A la izquierda, Montse Tomé de niña con sus hermanos; a la derecha, con su amiga Loreto.

A la izquierda, Montse Tomé de niña con sus hermanos; a la derecha, con su amiga Loreto. Cedidas

Reportajes

Montse Tomé, "'La Guaje' que podía con los niños": de formarse con Valerón y Saviola a seleccionadora

La exjugadora es historia del deporte rey al convertirse en la primera entrenadora de La Roja. Su padre recuerda sus inicios en EL ESPAÑOL.

9 septiembre, 2023 01:56

Inicio de los años 90. Los bloques del barrio La Isla, en Pola de Siero (Asturias), forman una plazoleta casi circular. Los gritos de los niños jugando en la calle aún se escuchan. El balón es el rey. Las porterías son tan anchas como los bancos; de altura, hasta donde alcance el portero de un salto. Un vecino se asoma a su ventana y observa la escena. Sonríe. Se gira y le dice a su mujer: "Hay una guaje que les puede todos". El nombre de la niña es Montse Tomé (22 de mayo de 1982), la misma que décadas más tarde hará historia al convertirse en la primera seleccionadora absoluta de España.

En Pola de Siero todos la recuerdan. La mediana de tres hermanos, nació cosida a una pelota. Su propio padre recuerda su pasión por el fútbol. "El día de su comunión, comulgó y se quitó el traje para ponerse a jugar a la pelota", cuenta José Ramón a EL ESPAÑOL. 

Cuando ella regateaba al resto de niños, el fútbol femenino en España era prácticamente inexistente. El CD Romanón fue el primer club en apostar por él en Pola de Siero. Montse se inscribió junto a su hermana mayor y otras niñas. "Jugamos en la regional asturiana porque no había otra cosa", recuerda Eduardo Llosa, presidente del club.

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La mejor de aquel equipo era Montse. El resto íbamos por "pasar el rato", hace memoria su hermana Noelia. Su padre también tiene nítida una escena en la que peleaban las dos hermanas. "Aquel año solo empataron un partido. El resto perdieron por goleada. Montse empezaba jugando de delantera y pasaba por todas las posiciones. Cuando llegaron a casa le dijo a la hermana, que era defensa porque tenía más cuerpo, que por qué no defendía bien, que les metían muchos goles, que no servía para nada. Noelia le contestó que por qué no marcaba ella alguno. Ahí se termino la discusión", cuenta entre risas José Ramón.

Aquella niña a la que frustraba no ganar acabó por convertirse en profesional. Al poco de su debut, hizo sus primeras prácticas como entrenadora en el club en el que debutó como federada de pequeña. En el Romanón de fútbol sala iniciaría su carrera en los banquillos. "Sería 2005 o por ahí", apunta Llosa.

Montse Tomé en un entrenamiento de la Selección Española Femenina

Montse Tomé en un entrenamiento de la Selección Española Femenina Twitter Montse Tomé

Más tarde se formaría con Juan Carlos Valerón o Javier Saviola, recuerda su amiga Loreto, con la que habla de fútbol cada vez que regresa a su pueblo. En 2020 pasó a formar parte de la Selección Española absoluta, al integrarse en el cuerpo técnico de Jorge Vilda como segunda entrenadora. Para entonces ya entrenaba a la Selección Española Promesas (Sub-23) y tomaría las riendas de la Sub-17. Tras el escándalo de Luis Rubiales por su beso a Jenni Hermoso y su actuación posterior, en la que se le ofreció la dirección deportiva, Tomé dimitió de su puesto para desmarcarse del por entonces presidente de la RFEF.

Sin embargo, este martes Montse Tomé se convertía nuevamente en historia del fútbol español. Tras ganar el Mundial hace menos de un mes, tras la destitución de Jorge Vilda, la RFEF, con Pedro Cacho al frente de manera interina, la nombraba seleccionadora de la absoluta. Se convertía así en la primera mujer al frente del equipo nacional.

Estrella en Pola de Siero

"Vivía por allí"; "ahora han pasado por aquí los padres hace un rato"; "al bar ha venido algunas veces"; "en el bar de Loreto te dicen mejor, que es su amiga". Son algunas de las frases con las que los periodistas se encuentran cuando preguntan por Tomé en su pueblo. Ella no nació aquí, sino en Oviedo, pero se mudó al barrio de La Isla a los 4 años. 

El Madreñeru de Loreto, bar de la amiga de Montse Tomé, deja claro que estamos en el territorio de una campeona del mundo. Dos banderas con el escudo de la RFEF y la estrella encima denotan el aprecio que en este lugar se tiene hacia Tomé. 

Loreto narra que, por edad, la conoció ya mayor. "Es una persona entrañable, muy buena gente y que va de frente. Ella siempre viene a Pola de Siero e intenta estar con todo el mundo", dice a EL ESPAÑOL. Les une la pasión por el fútbol: comentan jugadas, las jornadas y el buen o mal hacer de cada futbolista.

El apoyo de los suyos es importante. Antes de irse al Mundial, Loreto le había regalado a Montse una camiseta con una estrella. Se la tenía que traer firmada por las campeonas del mundo. La entrenadora cumplió la promesa. La mañana de la final, le escribió y ella le contestó. Días después llegó la recompensa.

