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El mapa definitivo de las lenguas cooficiales en Europa: 20, en situación similar al catalán

En el seno de la Unión Europea ya está admitido el uso de 24 lenguas (con sus correspondientes equipos de traductores).

24 septiembre, 2023 02:10
María Paredes Lina Smith

Como en una relación que se descompensa, en la que un miembro de la pareja hace un requerimiento nuevo que al otro desconcierta, o sobrepasa, o descoloca, la UE le ha pedido a España "tomarse un tiempo". La petición que lo ha detonado, en este caso, ha sido la inclusión del gallego, el euskera y el catalán como lenguas oficiales de la Unión. Los ministros europeos no la han vetado por el momento, pero quieren evaluar la propuesta con informes jurídicos, realizando también una estimación de costes y analizando el eventual impacto sobre el funcionamiento de la institución.

España, novio pertinaz y de moral alta, anunció que correría con todos los gastos derivados de la aceptación de su propuesta y esgrimió en su argumentario que la inclusión sería buena para Europa y que cumple, además, con los objetivos de multilingüismo recogidos en los Tratados, esa especie de Tablas de la Ley de la Unión. Ante la negativa de su partenaire, ha optado incluso por priorizar el catalán, alegando que son ellos, los catalanes, los que más interés han demostrado en que la iniciativa llegue a puerto. Pero de poco ha valido: el Consejo de Asuntos Generales ha aplazado el debate igualmente. Pensémoslo con calma. Tomemos un poco de aire.

Las razones del no de la UE

Teniendo en cuenta que los argumentos de España son muy ciertos (el multilingüismo es una premisa básica para la UE y la misma institución ya acepta en su seno 24 lenguas), ¿por qué la nueva petición parece no fraguar? Es una cuestión de números, y de serias implicaciones derivadas de estos: en los Estados miembros hay cerca de 200 idiomas o dialectos con diferentes grados de oficialidad. De esas 200 lenguas, unas 84 gozan de cierto grado de reconocimiento y gramática estructurada. Y entre las 84, 24 son las que, como decimos, ya están reconocidas como oficiales para la UE, lo que quiere decir que los funcionarios pueden usarlas para sus comunicaciones y documentos oficiales.



Aquí dejamos el listado de estas 24 aceptadas: alemán, búlgaro, checo, croata, danés, eslovaco, esloveno, español, estonio, finés, francés, griego, húngaro, inglés, irlandés, italiano, letón, lituano, maltés, neerlandés, polaco, portugués, rumano y sueco -algunas de ellas oficiales en varios países, como se puede ver en el mapa adjunto-. 

Por su parte, las 60 restantes tienen denominaciones muy diferentes según el país en el que se hablan: se las llama locales, regionales, minoritarias, protegidas, admitidas… Así que es muy difícil poner claridad en este bosque de nomenclaturas, pero al menos ocho países tendrían lenguas cooficiales similares en importancia a las de España. ¿Cómo se mide esto? Según María Ángeles Escrivá, lingüista computacional, depende de "que estén incluidas en el currículo escolar, de su número de hablantes y de si están reconocidas oficialmente por el país en el que se hablan".

Así las cosas, sumando todas las que cumplen con alguno o todos estos parámetros, la cifra sería de 35, de las que al menos 20 no son aún comunitarias. Si se aprobaran, sumadas al gallego, al catalán y al euskera, habría 23 lenguas cooficiales nuevas en Bruselas, con sus 23 nuevos equipos de traductores sumados a los 24 ya existentes. Y la Torre de Babel crecería varios pisos. La cuestión es si, por ello, vería amenazada su viabilidad arquitectónica: "A mí no me parece mal, ahora mismo con el avance tecnológico y los motores de traducción automática el número de profesionales que se requiere disminuye. Si el problema que le ven es el gasto de tener 23 equipos de lingüistas, siempre se puede rebatir esto. Y, desde mi punto de vista, cuanta más riqueza lingüística haya, mejor. Me siento muy orgullosa de que en Europa se cuide especialmente la lengua", defiende al respecto la lingüista consultada.

