Pablo Motos, en su sección 'Pasarse de la raya', flanqueado por los psicólogos Laura Gómez y Lorenzo Rodríguez.

Pablo Motos, en su sección 'Pasarse de la raya', flanqueado por los psicólogos Laura Gómez y Lorenzo Rodríguez.

Reportajes

El peligro de los mensajes del 'coach' Pablo Motos, según los psicólogos: "Su discurso es ególatra"

Tres psicólogos analizan los riesgos de los 'editoriales' del presentador de 'El Hormiguero'. Consideran que emite opiniones "de manera tajante y rígida".

19 febrero, 2023 01:31

Semana tras semana salta la polémica en las redes sociales por algunos comentarios que realiza el popular presentador de televisión, Pablo Motos, en El Hormiguero. Concretamente, en la sección Pasarse de la raya, el comunicador expone discursos sobre cómo la gente debería abordar ciertos problemas o emite opiniones “de manera tajante y rígida” sobre diversos temas como el amor, el miedo, la transformación personal, etc., alzándose como una suerte de gurú televisivo que proporciona consejos.

El problema de estos consejos, exponen tres psicólogos consultados por EL ESPAÑOL, es que Pablo Motos habla en “términos de todo o nada y blanco y negro” sin tener en cuenta “que en psicología hay muchas escalas de grises”, por lo que no se pueden “dar consejos generales”. Es decir, cada persona, como ser individual, tiene sus particularidades y si tiene algún problema concreto, necesita una solución particular, una ayuda específica.

La última gran polémica ha surgido cuando, el pasado 1 de febrero, Pablo Motos se pasó de la raya al hablar sobre salud mental sin recomendar a los telespectadores que pudieran estar viendo el programa que, si lo necesitan, deben acudir a un especialista que les ayude. En vez de eso, Motos nuevamente ejerció como coach televisivo en el que daba opiniones a diestro y siniestro sustentadas en que ha “leído mucho” sobre cómo actuar cuando uno lo está pasando mal. Decía: “Si la cosa se complica, tienes que actuar”.

Para ello, Motos opinaba que para salir de bucle del problema, había que romper la rutina: “En vez de quedarte tirado en el sofá, haz cosas que no te apetecen, como por ejemplo pasear, porque cambia la química del cuerpo y es buenísimo para aliviar la tristeza”. O, “si la cosa es grave”, hay que “enfrentarse a la realidad sin contemplaciones, con crudeza y aceptar lo que venga”. Para ello, para solucionar un problema grave, no queda otra que “enfrentarte a él, aceptarlo y superarlo”. Añadía que aunque sea “duro”, enfrentarse a esos problemas haría que se desvaneciesen. “En el fondo eres lo que piensas y en lo que piensas te convertirás”, cerraba el speech.

A priori, parece un mensaje motivador que anima a las personas a coger el toro por los cuernos. Pero, según los psicólogos, en este mensaje subyacen ciertos peligros. Por ejemplo, ¿le viene bien a una persona con pensamientos intrusivos escuchar este comentario? Para empezar, hemos de entender que una persona con pensamientos intrusivos es aquella que, de manera recurrente, tiene recuerdos o ideas poco placenteras o negativas que le impiden pensar en otras cosas. Es un síntoma de ansiedad.

Lorenzo Rodríguez, un psicólogo consultado por EL ESPAÑOL.

Lorenzo Rodríguez, un psicólogo consultado por EL ESPAÑOL. Cedida

“Entonces, si el mensaje [de Motos] llega a una persona con pensamientos intrusivos de contenidos no agradables y le dices: 'Eres lo que piensas y en lo que piensas te convertirás', va a acabar creyéndose esas cosas malas”, analiza Lorenzo Rodríguez (Cádiz, 1997), un psicólogo graduado en la Universidad de Cádiz que ejerce en el Centro de Psicología Nazaret, en Jerez de la Frontera.

Esto, para el psicólogo Darío Benítez (Málaga, 1990), “es lo más peligroso de este vídeo porque [Pablo Motos] está dando mensajes iatrogénicos”, es decir, mensajes que pueden alterar el estado del receptor a causa de escuchar el discurso. “Todo el mundo puede tener pensamientos negativos, como dar un volantazo en el coche o dar una patada a un carrito de un bebé, pero no por ello lo vamos a hacer”, explica. Por tanto, no siempre nos convertiríamos en lo que pensamos.

