Mohammed R., ciudadano marroquí, de 21 años, detenido este martes en la localidad murciana de Blanca.

Mohammed R., ciudadano marroquí, de 21 años, detenido este martes en la localidad murciana de Blanca. Cedida / CNP

Reportajes

Habla el padre del yihadista detenido en Murcia: "Mi hijo jamás perpetraría un atentado"

La Policía Nacional sostiene que el marroquí Mohammed R., de 21 años, había manifestado su deseo de morir como un mártir por la yihad.

14 noviembre, 2022 02:16
Blanca

Mohammed se levantó este martes de madrugada, como siempre, para rezar antes de ir a trabajar al campo. Tenía que desplazarse a una finca de Abarán para podar melocotoneros junto a su tío porque su padre, Belkacem, sigue en Marruecos, ultimando el viaje de vuelta a tierras murcianas, junto a su esposa y su hijo pequeño, tras serle concedida la reagrupación familiar. Aquel día, Mohammed regresó por la tarde al piso que tiene alquilado con su padre en Blanca, cerca de la Peña Barcelonista, sin intuir que en la zona había un ejército de policías nacionales de paisano para detenerle porque llevaba un tiempo expresando su deseo de morir como un mártir yihadista.

"Hace un mes que tenía el informe favorable para la reagrupación familiar en Murcia, estaba contento porque iba a juntar a toda mi familia, pero cuando ocurrió eso con Mohammed: yo me puse loco 'perdío'", tal y como admite su padre, Belkacem, en conversación telefónica con EL ESPAÑOL desde Marruecos, haciendo gala de un castellano perfecto, fruto de las tres décadas que lleva deslomándose en territorio patrio para sacar adelante a sus cinco hijos, enviándoles dinero a la ciudad marroquí de Oujda.

"Llevo treinta años en España, sumo más tiempo aquí que en Marruecos, por eso este es mi segundo país: me ha dado la vida". El reencuentro familiar previsto para finales de noviembre no se producirá porque el tercero de sus descendientes, Mohammed, ha ingresado en prisión después de ser detenido por consumir y compartir material de contenido yihadista de extrema radicalidad. "Había manifestado su deseo de morir como un mártir", según sostiene la Policía Nacional.

Mohammed R., marroquí, de 21 años, residía junto a su padre en el municipio murciano de Blanca donde ha sido detenido por la Policía Nacional por su deseo de morir como un mártir yihadista. EL ESPAÑOL

A Belkacem, de 58 años, le embarga la locura con solo pensar que su hijo, el mismo con el que ha trabajado codo con codo de jornalero agrícola, por 6,70 euros la hora, tuviese en mente dar su vida por la yihad. "Voy loco 'perdío'", insiste el cabeza de familia, que accede a atender a este diario para defender la inocencia de su hijo. "No sé si lo ha engañado gente por ahí. No sé qué le ha pasado a mi hijo. A su edad no tiene experiencia ni una visión de la vida: lo puede coger cualquiera y engañarlo".

De momento, lo que se sabe es que la Direction Générale de la Surveillance du Territoire de Marruecos alertó en febrero a la Policía Nacional de la presencia en España de un individuo "altamente radicalizado". De inmediato, la Brigada de Información comenzó a investigar a Mohammed R., un joven marroquí, de 21 años, con permiso de residencia en el país, y que desde 2020 vivía con su padre en Blanca: una localidad murciana de 6.700 habitantes, a orillas del río Segura, marcada por la actividad agrícola.

"Mi hijo no tenía ganas de seguir estudiando en el instituto y me dijo que se venía conmigo a trabajar a España: le gustaba el campo", según explica Belkacem. En la ciudad marroquí de Oujda se quedaron su esposa, sus dos hijas mayores, ya casadas, y sus hijos pequeños, de 16 y 6 años. Belkacem y Mohammed se instalaron en Blanca, primero en casa de su hermano, Moussa, y a principios de 2022 se alquilaron un piso en un barrio obrero de la Carretera de la Estación.

