Rocío Aguirre, hermana de Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, y próxima diputada nacional de Vox.

Rocío Aguirre, hermana de Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, y próxima diputada nacional de Vox. E. E.

Reportajes VOX

Rocío Aguirre, hermana de Esperanza, de fundar la Sala Caracol al Congreso con Vox: "Aprendo de ella"

"Es un orgullo ser diputada y representar a los votantes de Vox", asegura en una breve conversación con EL ESPAÑOL. Acudió como tertuliana a 'La Sexta Noche' el día que se estrenó el programa. 

12 enero, 2024 02:40

Son casi las seis de la tarde de este jueves y Rocío Aguirre (Madrid, 1964) está a punto de entrar en una reunión. Propiciada por la imprevista renuncia de Carla Toscano a su acta de diputada, la penúltima de los ocho hermanos Aguirre Gil de Biedma prepara su inesperado ingreso en política. Llegará al Congreso de los Diputados de la mano de Vox. 

Aguirre concurrió como número ocho en la lista por Madrid el pasado 23-J. Su protagonismo durante la campaña fue inexistente, sin entrevista, foto o declaración pública alguna. Que fuera hermana de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, del PP, resultó algo anécdotico, exótico en la papeleta, suficiente para generar alguna noticia sin fuste. 

"Ella me enseña mucho", dice sobre la mayor de sus hermanos, sobrinos segundos todos del genial poeta Jaime Gil de Biedma, a quien el Partido Comunista de España rechazó en sus filas por homosexual, en una brevísima conversación telefónica con EL ESPAÑOL. "Tiene mucha experiencia y espero que me ayude", confía. 

[La diputada Carla Toscano (Vox) deja su escaño y será sustituida por la hermana de Esperanza Aguirre]

Pese a que Vox sólo sacó cinco diputados en la capital, la marcha de Toscano, unida a las renuncias del exportavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros y el doctor Juan Luis Steegmann, ha corrido la lista hasta ella. Empresaria de profesión, su experiencia en el debate público se limita a una intervención en La Sexta Noche, curiosamente, el mismo día que se estrenó el programa, el 27 de enero de 2013. 

"Es una mujer muy vivida, con mucho mundo y con muchas opiniones y muy claras", dijo entonces el presentador del espacio, Iñaki López, sobre una apuesta que se sacó de la chistera. "Es radical a la hora de expresarse; los políticos siempre se tintan la ropa, incluso Esperanza, pero su hermana no", aseguraba. "Se parece a Esperanza en muchas cosas, en otras la supera", insistía. 

Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, interviene en la Asamblea de Madrid con motivo del 40 aniversario de la institución, el pasado 1 de diciembre.

Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, interviene en la Asamblea de Madrid con motivo del 40 aniversario de la institución, el pasado 1 de diciembre. Jesús Hellín Europa Press

Pero no cuajó. Hoy, magnificada hasta el infinito cualquier polémica, su intervención hubiera sido mucho más sonada que lo fue entonces. "A mí me cuesta contratar a gente porque hay muchas veces que la gente tiene un subsidio, que a lo mejor son 800 o 1.000 euros, y tú les estás ofreciendo un trabajo y resulta que prefieren no trabajar", dijo ante un público hostil, que se puso en guardia y rompió a murmurar tras sus palabras.

Madrid Golf y Expobike

"Es un orgullo ser diputada y representar a los votantes de Vox", asegura la empresaria, afiliada al partido de Santiago Abascal en 2019, y dedicada profesionalmente en los últimos años en la firma que su hermana María fundó en 2005, Aguirre Home, una asesoría inmobiliaria con sede en Madrid.

Un proyecto en el que también ayudó su hermano Santiago Aguirre, fundador de Aguirre Newman, otra consultora inmobiliaria con presencia internacional. "Le echaron de casa por vago y maleante, por estar de brazos cruzados, y se fue a vivir a la buhardilla de un amigo, la cocinera de la familia le llevaba comida a escondidas", escribía sobre él Virginia Drake en La presidenta (La Esfera de los Libros, 2006), una biografía sobre la expresidenta madrileña.

Licenciada en Geografía e Historia y con máster por el Instituto de Empresa, Rocío Aguirre despegó como empresaria ligada al mundo del espectáculo. Lo hizo junto a su hermana Piedad Aguirre, Piedy, fundando en 1991 una de las salas de conciertos más emblemáticas de Madrid, la Sala Caracol, que vendieron cuatro años después. La tercera socia era Mariola Orellana, esposa de Antonio Carmona, cantante de Ketama.

El proyecto nació como un tablao flamenco precario que, bautizado con el nombre de Navefénix, no tardó en atraer a las principales figuras del flamenco. Fue precisamente Lola Flores, parroquiana del local, quien le puso aquello de Caracol en homenaje y recuerdo a su pareja artística, Manolo Caracol, leyenda del cante.

Tras varios proyectos empresariales, en 2006 fundó Madrid Golf, una feria de golf que se celebró en el Palacio de Congresos de IFEMA durante más de una década. En 2015, la Federación de Golf de Madrid llegó a otorgarle su Medalla al Mérito por "facilitar la concurrencia y contactos nacionales e internacionales de toda clase de operadores y practicantes de golf".

Las relaciones públicas siempre han sido unpunto fuerte para la familia Aguirre Gil de Biedma. Y el golf, un nexo de unión que Esperanza potenció en sus años como presidenta de la Comunidad de Madrid. Además, en 2012, Rocío Aguirre también creó Expobike como una feria anual en torno al mundo del ciclismo, celebrada también en IFEMA. 

Tildado de elitista, a menudo, por quienes no lo han practicado, Rocío Aguirre defendió el golf como un deporte "muy democrático" en una entrevista publicada en Libertad Digital en 2009. "Es una demagogia barata decir que el golf es un deporte de burqueses y de pijos. Y precisamente toda esa gente que lo dice es que juega al golf", dijo en respuesta a Fidel Castro y Hugo Chávez, quien, entonces, había amenazado con prohibir el golf en Venezuela por tratarse "un deporte de burgueses".

No obstante, el fragmento de la entrevista que más polémica ha suscitado al ser revisitada esta semana, con motivo de su nombramiento, ha sido en el que defiende el beneficio económico que aporta el golf por encima de actividades como la agraria:"Un campo de golf gasta en agua aproximadamente una quinta parte de lo que consume un campo de maíz. Y produce muchos más puestos de trabajo y más riqueza que una hectárea de regadío en España. Ésa es la verdad que nadie dice. Un campo de golf trae turismo y puestos de trabajo. En cambio, una hectárea de maíz no trae nada. Al contrario, necesita subvenciones y gasta cinco veces más de agua".