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La TV, un potente altavoz

El problema de que Motos emita sus editoriales en un programa de prime time es “el potencial público que puede tener, de hasta 47 millones de personas”, dice el psicólogo Rodríguez. Él no sabe quién está al otro lado de la pantalla. Puede ser una persona con un bienestar psicológico adecuado o con problemas psicológicos. El altavoz mediático que tiene es muy potente y por ello Darío Benítez, analizando el rol público del presentador, opina que “hay personas a las que les vendría bien el síndrome del impostor para revisarse algunas cosas que dicen y algunas cosas que hacen”. Es decir, Pablo Motos tiene mucho poder, por ello, debería cuidar mucho sus declaraciones públicas.

“Como todos tenemos una conducta humana, todos pensamos que podemos hablar del comportamiento humano. Lo hacemos en nuestra vida, es algo humano, es un error que cometemos. Pablo Motos, cuando opina, está haciendo lo que hace cualquier persona. Lo que pasa es que no se da cuenta del poder mediático que tiene, porque no es lo mismo que yo hable de comportamientos con mis dos amigas a que lo haga en el foco en el que él lo está haciendo. Ahí habría que revisar y limitar cómo debo decir el mensaje o si debo hacerlo. Es decir, hay veces que podemos establecernos límites”, reflexiona Laura Gómez (Cádiz, 1995), psicóloga del Centro Dahlia Psicología y graduada en la Universidad de Granada.

Laura Gómez, una psicóloga consultada por este medio.

Laura Gómez, una psicóloga consultada por este medio. Cedida

Y es que Motos, desde que inició su sección semanal Pasarse de la raya en septiembre de 2021 –con el fin de superar lo “políticamente correcto” en temas controvertidos–, ha tenido más de un patinazo. Por ejemplo, el pasado mes de abril, cuando el comunicador emitió un speech sobre la transformación personal. En el vídeo, recuperado por este medio y revisado por los tres expertos en psicología, el presentador de El Hormiguero expone que para cambiar el mundo hay que empezar por cambiarnos, cada uno, a nosotros mismos. “Un buen comienzo podría ser fijarte en qué emites”, porque, según él, “cada persona que cambia a mejor, cambia a toda la gente que conoce a mejor”. Es lo que se conocería en psicología como la reciprocidad conductual.

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“Pero imagínate que este mensaje lo está viendo un adolescente de 14 años que es víctima de bullying en el instituto y tú le estás cuestionando qué está emitiendo él para que los demás se comporten como se están comportando. Entonces, sin darse cuenta, está culpando a la víctima de que los demás lo traten mal. Cualquier persona que sea víctima de malos tratos puede llegar a pensar que a lo mejor se lo merece porque es culpa suya, porque está emitiendo algo que hace que la otra persona se comporte de esa manera”, sopesa la psicóloga Gómez.

La falacia de autoridad

Pablo Motos, de hecho, iniciaba este discurso diciendo que conoció a un joven que quería cambiar el mundo. “Le pregunté si había hecho una encuesta para saber si había mucha gente dispuesta a vivir en ese mundo, porque lógicamente hay que saber si los demás quieren que cambies el mundo, y si quieren cambiarlo según su gusto”, continuaba antes de sentenciar: “El mundo es un tira y afloja constante con los que quieren inclinarlo hacia un lado o hacia el otro. Y ese inestable equilibrio es lo que permite que el mundo siga girando”.

El presentador, de esa manera, desarticulaba la ambición del joven por cambiar el mundo antes de proponer lo ya mencionado: “Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo”, con el consecuente riesgo de que el potencial receptor del mensaje sea una víctima de maltrato. “En este vídeo, además, me llama la atención la hipocresía. Y es que él le dice a un chaval que no puede cambiar el mundo; que se centre en su propio mundo; y luego está él intentando cambiarlo desde su pedestal”, analiza el psicólogo Benítez, formado en la Universidad de Málaga y que, en la actualidad, regenta una consulta en Marbella.