Montse Tomé junto a su amiga Loreto tras ganar el Mundial.

Montse Tomé junto a su amiga Loreto tras ganar el Mundial. Cedida

Loreto confiaba en Montse como entrenadora desde hace tiempo. "Me encanta hablar con ella. Hizo el curso de entrenador con Valerón, Saviola y demás y se sacó el título. Y comentábamos cómo era". La hostelera siempre bromeaba con comprar el Sporting de Gijón para llevársela como técnico. "Se lo decía siempre, pero ahora ya lo han comprado...", ríe al otro lado del teléfono.

Su nombramiento como primera entrenadora hace sentir orgullosa a la dueña del Madreñeru. "Lleva el fútbol en la sangre. Vienen de ganar un Mundial y está claro que si gana pues será fácil... Si no... Se merece lo mejor porque estudió muchísimo. Vive por y para el fútbol", comenta.

Las críticas que le han realizado a la entrenadora se basan en su falta de experiencia. Una de las primeras en exponer la suya fue Vero Boquete. La excapitana de la Selección atizó a quienes tomaron la decisión por carecer Tomé de experiencia, algo que ya ocurrió con Jorge Vilda.

Loreto entiende las críticas en ese sentido, pero defiende que todo el mundo debe tener una oportunidad. Sin ella, es imposible que nadie se inicie. "Ella es merecedora de esa oportunidad y ha estado en el staff campeón del mundo", finaliza. La hostelera está deseando ver el arranque de la singladura de Tomér, por lo que no se perderá el debut en la Nations League, en Córdoba, en septiembre.

Su padre, José Ramón, también la defiende de algunas críticas publicadas, de aquellas que dicen que el vestuario no está contento con la decisión. "Estamos en el mundo al revés, las jugadores no tienen que elegir; es la seleccionadora la que elige a los jugadores".

Mientras tanto, en la tienda de Deportes LLosa, el presidente de su primer club también destaca su valía para ser la seleccionadora de España. "Montse es una persona muy apreciada, muy identificada con nuestro club. Estamos muy satisechos con lo que ha conseguido y muy orgullosos. La labor que ha hecho tiene mucho mérito. Llegó un premio, esperemos que todo salga bien y lo aproveche todo en beneficio del fútbol español", dico orgulloso de ella Eduardo Llosa.

Los Tomé Vázquez

Cinco miembros forman la familia Tomé Vázquez. José Ramón, el padre, trabajó durante años en Central Lechera Asturiana. Rechaza hacerse fotos para la entrevista, pero cuenta la cantidad de kilómetros que hicieron en el coche para que la mediana de la familia jugara. 

"Desde pequeñita le encantaba el fútbol. Desde que tenía 3 o 4 años. El deporte siempre le gustó, hizo también kárate y otros deportes, porque estaban todos apuntados en el polideportivo. Comenzó a hacer fútbol en la calle y pasó a ir al polideportivo con el balón", comenta José Ramón.

Los Tomé Vázquez de pequeños en una foto del álbum familiar.

Los Tomé Vázquez de pequeños en una foto del álbum familiar. Cedida

De manera natural recuerda que el primer año de Montse en el fútbol femenino con el CD Romanón "fue un desastre. Solo empataron un partido. El resto, de 18 para arriba. Empezaba jugando de delantera y acababa casi de portera para que no les metieran más goles".

El siguiente paso fue al Oviedo Moderno. "No te imaginas aquellos viajes. Era todo el día en el coche", comenta José Ramón. La recompensa, no obstante, estaba en el césped. "Recuerdo un viaje que fue terrible... Cuando llegamos al campo, Montse marcó tres goles de córner".

Noelia, la mayor de los Tomé Vázquez, recuerda cómo sus padres se levantaban a las 5 de la mañana para llevar a su hermana a jugar al fútbol. "Iban a verla donde hiciera falta".

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Su hemana pasa por la moviola el año que compartieron equipo. "Yo me acuerdo que cuando íbamos al cole fueron unas chicas al colegio y nos citaron en el campo de Pola de Siero en un campo que ya ni existe. Al final se creó un equipo. Ella lo vivía y el resto entramos por probar. Ahí había mucha diferencia. Montse era Montse. Nosotros íbamos a pasar el rato, ella lo vivía".

Desde pequeña se veía que tenía algo especial. "Ella siempre fue la que jugó al fútbol de los tres hermanos. Era un complemento de ella la pelota. El balón era parte de ella. Nosotros dimos patadas, pero nunca nos relacionamos con el fútbol. No le venía de nadie. Nació y ya tenía un balón".

Eso le hizo especial en un mundillo que parecía reservado exclusivamente a los hombres. "Siempre estaba rodeada de chicos. Algunos no querían jugar con ella, pero la mayoría la adoraba y quería jugar con ella", apunta su hermana Noelia. "Había sitios donde no la querían porque era una niña, pero no le importaba: ella tenía claro que su objetivo era jugar al fútbol". El resto es historia del balompié español.