Vicente D. A., de 20 años, vecino de la localidad murciana de Alcantarilla, no entrará en prisión tras obligar a un demente a hacerle una felación.

Vicente D. A., de 20 años, vecino de la localidad murciana de Alcantarilla, no entrará en prisión tras obligar a un demente a hacerle una felación. 7RM

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Vicente obligó a un demente a hacerle una felación: no irá a la cárcel por la ley del 'sólo sí es sí'

Este joven de Alcantarilla no podrá volver a delinquir en 5 años, asistirá a un programa de formación sexual y cumplirá trabajos a la comunidad.

24 noviembre, 2022 12:19
Murcia

A Vicente no le importó que la víctima estuviese diagnosticada desde los 14 años de bipolaridad y de un trastorno límite de la personalidad, con tal de saciar sus deseos sexuales. De forma que durante la Nochebuena de 2020, cuando se encontró a esta persona con problemas mentales, sentada en el portal de su casa en Alcantarilla, la cogió del brazo y se la llevó a su domicilio diciéndole "vamos a jugar". El nauseabundo juego consistió en introducirle el pene en la boca. Pero Vicente no pisará la cárcel porque su abogada, María Jesús Mayol, tras cerrar un acuerdo con la Fiscalía y acogerse a la ley del 'solo sí es sí', ha logrado rebajar su condena de 9 a 2 años.

Una vez más, la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, el proyecto estrella de la ministra de Igualdad, Irene Montero, vuelve a jugar a favor de un agresor sexual: Vicente. Este joven, de 20 años, fue juzgado este miércoles en la Audiencia Provincial de Murcia donde reconoció los hechos al Ministerio Público como parte del acuerdo cerrado por su abogada. EL ESPAÑOL ha accedido al escrito de acusación del fiscal donde se relata cómo este adolescente, en la Navidad de 2020, con solo 18 años, se aprovechó de los problemas mentales de Manuel [nombre falso de la víctima].

"A las 17.45 horas del 24 de diciembre de 2020, Manuel, diagnosticado desde los 14 años de trastorno límite de la personalidad y bipolaridad, estaba sentado en el portal de la calle X de Alcantarilla, fumando, cuando el acusado, Vicente D. A., mayor de edad, y sin antecedentes penales, salió del portal y aprovechando que Manuel se había levantado para facilitarle el paso, obrando con ánimo de satisfacción sexual, lo cogió del brazo y tiró de él con fuerza hacia el interior de la vivienda, mientras le decía "vamos a jugar"".

"Manuel opuso resistencia, pero el acusado consiguió introducirlo en su dormitorio, donde después de cerrar con llave, sentó sobre la cama a Manuel, quien quedó paralizado por el miedo. El acusado se bajó los pantalones y los calzoncillos y tras ponerle el pene en la cara, le dijo a Manuel: "chúpamela". Le agarró la cabeza con fuerza introduciéndole el pene en la boca, tirando de la parte de atrás de la cabeza de Manuel hacia su pene, en repetidas ocasiones, provocándole arcadas, hasta que finalmente eyaculó en el rostro de Manuel".

La víctima, tras sufrir esta agresión sexual, recibió un trozo de papel higiénico de Vicente para que se limpiase la cara. Ese fue el único gesto de 'humanidad' que tuvo este adolescente con una persona bipolar y con trastorno límite de la personalidad, ya que Manuel no pudo salir de la vivienda hasta que el joven decidió abrirle la puerta. La guinda a semejantes hechos fueron las amenazas de Vicente contra este hombre para que no le contase a su familia que le había obligado a hacerle una felación.

"El sábado 16 de enero de 2021, el acusado, en la calle X de Alcantarilla, donde reside Manuel, se encontró con éste y acercándose a él, obrando con ánimo de amedrentarlo, lo cogió del cuello y le dijo que no dijera nada que lo iba a reventar", tal y como expone literalmente la Fiscalía.

Los informativos de 7RM cubrieron la vista oral contra Vicente, este miércoles, en la Audiencia Provincial de Murcia.

Las amenazas de Vicente no surtieron efecto puesto que Manuel interpuso una denuncia ante la Policía NacionalLa Unidad de Atención a la Familia y Mujer investigó esta agresión sexual que condujo a la detención del adolescente el 23 de enero de 2021. Ese fue el único día que pasó a la sombra, ya que tras ser puesto a disposición judicial, quedó en libertad con cargos y con una orden de alejamiento de 50 metros de la víctima porque Vicente reside a solo unas manzanas de la vivienda de Manuel.

La familia de la víctima no ha querido ejercer una acusación particular y ha renunciado expresamente a cualquier indemnización, no se sabe si por miedo a sufrir represalias, a la vista de la cercanía del domicilio del agresor, o simplemente para pasar página, dejando atrás este turbio episodio. De hecho, ni Manuel ni sus familiares estaban presentes este miércoles en la Audiencia Provincial de Murcia donde se celebró una vista de conformidad tras el acuerdo alcanzado por María Jesús Mayol, abogada de Vicente, y la representante del Ministerio Público.

La sesión fue cubierta por los informativos de 7RM y comenzó de forma accidentada, ya que Vicente afirmó que "todo era mentira", lo que obligó a su representante legal a recordarle que el acuerdo con la fiscal para rebajar su condena de 9 a 2 años, incluía un reconocimiento de los hechosLa letrada María Jesús Mayol ha confirmado a EL ESPAÑOL que su cliente no pisará la cárcel, en virtud del pacto con la Fiscalía, en aplicación de la ley del 'sólo sí es sí' y las atenuantes de confesión y reparación del daño por haber desembolsado 4.000 euros a la víctima.

Padece cáncer

Vicente padece cáncer y carece de antecedentes, de forma que su condena ha sido suspendida durante un lustro, con la condición de que no cometa ningún delito. Prueba de ello es que el magistrado Álvaro Castaño advirtió al veinteañero de que si cometía un simple delito de tráfico, eso conllevaría su ingreso en prisión de forma automática.

La condena al adolescente también ha sido rebajada en la orden de alejamiento de 500 metros que solicitaba el Fiscal, durante un periodo de 9 años, de forma que esta medida solo estará vigente 3 años y a una distancia de 50 metros. La condena a Vicente, por obligar a un demente a hacerle una felación, se completa con 165 días de trabajos en beneficio de la comunidad y su participación en un programa de formación sexual.