Por aquel entonces, la Comisaría General de Información y el Centro Nacional de Inteligencia ya tenían monitorizada la actividad de Mohammed en internet y en redes sociales. Este veinteañero, tras dos años afincado en el pueblo, mostraba una conducta atípica para su edad porque "no tenía amigos" y "era poco sociable", tal y como asegura una familia marroquí que vive al lado del piso de Belkacem y su hijo.

"Mohammed era una persona solitaria y muy religiosa, nunca faltaba al rezo de los viernes en la mezquita porque es el más importante de la semana para los musulmanes: no lo veías saliendo de fiesta como hacen el resto de jóvenes". Su rutina se reducía a echar el jornal en el campo, hacer la compra, rezar, pasear por el jardín, o como mucho, salir a la calle con su hermano, Nasriddin, de 18 años, al que su padre se trajo a Blanca a finales de 2021 para trabajar de jornalero. 

Panorámica de la localidad murciana de Blanca, situada junto al cauce del río Segura.

Panorámica de la localidad murciana de Blanca, situada junto al cauce del río Segura.

"Eran muy educados y cumplían estrictamente con las normas de la comunidad: cada tres semanas hay que limpiar la escalera y siempre lo hacían los dos hermanos", ejemplifica la citada familia de Marruecos. "En su casa no se escuchaba nada, ni la tele, solo oías con frecuencia los versos del Corán para rezar".

En julio, cuando se produjo el habitual parón en el sector agrícola, Belkacem, Mohammed y Nasriddin, se marcharon a Marruecos. Al término de las vacaciones, solo regresaron a Blanca los dos hermanos porque su padre se quedó ultimando los trámites de reagrupación familiar con su madre y con su hijo pequeño. Durante todos estos meses, agentes especializados en yihadismo no dejaron de escudriñar las páginas que este veinteañero visitaba en internet, a través de su móvil, y comprobaron, según la Policía Nacional, que "la actividad delictiva" la realizaba en el campo virtual.

"Desde su domicilio consumía y compartía material de extrema radicalidad y poseía una ingente cantidad de material propagandístico de carácter yihadista". De hecho, se constató que "expresaba de forma abierta su deseo de convertirse en mártir". La Policía Nacional no perdió un segundo y puso en marcha la 'Operación Rakmu' porque la Región de Murcia ha sido escenario del último atentado terrorista ocurrido en el país: el 17 de septiembre de 2021, Abdellah Gmara, al volante de un Volkswagen Golf, arrasó las terrazas de dos restaurantes de Roldán, causando cuatro heridos y arrebatando la vida al venezolano Oliver, agente inmobiliario, de 47 años.

[El atropello múltiple de Abdellah en Murcia fue un "atentado terrorista" según la Guardia Civil]

De modo que este martes, pasadas las seis de la tarde, la Policía Nacional tomó literalmente el bloque de pisos número 56 de la Carretera de la Estación. "Mi hijo no era capaz ni de matar a un saltamontes en el campo y eso se lo puedes preguntar a mi jefe. Mohammed no quería hacer daño a nadie. Lo detuvieron al 'pobrecico' cuando venía de trabajar", tal y como lamenta Belkacem, con deje murciano, como consecuencia de décadas viviendo y recolectando fruta por la comarca del Valle de Ricote. "El muchacho es serio y muy tímido, yo no sé lo que ha pasado".

Los agentes de paisano que desembarcaron como una exhalación en el bloque, ocultando sus rostros con pasamontañas, contaron con el apoyo de dos furgones de la Unidad de Prevención y Reacción. También movilizaron guías caninos para inspeccionar cada palmo del piso donde vivía Mohammed. "A las seis de la tarde escuché un barullo de gente: ¡Subían como balas por las escaleras y pensé que habían matado a alguien!", clama Carmen, una vecina de Mohammed, mientras confiesa que todavía tiene el miedo en el cuerpo por el operativo policial. "¡Iban con un perro para oler explosivos porque se mataba por entrar a nuestro portal!