Polonia

El país que más lenguas aporta al conglomerado comunicativo es Polonia pues, además del polaco, considera cooficiales otros quince idiomas (cuatro de ellos ya son oficiales en la UE, que son el alemán, el checo, el eslovaco y el lituano) pero es que tiene once más, de los cuales seis se usan en países no miembros. Son estos:

1) Armenio: según un estudio de Katarzyna Gołko, perteneciente a la Universidad Jaguelónica de Cracovia, los armenios son una de las nueve minorías nacionales en Polonia, formando parte de la diáspora armenia, es decir, de aquellas comunidades que han fundado los armenios que viven fuera de Armenia y Alto Karabaj. Se calcula que la población armenia en Polonia ronda entre las 40.000 a 80.000 personas.

2) Bielorruso: lo hablan en Polonia unas 250.000 personas. Por cuestiones históricas y geográficas, es una de las lenguas de uso disperso en el país y un total de 50 escuelas en todo el territorio polaco tienen el bielorruso incorporado a su currículo educativo.

3) Yidis: unas 15.000 personas hablan yidis en Polonia, pues la comunidad judío-polaca se ha reducido en los últimos años y sólo una parte de ella lo emplea como idioma, ya que su enseñanza estuvo prohibida desde 1968 a 1980. Hoy día, en cambio, hay escuelas privadas que enseñan oficialmente esta lengua.

4) Hebreo: la lengua oficial de Israel está considerada lengua minoritaria en Polonia, pero algunos habitantes aún la emplean.

5) Ruso: Las tensas relaciones entre Polonia y la Unión Soviética hacen que el ruso no sea un idioma mayoritario en el país, si bien lo hablan unos 15.000 habitantes, la comunidad rusa que lo mantiene vigente allí.

6) Ucraniano: el ucraniano sí está mucho más extendido. 300.000 personas lo hablan, siendo el idioma principal de la comunidad de ucranianos en Polonia. 12 escuelas lo tienen como lengua predominante y forma, además, parte del programa educativo en otras 50. También es una de las lenguas más impartidas en clases privadas en todo el país.

Cinco étnicos polacos

7) Karaim: se trata de una lengua turca con influencias hebreas. La hablaban los judíos caraítas, y sufrió muchas variaciones a raíz de la diáspora judía. Así, se habla -aunque de forma bien distinta- Karaim en Crimea, Lituania, Polonia o Ucrania. Eso sí, está amenazado de extinción y entre todos los hablantes de estos países no suman más de 500.

8) Casubio: El uso del casubio se perdió en Alemania y ahora es tan sólo hablado por una minoría dentro de Polonia, aunque sus hablantes ascienden a 350.000. En ocasiones muchos lo toman por dialecto del polaco, pero se trata de un idioma separado del mismo.

9) Romaní: son 50.000 personas las que aún hablan romaní en Polonia pero, como en el resto de Europa, el idioma del pueblo gitano ha ido desapareciendo del mapa progresivamente. Sin embargo, en Polonia aún existe una escuela privada que ofrece educación en romaní y un total de 24 escuelas que lo incluyen como materia.

10) Tartar: todavía hay pequeños grupos de tártaros procedentes de Lipka viviendo en Polonia.

11) Rusino: El rusino se habla en Ucrania, en el noreste de Eslovaquia y en el sureste de Polonia.

Italia

Nuestro vecino Italia también podría aportar lo suyo al enjambre. Allí hay once lenguas cooficiales: seis ya son o serían oficiales (el catalán lo sería si la iniciativa española finalmente prosperara), el alemán, el croata, el esloveno, el francés y el griego), pero aparte habría que incorporar estas cinco más:

12) Albanés: En el sur de Italia, desde la región de Brindisi hasta Sicilia, existen unas aldeas conocidas como arbereshe en las que se habla una variante del albanés. Se trata de comunidades inmigradas en Italia en el siglo XV, que han conservado su idioma.

13) Franco-provenzal: este idioma fue considerado por algunos lingüistas originariamente un conjunto de dialectos franceses del sudeste, en el límite con el provenzal. Estos dialectos se hablaron en la zona de Lion, Grenoble y el Jura, pero allí han desaparecido. En cambio en algunas regiones de Suiza e Italia han sobrevivido.