“A Laura y a mí nos ha parecido curioso lo que se conoce como falacia de autoridad, porque él le aconseja a un joven como diciendo 'yo, adulto con tantos años de experiencia, sé lo que es la vida y sé que es así'”, comenta Lorenzo tras ver el vídeo. Esto nos llevaría a la “rígida y tajante” manera de comunicar que tiene el presentador en su sección Pasarse de la raya.

El psicólogo Darío Benítez, en su consulta en Marbella.

El psicólogo Darío Benítez, en su consulta en Marbella. Cedida

“A veces, es interesante usar un método científico hacia uno mismo y tratar de comprobar que tus hipótesis pueden no ser ciertas; escuchar a otras personas; cuestionarte muchas de tus afirmaciones, porque en definitiva es lo que llamamos flexibilidad, y él es bastante rígido”, expresa el psicólogo Darío Benítez.

–Darío, ¿le parece Pablo Motos una persona ególatra?

–Su discurso lo es. Él, en su vida privada, no lo sé. Lo digo analizando su rol público, porque yo no sé qué hace a nivel privado. De eso no podría hablar.

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Demonizando emociones

Pablo Motos, en Pasarse de la raya, no sólo aconseja sobre cómo actuar en determinadas situaciones de la vida, sino también opina sobre diversas cuestiones. Por ejemplo, sobre el amor, el rencor, la fidelidad –discurso por el que este mismo martes ha vuelto a estar en el foco de la polémica– o el miedo. El comunicador, nuevamente, emite mensajes bastante “rígidos” sobre estas cuestiones.

Fue el pasado mes de mayo cuando Motos dio la clave de lo que, para él, mueve el mundo. “Cada vez tengo más claro que lo que mueve el mundo no es el amor, ni el odio, ni la ambición, ni el dinero. Estas cosas son escapatorias para huir del miedo, porque el motor del mundo es el miedo. Es la negra sombra que está detrás de todo y en el fondo de todo”, sentenciaba el comunicador en horario de máxima audiencia.

Pero también hablaba de manera negativa de esta emoción: desde el “agranda los problemas y nos hace pequeñitos” hasta acabar proponiendo que “el miedo no existe, sino que lo creamos nosotros. Lo hemos inventado”. Una afirmación que los psicólogos consultados por este diario también han puesto en tela de juicio: “Si tengo un león delante, el miedo no me lo invento, sino que es una emoción que me nace como mecanismo de defensa”.

“Me da la sensación de que todo el rato invalida la emoción del miedo. Como si fuera una emoción mala, la ironiza. En realidad, es una emoción súper adaptativa. Él dice que el miedo nos hace pequeños y agranda los problemas, pero el miedo también moviliza a las personas. Depende del contexto, de las situaciones personales. Pero el miedo puede ser una emoción que movilice”, contrarresta la psicóloga Laura Gómez.

Motos, de hecho, no sólo “demoniza” el miedo. En otro vídeo, firmado en noviembre de 2021, hace lo propio con el rencor, arguyendo que sólo “destruye”. Bien, los psicólogos, nuevamente consideran que hay que tener los pies de plomo con este tipo de afirmaciones. Al igual que ocurre con el miedo, el rencor también puede ser el motor de cambios positivos. “Por ejemplo, la acumulación colectiva de rencores o enfados ha propulsado ciertas conquistas de derechos sociales, como los derechos de la igualdad de la mujer o los derechos del colectivo LGTBIQ+”, esboza Lorenzo Rodríguez.

Por ello, dice la psicóloga Laura Gómez, “el problema de este tipo de vídeos es que se habla siempre en términos absolutistas, que todo es blanco o negro y siempre hay una escala de grises. Y más en psicología”. “En psicología nos encontramos con la particularidad de que, al dar un consejo, tenemos que individualizar. Según el contexto, se requerirá un tratamiento diferente. Por ello, dar consejos de salud mental a nivel general puede ser peligroso”, añade Darío Benítez.

Pese a todo, los tres psicólogos coinciden en que “no todo el contenido de los vídeos [de Pablo Motos] es negativo. Más bien habla en términos de reglas rígidas y absolutistas que no pueden ser aplicadas a todas las personas”. Por todo ello, recuerdan que, si uno padece cualquier tipo de problema que le dificulta el día a día, lo más recomendable es acudir a un especialista.