Despliegue de agentes de la Policía Nacional, este martes, en el bloque de pisos de la Carretera de la Estación de Blanca donde residía Mohammed..

Despliegue de agentes de la Policía Nacional, este martes, en el bloque de pisos de la Carretera de la Estación de Blanca donde residía Mohammed.. Cedida

EL ESPAÑOL pudo acceder al piso donde vivía el supuesto yihadista y comprobó que sobre la mesita de su habitación tenía el Corán que leía a diario. Encima de su cama, yacía su alfombra para orar. En el cuarto no había un solo elemento decorativo, propio de un adolescente. La habitación desprendía neutralidad e insipidez, como el resto del inmueble que adolecía de la calidez de un hogar.

La Brigada de Información incautó el móvil de Mohammed y el de su hermano. "En la tarde del martes, tras su detención, se llevó a cabo una entrada y registro en su domicilio, interviniendo elementos electrónicos, terminales telefónicos y documentación de gran interés, los cuales están siendo analizados y de los que según los investigadores se está extrayendo gran cantidad de material con contenido radical de corte yihadista", tal y como explica la Policía.

Tras el registro, unos agentes llamaron al tío del detenido, Moussa, que también reside en Blanca, para que se hiciera cargo de Nasriddin y para que llamara a Belkacem a Marruecos para informarle del arresto de su hijo. Este viernes, el Juzgado Central de Instrucción número 5 de Madrid ordenó el ingreso en prisión de Mohammed por su participación en delitos de colaboración con organización terrorista y autoadoctrinamiento terrorista"No sé en qué prisión está mi hijo: yo quiero escuchar su voz, de lo contrario me muero", advierte el cabeza de familia con la voz quebrada. 

- ¿Usted había notado en Mohammed algún comportamiento extraño respecto a todo lo relacionado con la religión islámica?

- Belkacem: Mire, lo juro, lo juro, y lo juro: nunca. Mi hijo trabaja y trabaja y no sale a ningún sitio. Siempre iba del trabajo a casa. Mohammed no tiene relación con esa gente [yihadista]. Todavía no sé lo que ha pasado aquí. Si yo sé algo, le rompo el móvil, me lo llevo a Marruecos y lo dejo allí: sin móvil y sin nada. Mi hijo se vino conmigo a España para ayudarme a trabajar para ganar dinero para la familia y nada más que para eso.

Nunca he visto un comportamiento extraño de Mohammed. Se lo juro, si yo sé que mi hijo está haciendo cosas de esas, le quito los papeles y lo mando a Marruecos. Aquí en España no tendría sitio porque yo no quiero problemas.

- La Policía Nacional sostiene que su hijo estaba dispuesto a convertirse en un mártir para entregar su vida a la guerra santa. ¿Qué opina de esta acusación?

- Lo de mi hijo ha sido un engaño o no sé qué ha pasado, porque es 'jovencico' y no tiene una visión de la vida. Madre mía, eso es mentira, eso no puede hacerlo porque no le falta de nada: está trabajando y está bien. ¿Para qué quiere morir? ¿Qué iba a morir por los palestinos? Los palestinos viven mejor que los marroquíes. Lo primero que tenía que hacer era asegurar su futuro. Jamás pensaría en perpetrar un atentado. Eso es mentira. Mi hijo es noble y quería vivir la vida bien, estar contento y estaba bien con su familia. Nunca ha pensado en eso. ¿Para qué? Eso no lo creo, para mí eso es mentira.

Mohammed no bebía, no fumaba, no salía de fiesta porque no tenía amigos ni pareja. A sus 21 años, su tiempo libre lo dedicaba a leer y estudiar a diario el Corán, acudía a la mezquita, navegaba en internet y en redes sociales con su móvil, solo salía a la calle para estar con sus familiares afincados en Blanca o para acompañar a su padre al mercado de los domingos en Sangonera.