14) Ladino: El ladino es una lengua de las conocidas como retorrománicas y se habla en las regiones Trentino-Alto Adigio y Véneto. Está reconocido oficialmente en 54 comunas italianas de las provincias de Trento, Bolzano y Belluno.

15) Occitano: se trata de una lengua romance y la hablan unos dos millones de personas como lengua oficial. Sin embargo, hasta 12 millones tienen un cierto manejo de la misma, y casi todas están en el sur de Francia, en Italia -en los Valles Occitanos- y también en nuestro país, concretamente en el Valle de Arán del Pirineo leridano.

16) Sardo: es también una lengua romance que hablan los sardos en la mediterránea isla de Cerdeña. Desde 1999, el sardo ha sido reconocido como una de las doce minorías lingüísticas históricas, y está considerada además como la numéricamente más grande, aunque decrece progresivamente.

Dinamarca

Por su parte, Dinamarca tiene tres lenguas cooficiales. El alemán se habla en todo el Estado, pero además hay dos idiomas regionales que también son considerados oficiales:

17) Feroés: el feroés es una lengua nórdica occidental insular. La hablan unas 48.000 personas en las Islas Feroe y otras 12.000 en Dinamarca. Tiene su origen en el antiguo nórdico, hablado en la península escandinava durante el tiempo de los vikingos.

18) Groenlandés: al Groenlandés también se le conoce como esquimo-groenlandés o groenladés-inuktitut. Se habla en la isla danesa de Groenlandia y se relaciona con algunas lenguas canadienses como el inuktitut. Unas 54.000 personas lo hablan.

Países Bajos, Portugal y Lituania

Luego llegan los Países Bajos, que podrían reclamar la incorporación de su única lengua cooficial:

19) Frisón: es un idioma hablado en Holanda, pero también en Alemania y Dinamarca. Es el idioma germánico que más se aproxima, lingüísticamente hablando, al inglés. La comunidad de hablantes de los Países Bajos es la que más empuje le da y la que más hablantes de frisón tiene. De hecho, la lengua está amenazada de extinción, pero en la provincia de Frisia de los Países Bajos llevan casi un siglo luchando por impedirlo. En 1937 fue aceptada allí como opcional en las escuelas primarias y al año siguiente se fundó una Academia del Frisón, publicándose la primera versión en frisón de la Biblia. En 1995 obtuvieron su mayor logro: incluirla como obligatoria en la enseñanza primaria.

Portugal también viene a sumar a la lista y con una particularidad no demasiado conocida, y es que desde 1998 tiene dos idiomas cooficiales. El portugués, claro, es uno. ¿Y el otro?

20) El otro se llama Mirandés y tiene una historia muy bonita detrás. Forma parte de una rama asturleonesa que incluye hablas tradicionales de León, Asturias y Zamora. Sobre todo pervive en la provincia de Trás-Os-Montes, al norte del país, concretamente en Miranda do Douro, pegadito a la frontera española.

El origen de este idioma está ligando a la agricultura, pues agricultores eran sus primeros hablantes. Quizá por ello no obtuvo reconocimiento ni apoyo alguno durante la dictadura portuguesa del Estado Novo. Sin embargo, hoy entre unas 10.000 y 15.000 personas lo hablan desde que fuera reconocido, mediante un decreto ley, el 29 de enero de 1999. Y cuenta también desde 2003 con su propio instintuto que promulga sus reglas ortográficas y su conservación: el Anstituto de la Lhéngua Mirandesa.

Y por último, en este exhaustivo repaso europeo recalamos en Lituania, donde son cooficiales otras dos lenguas eslavas. El polaco ya es comunitario, pero el ruso no lo es y sí es cooficial en Lituania. Así que lo mentamos de nuevo por aquí, pero no suma para la cuenta de los 20 porque ya lo incluimos en el apartado de cooficiales de Polonia. Tras los meses pertinentes de reflexión por parte de la Unión Europea, veremos cuántos pisos termina luciendo nuestra particular Torre de Babel.