes de su entorno a este periódico, en alusión a la dimisión de su exdirector del organismo de Salud, ahora alejado de la política.

En 2023, Domínguez aparecería también en el 'caso mediador' por cobrar presuntamente una mordida de 90.000 euros tras conceder un concurso de ambulancias, cuando también ocupaba el cargo de director del SCS. El mediador, Marco Antonio Navarro Tacoronte, quien ejercía de enlace entre políticos y empresarios, se reunía con Domínguez en su despacho y declaró ante la jueza que se refería a él como "el jefe".

Por otro lado, en mayo de 2022, la Audiencia de Cuentas de Canarias –homólogo regional del Tribunal de Cuentas Nacional– presentó un informe en el que señaló al Gobierno canario por presuntas irregularidades en la compra de mascarillas. En concreto, por haber suscrito contratos con dos empresas que "carecían de capacidad de obrar con la Administración". Una de ellas fue Soluciones de Gestión SL, vinculada al 'caso Koldo'. La otra, RR7, relacionada con el 'caso mascarillas'.

Sánchez, Ábalos y Ángel Víctor Torres en un acto del PSOE.

Sánchez, Ábalos y Ángel Víctor Torres en un acto del PSOE.

El informe, sin embargo, nunca llegó a debatirse ni dio pie a una comisión de investigación parlamentaria, como ahora piden Coalición Canaria y el PP. El pleno de la Audiencia de Cuentas rechazó el borrador del informe, presuntamente, por presiones del PSOE, como ya adelantó este periódico. "Una mayoría de consejeros, designados por ellos, votaron a favor de meter el informe en un cajón", aseguró una fuente del PP en las islas.

Todo esto ocurrió con Ángel Víctor en la presidencia; cuatro años, hasta 2023, en los que tuvo que hacer frente, además, a la llegada masiva de inmigrantes a las costas canarias, y a la erupción del volcán de La Palma. "Es un gran gestor de adversidades", señalan las fuentes de su entorno, en alusión a los eventos de gran calibre que han atravesado su mandato. Ahora queda por ver si Ángel Víctor sobrevivirá al 'caso Koldo', sobre el que él sigue reclamando su inocencia y que no sabía nada.

"La oferta pudo llegar perfectamente del Ministerio de Transportes, que ya había contratado a esta empresa", dijo Ángel Víctor en Hora 25. Pero nuevamente, echó balones fuera: "No he recibido una llamada de Ábalos para que se contratara esta empresa. No fue una propuesta que me llegara a mí como presidente de Canarias (..,) Eran los técnicos, los funcionarios, los responsables jurídicos, los que estudiaban las propuestas de compra y realizaban las inspecciones pertinentes".