El hombre sufrió daños cerebrales irreversibles de pequeño al atropellado por un coche.

El hombre sufrió daños cerebrales irreversibles de pequeño al atropellado por un coche. E.E.

Reportajes REPORTAJES

Kiko Perancho, el cacereño que "quería mucho a su madre" y la mató a bastonazos en un arrebato

El hombre, de 46 años, sufre problemas mentales y secuelas físicas tras ser atropellado de niño por un coche en un accidente del que no se recuperó.

24 octubre, 2023 02:41

La Guardia Civil recibió el aviso del 112 Extremadura en torno a las 22,25 horas. Y en Holguera (Cáceres) nadie se lo explica. El pueblo, de poco más de 600 habitantes, amaneció con la consternación de que Kiko, el hijo de Semi, la había matado a bastonazos por la noche. Nadie oyó nada, ni un ruido ni un grito. Semiana Gómez, de 83 años, falleció en su casa de la calle 2 de Mayo el domingo por la noche, víctima de los golpes propinados con su propio bastón por su hijo Francisco Perancho, de 46. Conocido como 'Kiko', tenía diagnosticado un problema de salud mental, pero nadie en el pequeño pueblo extremeño duda de lo que quería a su madre.

Lo cuenta a EL ESPAÑOL la alcaldesa, Josefina Calvo. "Era muy, muy atento con su madre" subraya. "Estamos consternados porque era una familia muy buena", ahora tocada por la desgracia. Madre e hijo vivían juntos. Otros dos hermanos habían emigrado, aunque volvían al pueblo con los hijos para pasar las vacaciones. La mujer, Semi, enviudó hace unos años. "La familia era también muy conocida porque el padre había sido el juez de paz del pueblo", incide la alcaldesa. La anciana era una mujer muy querida "y muy buena persona". 

El hombre fue detenido por la Guardia Civil y trasladado al puesto de Torrejoncillo, a unos 11 kilómetros de Holguera. Las diligencias están siendo instruidas por la Policía Judicial de la Guardia Civil por un supuesto delito de homicidio dolososo. La causa ha recaído en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Coria, en funciones en el momento en que sucedieron los hechos.

[Un hombre mata a bastonazos a su madre, de 83 años, en el municipio cacereño de Holguera]

Kiko tenía problemas de salud mental diagnosticados, así como problemas físicos. A veces, también, experimentaba brotes violentos. Sus dolencias, dicen en el pueblo, también son producto de la fatalidad. Siendo niño fue atropellado por un coche cuando jugaba en las calles de Holguera, y pasó largo tiempo en coma por tener lesiones cerebrales de gravedad. Al despertar no volvió a ser el mismo. Una compañera de la infancia lo recuerda en clase, en la localidad cercana de Coria, "siempre con la mano levantada" pidiendo turno a los profesores para poder preguntar. 

El extremo celo y dedicación de sus padres hicieron que aquel niño se hiciese mayor y acabase sacándose incluso una licenciatura en Geografía, en Cáceres, por la Universidad de Extremadura. No obstante, el joven también pasó varios años asistiendo al Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad (CMRF) de Salamanca. Por su trayectoria y esfuerzo, el hombre era ejemplo de superación para amigos y conocidos. Muy aficionado al fútbol e hincha del Real Madrid, sobre estas dos aficiones pivotaban muchas de conversaciones con los vecinos del pueblo.

Sin ruido

Para el Ayuntamiento Kiko también había trabajado puntualmente, tanto en la biblioteca como dentro de un programa colaborativo en labores de jardinería. Nunca, jamás, había habido episodio violento alguno en el desempeño de sus funciones.

["No estamos sabiendo dar respuesta": por qué el 75% de los trastornos mentales comienza antes de los 25]

Poco antes del trágico suceso, Semi acudió ayudada por su bastón a casa de una vecina que se encontraba enferma para revisarle la medicación, recoge El Periódico de Extremadura. Al poco rato cruzó la calle hasta su casa, ya que Kiko la reclamaba. 

Kiko, presunto autor de los hechos, en una imagen reciente.

Kiko, presunto autor de los hechos, en una imagen reciente. E.E.

Ningún vecino o vecina oyó gritos o jaleo durante la agresión que le ha costado la vida a Semi: se dieron cuenta de que había pasado algo por las luces de las ambulancias en la calle. No obstante, en el pueblo se han desatado las habladurías y ha llegado a correr el rumor de que Kiko acudió en primer lugar al bar del pueblo a confesar su crimen. La alcaldesa lo desmiente. Fue el propio hombre, visiblemente nervioso, quien llamó por teléfono a un conocido para explicarle que había matado a su madre.  

"Estamos pasando momentos difíciles", dice la alcaldesa Josefina Calvo, quien se enteró cuando fueron a buscarla a su casa para informarle de lo sucedido. Nada más saberlo, acudió a la casa de Semi. El Ayuntamiento de Holguera ha decretado tres días de luto oficial y las banderas ondearán a media asta en señal de duelo.

"Es una pena lo ocurrido, una tragedia", incide la edil. Kiko tenía pasión por su madre y la madre con su hijo. Dados los problemas de movilidad que tenía ya Semi por la edad, Kiko no la dejaba que durmiera en la planta de arriba, para evitar que pudiera caerse bajando o subiendo las escaleras. 

Sociable, e integrado en Holguera, ayudaba mucho a Semi. Por eso nadie se explica qué se le pudo pasar por la cabeza al hijo para acabar agrediendo a su madre con un bastón hasta matarla. "La salud mental hay que tratarla, no sólo celebrarla. Que tristeza más grande", ultima una compañera de infancia de Kiko.