Después de varias campañas de jornalero agrícola, había aprendido a podar, clarear y recolectar árboles frutales, pero apenas manejaba el castellano. A ojos de su familia era un musulmán perfecto porque su único 'vicio' conocido era el fútbol. El martes, todo saltó por los aires cuando fue detenido por ser un mártir de la yihad este adolescente, con permiso de residencia en España autorizado hasta marzo de 2024

- ¿No veía raro que Mohammed no tuviera amigos en Blanca tras dos años residiendo en el municipio?

- No lo creo. Trabajaba fijo con nosotros en el campo, conmigo, con mi hermano y mi jefe. No tenía tiempo libre. ¿Qué amigos va a hacer trabajando todo el día? En Marruecos sí que tenía amigos. En España también es verdad que yo no le daba libertad. Yo quería que me ayudase a trabajar: mejor que estuviese trabajando que tomando drogas. Todo el mundo lo quería en Blanca porque es un muchacho serio y no daba problemas.

- ¿Qué planes de futuro tenía su hijo en suelo español?

- Los planes que tengo yo porque en Marruecos no hay vida. En España yo era bienvenido y por eso venimos aquí: España es nuestro país. Mohammed tenía un futuro: buscarse una novia y casarse. Mi hijo no tenía que pasar la vida que yo he tenido porque he estado treinta años solo, sin mi familia.

Mohammed, este martes, justo antes de ser introducido en un coche camuflado de la Policía Nacional.

Mohammed, este martes, justo antes de ser introducido en un coche camuflado de la Policía Nacional.

- ¿Su hijo ha viajado a Siria o a otros destinos que están vinculados con la radicalización terrorista?

- Él no ha ido a ningún lado. Si yo iba a Marruecos se venía conmigo y cuando volvíamos a España, igual, los dos juntos a Blanca. Juro que nunca ha salido a ningún lado y ahí está su pasaporte.

EL ESPAÑOL ha rastreado las redes sociales, introduciendo el nombre y apellidos de Mohammed R., y en Facebook aparecen varias cuentas con esos datos personales que, en apariencia, están sin foto de perfil y bloqueadas. También hay otro perfil presidio por una foto con una expresión que hace referencia a Alá e imágenes de musulmanes orando.

- La Policía Nacional sostiene que Mohammed poseía una "ingente cantidad de material propagandístico de carácter yihadista". ¿Alguna vez le vio consumiendo vídeos de contenido radical o manteniendo videollamadas con algún desconocido?

- A un hombre de veinte años no le puedes controlar lo qué ve. No lo he visto nunca y si lo llego a ver: le cojo el móvil y se lo rompo. Mi hijo solo hablaba con su madre o con sus dos hermanas en Marruecos. Nunca le he visto ni le he oído hablar con otra gente, solo hablaba con su familia, a lo mejor con su tío o con sus primos. Nada más.

Cuando veníamos del trabajo, nos duchábamos, y si faltaba algo de comer lo mandaba a la tienda para hacer la compra. Yo no puedo saber las páginas en las que entra. Él no estaba siempre clavado en el móvil. Cuando no tenía nada que hacer, cogía el teléfono, pero eso es normal porque todo el mundo coge el móvil, pero yo no puedo ver lo que ve Mohammed. ¿Me comprende? Los jóvenes entran en TikTok, ven mujeres, y eso es normal. La mayoría de los jóvenes son así. Tampoco hacía cosas graves.

- ¿Su hijo le hablaba mucho del Corán y del Islam?

- Si estudia el Corán no pasa nada, igual que si estudias la Biblia. El Corán no dice cosas de los yihadistas, los yihadistas van contra el Islam y no los quiere nadie. El Islam, para los marroquíes, es la paz. El Islam es rezar, como rezan los cristianos, hacer el Ramadán, como los cristianos hacen la Cuaresma, y hacer el bien para todo el mundo. Eso es lo que significa para mí el Islam y eso es lo que yo le enseñé a Mohammed: a rezar, a hacer el Ramadán y a hacer el bien con todo el mundo.